martes, 29 de abril de 2014

Al fin.

Y luego de 3.500 intentos, al fin hice mi propio uniforme de maid. Si, en el esta inspirado el de la historia. WAAAAAAAAAAA COSTO.

Oooooooooooooooooootra historia con Maids.

 Seh, asi es. Pero bueno. Espero les guste.





Romina guardaba sus pocas pertenencias en una bolsa. Y se limpiaba un poco las lagrimas.
-          Por que lloras romi…?- Pregunto una chica.
-          Las voy a extrañar a todas!-
-          Deberias estar contenta, al fin vas a dejar este orfanato.
-          Si pero…
Romina miro al piso y suspiro.
-          Tenes miedo de que no te acepten de vuelta?
-          No se por que no me aceptaron las ultimas dos familias, en serio no se… Hice todo lo que…-
-          A muchas nos ha pasado, no te culpes Romi.-
-          Aparte se siente raro… - Se quejo.
Y era normal que se sienta raro, quienes vinieron por ella, ni siquiera la vieron. Sin embargo en una hora iban a venir por ella. Romina sentía en el pecho, un dolor punzante de preocupación. No sabia cual iba a ser su destino ni adonde iria a parar.
-          La señora de la casa, solo me dijo que era una familia rica, que necesitaba una criada.-
-          Si, nos enteramos- Comento su amiga.
-          Si quieren una sirvienta, por que buscar una en un orfanato…- Se quejo romina.
-          No se por que te quejas, aca de todas formas, tenemos que limpiar. Vas a estar en una mansión, y encima te van a pagar no es asi?-
-          No lo se…- Se preocupo Romina.
De repente, llego la señora y dijo:
-          Ya vienen por vos, apurate.-
-          Si señora!- Respondio asustada.
-          Apurate, asi no te metes en problemas.- Comento su amiga.
Romina, limpiándose las lagrimas se apuro a terminar de guardar su bolso. Un par de vestidos viejos, un camisón, y su jumper del orfanato. Ademas de ropa interior, naturalmente.
Bajo y aclaro, ya estoy lista!
Al bajar, vio una señora mayor. Y además, la señora de la casa.
-          Cuantos años tiene?- pregunto la señora mayor.
-          13 años- madam Stephanie.
-          Cumplo 13 en junio- Aclaro romina, pero ambas giraron a verla mal. Ella, intimidada, bajo su cabeza.
-          Mmmmmm… es demasiado chica de estatura…  - Dijo inconforme Madam Stephanie.
-          Le aseguro que ella es quien se esfuerza mas en la limpieza de la casa.- Comento la señora del lugar.
-          Bueno, creo que va a ser productivo, y algún dia será una buena sirvienta. Hagala firmar el contrato- Ordeno ella.
-          Nena, firma aca- Dijo La señora de la casa.
La educación de romina, era muy básica, pero ella se había esforzado en aprender a leer. Intento leer el contrato, pero la señora la regaño.
-          Dale nena, no hay tiempo! O queres quedarte aca?- pregunto.
-          N-No- respondió romina asustada. No sabia que era una firma, asi que escribió su nombre.
-          Perfecto- Dijo madam Stephanie. – Seguime al carruaje.-
-          S-Si.-
Madam Stephanie, giro y tomandole la barbilla. – Solo tenes permitido llamarme madam esta claro?-
-          Si…- dijo romina.
-          S-Si Madam- Corrigio.
-          S-Si madam…- Respondio Romina.
-          Espero no tengamos que volver a repetirlo.
En el carruaje, romina intento concentrarse para ver que decía su contrato, pero Madam Stephanie enseguida se lo tomo de las manos. Viajaron en silencio hasta llegar a la mansión.
Romina entro maravillada, nunca en su vida había visto tantos lujos.
-          Nena!- protesto Madam Stephanie.
-          S-Si?-
-          Deja de jugar, vamos a tu habitación.
-          Si madam… - Respondio romina , y siguió de cerca a madam Stephanie.
En el camino, vio varias sirvientas, trabajando. Su uniforme consistia de un uniforme negro, delantal blanco y cofia. Nada demasiado raro.
Al llegar a la habitación, la señora ordeno.
-          Desnudate-
-          Eh?- Respondio romina sonrojándose.
