domingo, 30 de julio de 2017

Capitulo 57

Finalmente el tedioso domingo de gala lleno. La rutina que ya de por si era odiosa para las 6, ahora se volvia peor con 14 alumnas mas. El aire estaba incluso mas denso que antes. ¡Todas se mostraban muy nerviosas, y algunas, hasta ansiosas!
Ese era el caso de- por ejemplo- Florencia Pino. ¿Nunca la mencione antes no? Bueno, ella es una de las nuevas compañeras y fiel seguidora de Patricia Stanford. Quiza la tradición de Saint Francis inspire horror en las niñas mimadas de la alta sociedad. Para Florencia y su familia es la única posibilidad de escalar socialmente. Su padre, un obrero industrial. Su madre, limpia de casa en casa. Ahorraron toda su vida y finalmente pudieron inscribir a Florencia garantizándose asi, un ascenso de clase social. A ella no le importaba empezar todo de nuevo si eso le implicaba renacer como una profesional. Admiraba a Patricia, por sus capacidades y por eso la seguía siempre.
Empezaron la mañana con las 20, bañadas en productos especiales y esperando su turno para ir a la peluquería.
- Somos muchas mas ahora que antes no? – Pregunto annie.
- Hay chicas muy altas…. Cuantos años tendrán? – Amy continuo.
Mariela noto que ellas se comportaban como si nada, visiblemente acostumbradas a la nueva rutina.
- Tengo tanta vergüenza… - Protesto Celeste. Amy, burlona contesto: Pensalo asi. ¡¡Es nuestro único dia para poder recorrer todo el internado en ropa interior!!
De a 3, pasaron por el largo proceso de peinados. Naturalmente, Violeta necesito primero una nalgueada.
- Les recuerdo que quienes den problemas se quedaran sin listones. – Insistio Stella.
El proceso de peinado, era aun mucho mas lento con tantas chicas. Mientras las primeras, terminaban con 4 gigantescos listones y los infantiles peinados, las ultimas esperaban su turno. Ahora que Rhonda tenia su cabello mas largo, se veía un poco mas parecida a las demás. Cuando las 20 ya tenían sus peinados, pasaron al próximo proceso. Ser cambiadas.
Proceso muy lento que termino haciendo dándole otra nalgueada a Violeta.
- Te recuerdo que una sola manchita al vestido, y te vas directo al purgatorio!- La regaño Stella mientras sostenia sus olanes en posición mientras eran almidonados. El resto de las chicas se reia al verla, mientras ellas mismas también eran vestidas. Luego del arduo proceso, las dorm moms finalmente contaban con 20 angelitas en impecable blanco y roca que parecían brillar en la oscuridad. Las 6 primeras, no se mostraban mas avergonzadas que de costumbre. Pero sin embargo, ya comenzaban a acostumbrarse a este ritual. Habia otras que se veian muy nerviosas. Patricia se mostraba hasta orgullosa. En cambio Violeta. Sencillamente estaba furiosa y adolorida. Stella la obligo a estrenar su vestido de gala con la cola roja. No titubeo en darle una buena nalgueada, el dia DEBIA salir perfecto.
Mientras volvían a las habitaciones, Celeste que normalmente tenia conflicto con lo corto que era su jumper, ahora sufria al cuadrado con el vestidito con crinolina. En un momento, su crinolina choco con el de Amy, y sintió como su vestido se levantaba enseñando toda su cola. Avergonzada protesto – Queres quedarte quieta!! –
- ¿ que te pasa? Contesto Amy. Una mirada furtiva de Ortiz hizo que ambas se tomen de las manos y sonrían.
Hasta la misa paso un tiempo muy incomodo. La amenaza de perder un liston por solo manchar un vestido tan blanco las tenia a todas intimidadas. Hasta a Violeta quien además se sentía humillada. Las únicas que no se mostraban preocupadas eran obviamente, las gemelas que ya andaban correteando por todo el lugar. Frenaron al ver chicas nuevas con el vestido de gala. Se veian mucho mas grandes que ellas, lo cual para ellas no es realmente tan raro.
- ……. Pero igual es solo un dia, y luego…-
- Annie… viste su grado?
- 9-c?
- Deben tener….. 21 años no?
- NIÑAS!! YA CASI ES HORA.
Finalmente, las 20 “angelitas” marcharon. Entre ellas las gemelas, con un gesto de dolor enorme y la orden de “no sobarse mientras desfilaban”.
Y luego de la misa, todas pudieron relajarse momentáneamente y encontrarse con sus parientes.
Alice suspiro, y se junto sonriente con sus padres. Mientras tocaba conversaciones triviales pensaba preocupada en la frase de Carl por teléfono “¿Hacer dos horas de viaje para ver nenitas en vestidos? Paso…”
“Es difícil convencer a alguien de que quiera vernos… Espero que Oswald venga. Ya nos quedamos sin proviciones. Esa Rhonda es una Viciosa.”
Cuando lo vio a Oswald, se le dibujo una sonrisa de oreja a oreja que le costo disimular. Oswald, luego de la carta de Mariela, veía a su antigua amiga de forma diferente. Ahora que ya sabia como funcionaban las cosas ahí, era difícil no verla como una niña, tal como la institución pretendía que pase.
- Alice!!- La saludo con ternura.
- Vas a burlarte cada vez que me veas durante 6 años?- Se quejo sonrojándose levemente.
Oswald se encogio de hombros.
- Como estas?
- Domingo de gala…- Suspiro Alice. – Ya sabes como son..
- Son muchísimas mas que antes por lo que veo.
- Desde hace una semana que no dejan de llegar… Algunas hasta tienen tu edad.
- Si, ya vi…- Menciono Oswald. – A ellas también las nalguearan todo el tiempo? – Pregunto.
Alice se sonrojo y respondio:
- Como te enteraste que nos…- Dijo levemente y Oswald le hizo una cara de obviedad. Alice cambio de tema y continuo:
- Hay un monton de compañeras nuevas. Entre ellas la hija de la directora. Una gorda nerd. Sin embargo hay varias que podrían interesarte. Hay una tal violeta. Le encanta hacerse la rebelde. – Capaz te guste.
- Y Marie? –
- Jaja… Marie? Esta loca por ti, no deja de preguntar. – Mintio Alice.
- Me mando una carta sabias?
- Ah, por eso sabes tanto. ¿ que te dijo? –
Luego de una pequeña conversación Oswald le explico el contenido de su carta.
- Es un infierno aca para las niñas tontas que no dejan de hacer taradeces. En cambio, para mi es un paraíso. Hago lo que quiero y es fácil tener a estas monjas tontas comiendo de la palma de mi mano.- menciono, bajando un poco la voz en la ultima frase.
- Y que mas podes contarme… además de lo que ya me conto ella? Supongo que seguro ya hiciste tus pequeños análisis…
Alice sonrio y suspirando explico:
- Entre el personal, aparte de las dorm mom estanlas supervisoras, las mucamas, jardineras, etc. Hay claras diferencias entre todas. Las dorm mom son quienes mas se preocupan por nosotras. Quienes mas nos dan puntos y quienes mas se preocupan por que hagamos las cosas bien…. Son un dolor de cabeza como te imaginaras. Luego estan las supervisoras. No estoy muy segura acerca de ellas. Las dorm mom son en su mayoria jovenes, mientras que las supervisoras no. Y algunas de ellas al mismo tiempo son maestras. Tienen distinta toga que las dorm mom. No se que funcion cumpliran pero he visto regañar a las dorm mom en un par de ocasiones. Son muy prejuiciosas…. ¿Te acordas de la regla de uniformes que te explique? Bueno, si estas con el de novata, enseguida asumen que te portas mal siempre. No se si lo sabras, pero tengo un excelente comportamiento y ni yo me salvo de ese prejuicio. Si usas el de ocio, asumen directamente lo contrario. Las mucamas cocineras y eso…. Te ignoran… Totalmente. Piensan mas en sus charlitas que en nosotras. Algunas ni te responden cuando les hablas. Este lugar esta tan estancado en el tiempo que conseguir un teléfono es todo un caos. Hasta algunos bustos y edificios tienen enredaderas también. Alrdedor del internado esta la reja que ya conoces junto a una enredadera. Creo que estamos en un pinche pueblito no? Jajaja. – Bromeo Alice.