Stephanie se quejo.
-          Mira, se que no sabes leer bien, por eso deje que la señora del orfanato lea el contrato por vos. Pero a partir de ahora, somos tus amos, y tenes que obedecernos. Y creo que en el orfanato ya te enseñaron que pasa si no obedeces no? O tengo que enseñártelo ahora?-
Romina se sintió triste y afligida, suspiro cabisbaja y luego madam Stephanie la interrumpió.
-          Esta bien, creo que lo mejor es que primero te desvistas, y te tomes un baño. No quiero que andes sucia por la casa. Asi que ve al final del pasillo, yo te alcanzo ahí. Esta bien que una señorita, sienta pudor.-
-          Si Madam.
Precisamente al final del pasillo, se encontraba una fila de regaderas. Era igual que el orfanato, asi que vergüenza no le daba.
Romina se baño, preocupada por su destino. Cuando era “adoptada” era tratada con muchísima mas dulzura. Ahora le acababan de decir que ni pertenecía a si misma. Cuando termino e bañarse, se envolvió en una toalla. Madam Stephanie, la esperaba en la puerta.
-          Lista?
-          Si…
Ella la tomo de la mano, y romina, muerta de vergüenza, obedeció. La llevo rápidamente a su habitación, y entraron ambas.
-          A ver, dejame tomarte tus medidas rapidas, asi veo tu talla. Por tu uniforme viejo no te preocupes, lo voy a guardar en una bolsa-
-          Si madam…-
Conteniendo la vergüenza, Romina se quedo quieta mientras tomaban sus medidas.
-          Ya esta. Necesitaba saber tu talle-
Madam Stephanie se retiro apuradamente. Al instante volvió con una bolsa con ropa. Y luego tomo la bolsa de romina.
-          Esto ya no lo vas a necesitar-
-          No!!- Protesto romina.
-          Perdon? No tenes permitido quejarte. A partir de ahora solo vas a usar la ropa que te demos.
Romina miro al piso y dijo: ¿Y que van a hacer con esa ropa?
-          Donarla, o quemarla.
-          Podrian guardarla… Por favor?
-          Para que si ya no la vas a usar? – Pregunto Stephanie.
-          Me trae recuerdos- suspiro Romina.
-          Esta bien.- Contesto Stephanie, y comenzó a sacar la ropa de la bolsa.
En ella, había varias camisetas y ropa interior blanca, fondos blancos, crinolina blanca, además de dos camisones blancos.
-          Exigimos que tu ropa este limpia siempre, como ves, tenes de sobra, esta claro? No hay nada mas desagradable que una maid con mala higiene.
-          Si madam… - Respondio Romina sintiéndose incomoda. Era como ser esclava.
Luego de la bolsa saco dos vestidos rosas y delantales blancos. Ademas de unos zapatos, y calcetas.
-          Este va a ser tu uniforme, como ves, también tenes dos, por si alguno se ensucia. Este rosa, es el que usan las novatas.-
-          Si Madam.-
-          Comenza a vestirte, somos estrictos con el uniforme, y solo esta vez te voy a enseñar a como usarlo.
Romina obedeció, poniéndose su ropa interior, el fondo y su crinolina. El Vestido rosa, tenia cuello de bebe blanco, y se abotonaba por la espalda. Por lo cual fue difícil para Romina ponérselo. Noto que le quedaba arriba de la rodilla. Luego las calcetas y los zapatos.
Madam Stephanie, le alcanzo un delantal. – Podemos entender que en el trabajo tu delantal de lo ensucies. Si estas muy sucio, deberas cambiarlo por otro. Pero no toleramos ni una mancha en el vestido. Si se ensucia, deberas cambiarlo por tu otro vestido, y lavarlo en cuanto tengas tiempo libre. Esta claro?-
-          Si madam- Respondio Romina, mientras se ponía el uniforme.
-          Las calcetas las quiero a la misma altura, y todos tus botones abotonados. Exijo prolijidad.-
-          Si madam- dijo Romina, fijándose que lo que le dijo Stephanie se halla cumplido. Parecia estar prolija.
-          No te olvidas algo?- Pregunto Stephanie.
Romina confundida reviso su uniforme, por había algo que faltase. Hasta que Stephanie le mostro su cofia.