- Vaya…. Te dejan hablar asi? – Contesto molesto Oswald, siendo el perteneciente al pinche pueblito. – Aparte como puede ser que no sepas que hay alrededor?
- No es que nos traigan con los ojos vendados… es que en el camino hasta aquí realmente no hay nada y la salida del internado da a la ruta. Ademas de que a traves de las rejas solo alcanzamos a ver la enredadera… Y eso es todo. – Sonrio Alice. – Vas a darme algo por esa informacion?
- Un beso? – Pregunto el.
- Si, pero ahora no. – Contesto alice.
El resto de las chicas, también se encontraban con sus familiares. Una de ellas era Violeta.
- Te ves preciosa Hija.
- Queres dejar de tocar eso?- Protesto Violeta pegándole a su hermanito en la mano.
- Esta genial. Es re divertido. Pareces una hada!!!- Dijo uno de ellos.
- Paresco una pelotuda…- Protesto Violeta, sin preocuparle siquiera que la escuchen. – Si Martincito?
- Vos también te… portaste mal y te dieron chas chas? – Pregunto el pequeño.
Violeta se puso roja como un tomate y le encajo un sape.
- Andate de aca y deja de jugar con mi ropa! Nunca vieron un vestido antes?

La respuesta es… no. Violeta comparte una historia similar a flor. Proviene de una familia pobre. Y es la tercera hija. En el caso de ellos hasta sacaron un préstamo para que su única hija se vuelva una profesional y los saque de la miseria.. Pero a diferencia de flor, violeta no esta feliz por su nueva vida de estudios y lujos (ya que el autor no puso énfasis, pero si, para ella todo esto es un lujo). Ella a sus 12 años, ya tenia la vida de una pequeña pandillera, juntándose con los chicos del barrio en la esquina. Y a los 13 tubo su primer robo. Violeta sentía una gran vergüenza por esta situación, de mostrarse tan aniñada y encima visiblemente castigada. Y sin embargo, a diferencia de otras novatas, no insistia con que la dejen salir.

viernes, 21 de julio de 2017

Capitulo 56

Madre Stella caminaba por los pasillos del internado Saint Francis. Al haber sido criada – y graduada- ahi, llevaba ciertos habitos insoportables en ella. A veces ni ella misma podia soportar lo perfeccionista, y meticulosa que era. Esto le sucedia tambien a ortiz, la obsecion con la perfeccion era una de las metas del instituto. Pero el instituto no inscribia de tal forma en sus cerebros la necesidad de serlo como el internado. Madre Stella tenia un radar incorporado que detectaba todo lo imperfecto. Muchas de las Dorm Mom, habian sido criadas en el internado tambien, y compartian dicho chip.  Era algo, incontrolable para ella, y literalmente, le pagan para volver locas a sus pobres alumnas.
- Niñas!!- Exclamo, viendo a Gomez y sus amigas cometer una falta obvia. No usar trenzas. Ese tipo de provocaciones obvias, a Gomez la tenia cansada.
- Queee???
- Llamas y arrepentimiento. YA! - Ordeno.
Gomez, con gesto de aburrimiento, se encogio de brazos, y se puso en posicion. Sus amigas imitaron la misma posicion. El corto jumper, revelaba inmediatamente su cola roja de anteriores azotes. Parecia que no daban abasto. Gomez, cansada de la situacion, dio una buena azotaina a las dos compañeras de gomez, haciendolas gemir y saltar. Terminaron lagrimeando y llendo rapidamente a armar sus trenzas.  Gomez sin embargo, continuaba esperando su turno.
- Ya me toca o puedo irme?
- No te entiendo Gomez. Sabes perfectamente que el peinado reglamentario son dos trenzas. . Y tu liston? - Insistio, mientras alzaba su jumper, y apoyaba la vara correctiva en sus muslos.
Violeta, sin mostrar miedo, contesto: - Lo tengo en el bolsillo. Igual el purgatorio es a las 6, ¿no? Solo debo ponermelo antes de la hora. OW! - Exclamo sintiendo el primer azote caer en sus muslitos.
- Por que no usas tus trenzas?
- Por que son ridiculas. OW!!!- Exclamo de nuevo, sintiendo el siguiente azote caer con mas fuerza.
- Continua provocandome y vas a perder tu siguiente liston. Y esto te va a parecer un juego. - Aclaro Stella. Sintio a violeta mostrarse menos relajada al respecto, y comenzo a nalguearla bien fuerte, haciendola moverse de pie en pie. Repartio varios azotes en su cola, y dejo caer varios muy fuertes en los muslos, haciendola saltar y tomar su cola.
- Desde el principio.- Ordeno Stella. Y la forzo a repetir su posicion varias veces, hasta que su cola quedo roja e hirbiendo. Cuando Violeta, dejo de jugar a la rebelde, ya era demasiado tarde, y estaba recibiendo una buena nalgueada en el pasillo. Finalmente aguanto todos llorando hasta el final. Violeta se paro, tomando su cola, y Stella la advirtio: Va a haber chequeo de uniformes en 5 minutos en tu habitacion. Si no estas ahi con tus amigas y con tus trenzas, se van todas al purgatorio. ¿Esta claro?
- S-Si Madre Stella...- Contesto Violeta y se fue corriendo.
“Pfff!!! No deja de provocarme. Y las nalgadas parecen no funcionar en ella. Solo elige llamas siempre, y siempre tengo que darle como 60 azotes para que muestre que . A lo unico que le teme es al purgatorio. “ protesto. A los 5 minutos, efectivamente  el grupo de rebeldes estaba llevando correctamente sus trenzas y con gesto de bronca. Stella hizo un chequeo general de su uniforme, notando que no habia problemas. Una sin embargo, termino en el rincon por un detalle menor.
Madre Stella continuo caminando por los pasillos, hasta que se cruzo con Celeste Kint. Nuevamente pudo detectar, fallas en el uniforme, cabello desarreglado, zapatos sucios.
Pero antes de continuar la historia, intentare, contextualizar un poco…
El peinado obligatorio de Saint Francis es como ya se menciono antes, dos pequeñas trenzitas que cuelgan desde arriba de las orejas y un flequillo. Llevar trenzas, suponia un par de desventajas. Pero la mayor era sin lugar a dudas, los tirones de trenzas. Las monjas no tenian permitido otro tipo de castigos que los estrictamente estipulados. La gran razon era la supuesta perfeccion que se atribuia al metodo disciplinario. Eso no quitaba que fueran- en su mayoria – fanatica de los tirones de oreja. Pero, de vez en cuando, las trenzas eran una alternativa comoda. Celeste Kint, ODIABA los tirones de trenzas. Quiza mas que las nalgadas. El autor desconoce una razon logica detras de esto, ella sencillamente los odiaba. Podemos adjudicar, que quiza, el hecho de recibir tantos castigos en relacion a lo prolijas que si o si debia usar sus trenzas lo motive. O el hecho de que sean tan imprevistos, y tan dificiles de evitar, a diferencia de los tirones de oreja. O que la despeinen. Es realmente un misterio. Por eso, cuando stella le dio un buen tiron de trenza, la respuesta de Celeste fue:
Ayyyyyyyyyyy tarada soltamee!!! -
Obvio, no tubo tiempo ni para percatarse de lo que dijo que ya estaba parada en puntas de pie, tomando su oreja.