-          Vas a usarla todo el tiempo.-
-          Si madam- dijo romina poniéndosela.
-          Muy bien- sonrio Stephanie Sastisfecha.
Hubo n pequeño silencio, en donde Stephanie la observaba.
-          Según la señora de tu orfanato, sos quien mejor trabaja. Esperemos que sea cierto.-
Romina no respondió nada.
-          Igual no te preocupes… Estas bajo contrato, y no dejaras esta mansión hasta tus 21 años.  Si trabajas poco, lo solucionaremos- sonrio Stephanie. – Y luego continuo. – Desde las 6 de la mañana, las queremos listas y con su uniforme impecable. Soy muy estricta, y no tolero errores. A las 10 termina su turno. Toda la semana será asi. Entre nuestras sirvientas, se turnan sabados y domingos como libre. Pero vos aun sos novata, queremos que aprendas rápido, asi que seremos especialmente estrictos con vos.
-          Si madam.
-          Aun sos una niña, asi que parte de tu sueldo, se gastara en mantenerte, y otra parte, en educarte. Sin embargo, incluso tus días libres, mientras seas novata, deberas estar con tu uniforme. Y servir, si se te pide.
-          Si madam.
-          Abajo hay una cartelera, donde informa las labores de cada sección. Vos estas en la sección A, y sos novata. Asi que se te exigirá un poco mas de lo normal.
-          Si madam..- Respondio robóticamente Romina.
-          Que esperas? Ya ve a averiguar cuales serán tus siguientes tareas!
-          S-si!- Respondio Romina apurada. Y se alejo rápidamente.
Cartelera…Cartelera…-  Penso romina preocupada. Mientras caminaba, no podía evitar maravillarse ante la mansión, y tantas novedades que no conocía. De ves en cuando, observaba otra sirvienta como ella. Pero… su uniforme era negro, por debajo de la rodilla, y con mangas largas. El suyo era muy distinto, mangas cortas, rosa y corto. Le pareció raro esa necesidad de separar tanto a las nuevas. Pero no se preocupo.
Y ahí noto la cartelera: Novatas: Lustrar cada mueble del salón.
En verdad, había mucho mas tareas. Pero esa se le haia la mas fácil de realizar. Noto que había un lugar, donde estaban todos los instrumentos de ellas, asi que tomo un trapo, algo de cera y se dispuso a limpiar.
Mientras lo hacia, noto que no había ni una sola con su mismo uniforme. Las otras chicas, se encontraban muchísimo mas relajadas. Y algunas hasta conversaban entre ellas.
Intento relajarse, había algo en el lugar que no le agradaba. Tanta perfeccion le parecía rara. Pero la entusiasmaba algunas cosas que le habían dicho. Su educación, y su “sueldo”.  Cuando era adoptada, no sabia a que familia iba a ir a parar. Pero al menos ahora viviría en una mansión, y alimentándose bien.
-          Señorita, un café por favor.- Le dijo Madam Stephanie.
Romina, se encontraba perdida en sus pensamientos, asi que respondió: Ahí voy, estoy ocupada.
Stephanie giro en silencio, y le dijo:  Ya era hora de que aprendas tu primera lección. De su bolso, saco una fusta, y dijo:  Soy tu ama, y te referiras a mi, siempre con respeto, obedeciendo cada cosa que se te diga. Y vas a aprender por que debes hacerlo.
Romina observo la fusta espantada. Recordo como lloraba con incontables varazos, en el orfanato. Dio unos pasos hacia atrás abrazandose a si misma y lloro: No por favor…
-          Se obediente- protesto Stephanie. – Deberias decir “ Si madam Stephanie” y acercarte a mi para tu castigo.
-          No por favor!!!- Exclamo llorando Romina.
-          Ahora mismo!- Exclamo Madam.
Romina asustada, no supo que hacer, y salió corriendo. Al hacerlo, choco contra un hombre, gigante.
-          Que esta pasando aquí?- dijo el hombre, tomando de los brazos a Romina.
-          La niña necesita corrección, y no quiere obedecer hermano-
-          … Bueno, habrá que enseñarle por que es mejor obedecer – corrigio el.