- Ay ay ay ay...-
- Que dijo señorita? REPITALO! - Ordeno Stella.
- N-Nada Madre Stella. Lo siento, lo siento. - exclamo aterrada, dandose cuenta de lo que hizo. Tal fue el gesto, que Stella recordo lo que le conto Ortiz de Celeste. La niña llevaba un mes de castigos, y parecia no aprender nunca. Penso que era un buen momento para que estrene el mameluco de castigo. Pero luego, recordo las criticas acerca de ser demasiado estricta. Recordo un poquito, su estadia cuando era una alumna y lo dificil que era adaptarse al principio. “Definitivamente, necesita una buena leccion” Se convencio, y la tomo de la oreja, llevandola rapidamente a su habitacion. Mientras era llevada, Celeste se la tomaba, intentando seguirle rapidamente el paso. Sabiendo lo que le esperaba, empezo a lagrimear en el viaje. Stella lo noto, pero firme, la hizo entrar. Aprovechando que no habia nadie, la hizo pararse al lado de su sector. Ella, cabisbaja pero obediente se paro. Stella reviso y dijo: Cama desordenada… ropa desordenada, tu uniforme es un desastre, tu pelo, tus zapatos estan sucios. Y ni me me molesto en revisar tus calzones. - Protesto. Frente a lo ultimo , Celeste se tapo la cara de vergüenza.
- Ven aquí. - Le ordeno Stella. Celeste se acerco, y la tomo de la mano.
- Si haces todo un bollo, nunca podras estar prolija, mira lo sucia que esta esta ropa...- Dijo tomando uno de sus calzones. Junto toda la ropa, saco un uniforme limpio, y le ordeno:
- Quitate ese y ponte este. -
- A-Ahora?
- Si nena, ahora. - Ordeno Stella. - Y quitate esas trenzas desprolijas. -
Un poco avergonzada, Celeste obedecio, y se cambio al uniforme limpio.
- Ves? No es mejor? Deja que te ayude.- Dijo abotonandole el jumper por la espalda. Tomo sus guillerminas, y empezo a lustrarlas. - Estas deben verse bien relucientes. Debes darle una limpiada asi. En este cajon tienes pomada, cepillo y un trapito. Mira que relucientes que quedaron. -
El miedo de Celeste, comenzo a disiparse un poco. No entendia bien que pasaba, Stella solia ser sinonimo de rodillas o cola adolorida. Pero ahora hasta su tono de voz se veia menos rigido.
Ya con el uniforme puesto, Stella le abotono los botones de su cuello. - Si te ves reluciente e impecable todas lo notaremos. Mira, ganaste 20 puntos por eso. - Dijo y lo anoto.
- G-Gracias...-
- Dame tus listones y las ebillas.
- MIS LISTONES?- Pregunto Celeste Aterrada.
- No iras al purgatorio. Solo prestamelos un poquito.
Celeste obedecio confundida. Stella se quito su velo, y tomo las ebillas y listones. En dos segundos, separo su pelo en dos, y se armo unas trenzas al instante con listones.
- Wow!!- Se asombro celeste, y luego se rio un poco viendo a la temible Stella en trenzitas. - Como te salio tan rapido?
- 6 años internada…
- Tambien estubo internada?
- Si, tambien. Se que al principio es muy dificil celeste. Voy a ayudarte un poco. Con esta tecnica podras peinarte facilmente. - Comento. Se las quito, le entrego sus hebillas y listones, y luego practicaron juntas la tecnica.
Luego, ambas fueron al sector de lavanderia.
- Si tienes todo limpio podras cambiarte siempre que algo este sucio. Yo te recomiendo lavar siempre tu calzon mientras te bañas. - Explico. Luego, la ayudo a ordenarlo.
- Ponlo por orden, asi no te demoras todas las mañanas en buscar el del dia, y donde esta cada prenda. ¿ves? Y de paso, puntos por ser ordenada. Ahora con tantos puntos por solamente verte impecable no te sera dificil conseguir el de ocio.
- Gracias Madre Stella.
- Empieza a aplicarte ¿si?
Celeste asintio con su cabeza y luego se fue. Stella, sintiendo cierta calidez en su corazon sonrio y luego vio a Stanford.
- Stanford, necesitas algo?
- Madre Stella, me porte mal. - Dijo con firmeza. Stella, naturalmente se sorprendio.
- ¿si? Digame que hizo…
- Dije una mala palabra.. - contesto bajando la cabeza – mientras caminaba por el pasillo. Me tropeze, me golpee con algo y la dije.
- Bueno, debes ser mas cuidadosa. - Contesto Stella. Se le hacia muy extraño que venga a confesarle un pequeño error.
- Debo ser castigada Madre Stella. - Insistio Stanford.
Extrañada, Stella contesto: Esta bien… Llamas o arrepentimiento?
- Arrepentimiento, ya lo elegi, ya estube arrodillada en el rincon arrepentida de mi accion. -
- Muy bien Stanford. La autodisciplina es importante. Pero si ya lo cumpliste, ¿por que vienes a contarmelo?

- Para que pueda anotarlo y llevar un buen control de mi. -

miércoles, 19 de julio de 2017

Capitulo 55

- Tsh…. Duele duele duele…- Murmuraba Celeste Kint mientras se miraba en el espejo de los baños las horribles manchas rojas de su trasero. Intentaba tocarlas levemente y mojarlas un poco con agua para aliviar el dolor. “Debi haber elegido arrepentimiento… aunque odio odio ir al rincón y estoy harta de que se burlen de mi… Pero siempre que elijo Llamas me pasa lo mismo… Aun recuerdo cuando esa vieja bruja me dejo un moretón… duele tanto…” Penso Celeste. Su piel era demasiado sensible, y le quedaban horribles marcas rojas con facilidad. Stella no sentía ninguna compasión al respecto y ni su jumper alcanzaba a salvarla de su disciplina. Celeste Kint subio de vuelta su calzon y lo estiro para que este tape toda su cola. Aun asi, las marcas se veían notoriamente en sus muslitos. Cuando lo estiro, alcanzo a ver el cartel en este que decia “Lunes”. Suspiro y recordó las burlas de sus compañeras. En especial la de Violeta.
“JAjajaja… Como baila miércoles” bromeo Violeta. Claro, miércoles es un apodo que ninguna monja reprobaría pero que hacia referencia a su torpeza de confundirse tantas veces de ropa interior. Todas cuando oian el chiste se reian, no importa cuantas veces lo repitiera.
“Debi haber elegido rincón como siempre… pero siempre las escucho burlarse mientras rezo y pierdo la concentración… “…
“- por que esta en el rincón ahora? Se confundio de vuelta? Jajajaja es tan tooonta…” Recordaba viendo sus calzones y suspirando.
Nunca habia tenido que aguantar una burla por algo tan tonto pero para ellas parecía divertirlas mucho. Intento ignorarlas pero no servia y aunque fuera una tontería, comenzaba a irritarle la insistencia. Bajo su jumper y se acomodo su uniforme frente al espejo. Lo jalo y reviso, intentando que tape su cola roja. “Imposible...” penso. Ya habian pasado 3 semanas desde entonces y todas las nuevas se habian acostumbrado a su nueva vida. Todas menos Celeste, quien aun batallaba con el internado y sus reglas. Las clases se le hacian faciles en comparacion al instituto, y le sobraba tiempo. Era deprimente pasar sus vacaciones asi de todas formas. Pero las reglas, el orden constante, el sistema tan estructurado, la vida en uniformes que la condicionaban a sentirse ociosa, deportiva o estudiosa. Las temidas monjas, su constancia y castigos. El miedo que le daban y los nervios que sentia siempre. Aun no le caia la ficha de que su vida ahora era si. Para ella vivia en un sueño, o peor, una pesadilla. Mientras caminaba por los pasillos hacia el aula, se sobo levemente y luego penso: “Debo dejar de sobarme o se burlaran de mi de vuelta...” Paso por un reloj del colegio y vio que se le estaba haciendo tarde. Camino apresuradamente y  llego a el, viendo a todas sus compañeras ya sentadas y ambas Dorm mom frente a ella.