Ella intento soltarse, grito y suplico. Pero el hombre, la llevo lentamente a un sillón ,y la recostó sobre sus piernas. Romina grito muerta de miedo, y pataleo con anticipación, pero en el hombre rápidamente atrapo sus extremidades, y levanto alto su mano.
-          Con el tiempo, aprenderas que es mejor obedecer, a dar tanto problema.
-          No por favor… WAAAAAAAAAA- Grito romina y comenzó a llorar abiertamente. Una nalgada fuerte callo en sus nalgas, la cual la sorprendió, pero pataleo y continuo llorando, intentando safarse. En el fondo, se dio cuenta que era mas el miedo que tenia, y que en realidad, las nalgadas, ardían pero no dolían tanto. Sin embargo, era una esclava, en una mansión, y la tenían atrapada boca abajo. No podía contener sus sentimientos. De repente sintió que ya no la nalgueada, agitada, intento controlar su llanto, y luego escucho una voz masculina:
-          Veo que no aprendes aun a quedarte quieta durante tus castigos.
Sintio como su vestido se levantaba, y comenzó a patalear, sintiendo el miedo invadirla. –
-          NOOOOOOOOOOOO – Grito muerta de miedo, y esperando lo peor. La primer nalgada ardio con intensidad, y al segundo ya pataleaba y lloraba de vuelta, mientras la lluvia de nalgadas invadía su cola. Romina no sabe bien cuanto tiempo habrá pasado, solo sintió cuando la tomaron de los brazos, haciéndola levantarse. Llorando y quejándose se tomo su cola con ambas manos.
-          Ya debes volver a trabajar.-
-          AYyyy… AYyyy…Ayyyy.- Continuo quejándose romina, mientras se tomaba la cola con una mano y se limpiaba las lagrimas con su otra.
-          ….- Suspiro el hombre- Encargate de ella un poquito si Steph.
-          Si Alex- Contesto la señora- Nena, anda a limpiarte las lagrimas al baño y arreglarte tu uniforme. No podes estar dando vergüenza asi.
-          Siiii ayyyyy- Se quejo romina.
Adolorida, camino tomandose la cola hasta el baño, al llegar ahí se vio al espejo, y continuo llorando un poco mas. Y luego sintió una mano en su hombro.
-          AHH!!- Exclamo asustada.
-          Hola…- Respondio una chica, su uniforme era rosa, igual al de ella, y se veía muy dulce, de pelo castaño y con coletas. –Hubiera sido mejor que le hagas caso asi no te daban esa nalgueada- Se rio la chica.
-          Es horrible ahhhh-  Continuo quejándose romina.
-          Mmmmm… pero apenas tenes la cola rosa.- Comento la chica.- Sos romina no?-
-          C-Como lo sabes? – Se quejo romina sobándose.
-          Llamaste la atención de toda la mansión con tanto llanto, digo, para haber sido un castigo muy leve. Las chicas ya te apodaron “La llorona”, pero yo pregunte cual era tu nombre a nuestra ama. Ella me dio permiso de venir por ti. Tenemos poco tiempo, o sentiremos la fusta- Dijo con naturalidad, tomandole las manos para pararla.
-          Esto.. es horrible! Lo odio!!! Ayyy… - Se quejo romina.
La chica se rio. – Sos muy exagerada, se que venis de un orfanato, nunca te castigaron?-
-          Si… pero… -
Romina intento calmarse, y recordó que realmente, en el orfanato, los castigos eran muchísimo peores. Levanto su vestido, para ver, que su cola estaba apenas rosa.
-          Mira- Dijo la chica, y levanto el suyo. Habia notorias marcas de la fusta.
-          Ah…. Eso es horrible- Se asusto romina.
-          Es parte de todos los días- Contesto la chica.- Mi nombre es Vane.-
-          Yo soy romina- sonrio ella.
-          Ya debemos volver, arreglate, que nuestra ama te castigara si te ve desarreglada.
-          S-Si…- Respondio Romina, y nerviosa se comenzó a limpiar la cara, acomodarse la cofia, y su vestido. – Tengo miedo…-
-          La próxima ves, solo hasle caso. 5 Azotes con la fusta duelen muchísimo menos que tantas nalgadas.
-          Solo 5 iban a ser?- Pregunto romina, acomodándose su delantal.
-          Por lo general si. – Contesto su nueva amiga. Finalmente romina se termino de arreglar, y ambas se dirigieron con su ama.
-          Ya terminamos Madam.- Contesto Vanesa.
-          Se demoraron como 30 minutos.- Contesto la ama.
-          Mis mas sinceras disculpas, es su primer castigo, y le costo mucho recomponerse.- Contesto Vane.
-          L-Lo siento…- Respondio Romina.
Madam Stephanie las vio juntas, y sonrio. Saco de su bolso nuevamente la fusta. Romina dio un paso hacia atrás muerta de miedo, apretando fuertemente con sus manos el delantal para contenerse. Y vane interrumpió.
-          Señora, mil disculpas. Es mi responsabilidad que tardemos tanto. Puedo tomar el castigo por ella?-  Pregunto vane. Romina la observo sorprendida. Y Stephanie respondió - Bueno, me alegra ver tanto compañerismo entre novatas. Espero esto acelere su educación. –
-          Gracias Madam- Respondio Vane, y para sorpresa de romina, enseguida se inclino perfectamente, poniendo sus manos sobre sus rodillas.
-          Vane, tu educación y respeto por la disciplina son sorprendentes. Espero que le enseñes a romina como comportarse.- Dijo Stephanie, apoyando la fusta en sus posaderas.
-          Gracias Ama.- Respondio Vane.
Romina observo sorprendida, y pensando para sus adentros “ni loca hago eso”. Veia la cara de Vanesa, quien cerraba los ojos, como preparándose para aguantar dolor. Y luego callo el primer azote bien fuerte. Romina se asusto por el ruido, dando un salto hacia atrás, y observo a Vane moverse en su posición por el dolor. Luego decir “1 madam”. A medida que la cuenta avanzaba, a Vane le costaba mas contar los azotes, dejar de contonearse, y volver a su posición perfecta. Al llegar al quinto, Madam Stephanie dijo:
-          Como tomas también el castigo de Romina, van a ser 10.- Y apoyo la fusta nuevamente.
-          Si Madam- Respondio Vanesa, su voz contenía sorpresa y resignación.
Los siguientes 3 azotes siguieron igual, Y los últimos dos fueron muy difíciles de aguantar para Vanesa. Al terminar de dar el decimo , Vanesa continuo en su posición.
-          Aprendimos la lección?
-          Si madam, hare mi esfuerzo por mejorar-
-          Muy bien, puede pararse.
Vane se paro, acomodando su uniforme, que en el movimiento se había desarreglado. Acomodo su delantal, y su cofia. Para sorpresa de Romina, no había derramado ni una lagrima, aunque era visible que estaba adolorida.
-          Romina-
-          Ah? S-Si madam!- Respondio romina, sorprendida.
-          Aprende de Vanesa, asi debes afrontar tus castigos. –
-          Si madam…- Respondio Romina insastisfecha.
-          Y aun quiero mi café.-
-          Si madam! – Respondio nuevamente Romina.
-          Puedo llevarla a la cocina?-
-          Esta bien, pero necesito que pronto ella sea mas independiente y aprenda por su cuenta. Aunque ahora ya conoce las consecuencias de hacer el trabajo.
-          Gracias Madam!- Respondio Vane. Y luego le dio un leve codazo a Romina.
-          Ah… Gracias Madam.-
Vanesa camino adelante, y Romina noto por la forma de Caminar de Vane, que el ardor seguía vivo en sus nalgas. Camino rápido y se acerco a ella.
-          No voy a volver a salvarte de un castigo. Fue solo para que aprendas como ahorrártelos. Es mas rápido hacer caso. – Se quejo vane. Luego en un pasillo, observo a ambos lados, y metiendo sus manos por debajo del vestido, se sobo rápidamente.
-          Arde…- Se quejo. Luego dejo de sobarse. Y vio de reojo a Romina que continuaba sobándose.
-          Por algo te llaman llorona- Protesto. – No dejes que otras chicas te vean sobarte tanto, se burlaran de vos. Y a nuestros amos no les gusta. Dicen que es de malaeducacion-
-          Si, gracias!!... Gracias por todo.- Dijo Romina observando a esa niña tierna de coletas, que se portaba tan bien con ella. – Por que sos tan buena conmigo?-
-          A mi nadie me enseño cuando llegue a casa. Y nuestros amos son muy estrictos con nosotras, las novatas. Solo te ahorro el castigo por el que pasamos todas los primeros días. – Explico Vane.