- L- Lo siento se me hizo tarde.
- Llamas o arrepentimiento señorita. - Ordeno Stella.
Celeste sintio un latido fuerte en su corazon y puso una mano en su trasero adolorido. Miro a todas y supuso que seguramente lloraria como una bebe si tuviera que recibir otra nalgueada. Resignada, se fue al rincon y se puso a rezar. Desde el rincon, intento escuchar a las Dorm Moms.
- La mayoria de ustedes no saben lo que va a suceder este fin de semana, asi que se los volvere a explicar.- Dijo Ortiz. Las gemelas, Alice y las demas, observaron a sus compañeras reaccionar al igual que ellas cuando se enteraron del domingo de gala y la semana de examenes.
Celeste se quedo callada al instante que lo escucho y penso: “Domingo de gala? Vestido de gala? Me visitaran mis padres?…. Y stanford?”
- Kint. No la escucho rezando. Desde el principio. No creas que no te estoy vigilando. Y quiero esa espalda derechita.
- S-Si Madre Stella..- Respondio Celeste apoyandose en una rodilla y la otra e intentando ignorar el dolor en sus brazos.
Se armo un pequeño bullicio en el aula, lleno de quejas y comentarios. Si era estresante pasar por el domingo de gala con solo 6 alumnas, la tarea se duplicaba con 20.
- ¿y como sera el vestido de gala?
- Ufff.. te va a encantar, creeme. - Bromeo Amy observando el caos.
- Niñas, ¡Silencio! Cuando Kint salga del rincon las llevaremos con las modistas…… Si Alice? - Pregunto viendola levantar la mano.
- Nosotras ya fuimos ahi… Y debemos estudiar. ¿Yo creo que nuestros vestidos ya estan hechos no es asi?
- Si Alice. Son los mismos que la vez anterior.
- Entonces queria saber si podriamos quedarnos a estudiar en vez de visitar a las modistas. Claro, prefeririamos la biblioteca que estudiar aquí… estos asientos son un poco incomodos…
- Esta bien Alice, solo nosotras iremos. - Contesto Stella. El resto de las 14 chicas se fueron con las modistas, mientras Alice y su grupo se dirigieron a la biblioteca.
- ESO TENEMOS QUE USAR?
- No, yo ni loca me pongo algo tan ridiculo frente a mi familia.
Las protestas iniciaron y las quejas hasta que la vara comenzo a sonar uniformemente en todas.
Finalmente, termino un gran grupo de chicas en vestido de gala, sobandose adoloridamente. Entre todas Celeste Kint quien se habia llevado la peor parte. Harta de tantos castigos seguidos procuro ser lo mas obediente posible.
- Ya me tienen podrida con sus riduleces...- se quejo Violeta Gomez y el resto se rio. Molesta Stella se acerco y le quito un liston. El rostro burlon de Gomez se volvio desafiante, con una pisca de miedo.
- Tus provocaciones constantes estan comenzando a necesitar un castigo mayor. Capaz tenerte un tiempito por aquí en mameluco de castigo ayude a que evalues tu comportamiento- Ordeno Stella.
Entre los murmuros y las quejas, celeste se miraba a si misma sintiendose rara y confundida. Necesitaba Desahogarse, pero el grupo de Patricia parecia fascinado con su nuevo atuendo, y el grupito de las rebeldes solo meteria su cola en mas problemas.