-          Ah….- dijo Romina, asustada e intentando acostumbrarse a su nueva situación.
-          Romina, si vamos a hablar, debemos hacerlo mientras realizamos nuestras tareas.
-          S-Si!- Dijo romina recordando la cara de Vane al recibir los fustazos.
Apresuradamente, fueron, y Vane le mostro la cocina.
-          Tu preparale el café, y yo vere si añado unas galletitas. Seguramente alegrara a nuestra ama.- Comento Vanesa. Y mientras trabajaban, vane informo un poco a romina de la mansión.
-          Las que tenemos uniforme rosa somos novatas, yo ya llevo 5 meses aquí, y se de chicas que ya tienen un año. Como aun estamos aprendiendo son muy estrictas y exigentes con nosotras. La mayoría fuimos criadas aca, asi que a veces escucho a Madam Stephanie decir que nuestra educación le toma mucho esfuerzo.  Hay 3 sectores en la mansión, y las habitaciones de nuestros amos. Suelen haber 2 maids y una novata por sector. Pero como nosotras aprendemos, nos toca todo el trabajo, y las maids solo hacen mantenimiento.-
-          Que injusto!- Se quejo Romina.
-          Shhh, no te quejes!- Dijo Vane tapándole la boca. – Ni yo ni Mariana podíamos dormir la primer semana del ardor. Si empezas a quejarte, te van a azotar por todo.-
Romina suspiro entristecida. No sabia si prefería el orfanato a esto.
-          Lo mejor es resignarte.- Dijo Vane poniendo su mano en la cabeza- Nuestro contrato termina cuando cumplamos 21 años, asi que esta es nuestra vida… Pero veras que algunas de las maid de aquí tienen mas que 21.-
De repente llego una Maid, quien lucia impecable su uniforme negro.
-          Hola Paula-
-          Hola Vane, como andan las novatas? Ya fueron castigadas hoy? – Pregunto burlona. Romina frunció el seño enojada.
-          Jajajaja… si…- Contesto Vane.
-          Al principio a mi me pasaba lo mismo. Pero no se preocupen, ya aprenderán y ya ni será necesario.
-          Si, gracias – Contesto Vane.
-          Nuestro amo se entero de que las Novatas fueron mandadas a hacer café, y pidió uno también. Se los encargo si?-
-          Si Paula, gracias.
Paula sonrio y se fue.
-          Esa es Paula, tene cuidado- dijo Vane.
-          Parecia amable…
-          Si, pero le encanta avisar a nuestros amos cuando hicimos algo mal, y observar cuando nos castigan. Por culpa de ella no me pude sentar en 3 dias una vez- Dijo Vane molesta. – Debemos apurarnos con el café, o sino ella nos acusara-
A Romina, Paula continuo pareciéndole agradable. Pero si Vane lo decía por algo debía ser.
-          Hola Chicas.- Dijo Paula.
Vane hizo un pequeño gesto, y Romina se asusto al verla.
-          Hola…-
-          Mi señor pidió que quien le lleve su café, sea Romina. Solo eso quería decirles.
-          Pero yo no se donde esta…- Dijo Romina.
-          Veo que ya lo tenes, toma la bandeja y acompañame.-
-          Si!- Dijo Romi apurándose.
Al instante se separo de Vanesa, y continuo siguiéndolas. Subieron las escaleras, y dieron a un pasillo.
-          Esta habitación, es la de nuestra ama. El amo Alexander se encuentra al final del pasillo, y aquí a la derecha esta la recamara del padre de nuestros amos, Maxwell. Yo me voy si?-
-          Si Paula.-
Paula se retiro, y Romina comenzó a sentir miedo. No valla a ser, que la castiguen por tardarse con el café. Ya le había informado Vanesa, que Paula ama acusar a las novatas.
Al llegar a la puerta, Romina obersvo su propio reflejo en la bandeja, y se acomodo un poco el pelo. Reviso su uniforme para ver si se encontraba prolijo, y estiro un poco el largo de su vestido atrás, alisándolo. Acomodo bien su cofia, y luego se dijo a si misma: Animo.