Finalmente las dejaron ir y todas se fueron a comer. Los bulliciosos pacillos del internado estaban ahora silenciosos y casi vacios. Las alumnas que alcanzaban a divisarse siempre estaban nerviosas en preparativos para los exámenes. Camino rápidamente aunque continuo pensando preocupada. Vio el grupo de Violeta e intento esconderse de ella. Violeta ya se habia impuesto como jefa de su grupito. Todas intentaban imitarla, llevaban desprolijamente el uniforme adrede, eran burlonas y hacían bulling a las alumnas mas débiles. Era común que hagan maldades juntas e intenten despistar a las monjas separándose. En ese momento, fueron sorprendidas por una de las supervisoras. Las obligo a arreglar su uniforme, y a elegir un castigo. Todas eligieron azotes, y obedecieron, con gesto de molestia y desentendimiento. Ninguna gimio durante los azotes y Violeta hasta se mostro aburrida.
- Hare un reporte de esto Gomez.
- Si señora.
Apenas la monja se alejo, se burlaron de ella haciéndole gestos y luego presumieron lo mucho que podían aguantar y salirse con la suya. No paso dos segundos hasta que adrede se lo desarreglaron de vuelta.
“Vivir aquí es un infierno… pero ellas parecen de vacaciones. ¿Cómo hacen para aguantar tanto? … “ pensó Celeste kint sentándose con un gesto de dolor.
Por el otro lado, vio al grupito de Patricia Stanford. Eran todas niñas muy obedientes y educadas. Lucian y se veian impecables y debido a su excelente comportamiento presumían los privilegios de quienes tenían muchos puntos. Stanford habia comenzado a adelgazar y sus berrinches a la hora de la comida terminaron. Ellas eran el polo opuesto, y hasta despertaban la indignación de Alice. Festejaban cada decisión de las dorm mom, se esforzaban en cumplir todo al pie de la letra y se mostraban convencidos de que todo era por su bien.
- Ese castigo fue tan injusto… ¿Por que nos quieren hacer usar algo tan ridiculo?
- Por que crees que fue injusto? Todos los castigos que nos dan son totalmente necesarios. Deberias estar agradecida de que Madre Stella nos tenga en su consideración y se esfuerze tanto en pulirnos. Veras que terminaremos como señoritas de bien al concluir nuestra educación y será gracias a este Internado. Deberia darte vergüenza mas bien que te hayan tenido que nalguear al igual que una niña. Deberias estar orgullosa de poder usar el vestido de gala antes del dia indicado. – Protesto Stanford.
“No se a quien de las dos prefiero…” suspiro Celeste.  No quería juntarse con alguien como Gomez. Pero tampoco anhelaba ser una nerd. Sin embargo, su vida era un infierno desde que entro y se sentía muy sola. No tenia con quien hablar. Parecia que lo único que debía hacer era soportar burlas, reglas y castigos. Necesitaba tener al menos una amiga para que este lugar dejara de parecer una pesadilla. Vio a sus dos compañeras quienes reconocio del Instituto. Rapidamente intento sentarse junto a ellas para comer y solto sin querer un gesto de dolor.
- Jajaja…- Se rio la mas alta de ambas.
- L-Lo siento… aca es tan duro … y yo me quejaba del instituto.
- Es verdad, es mucho peor que halla.
- No lo se… al menos no vivo escribiendo líneas. Y alla no te dan puntos…
Celeste sonrio notando que tenían un tema en común y comenzó a quejarse:
- Los rumores de este internado son ciertos… apenas me dejan respirar, me vuelven loca, no tenemos libertad, las monjas son insoportables y… -
- ¿Quiénes son insoportables señorita…. Kint?
Celeste sintió su corazón detenerse.
- No por favor, lo dije sin querer. –
- Llamas o arrepentimiento. –
- P-P-Pero… waaa…- Protesto Celeste. No quería que se burlen de ella ni que dejen su cola mas adolorido. Finalmente opto por un rincón cercano y comenzó a rezar.
 “tengo que ser mas cuidadosa” pensó viendo de reojo y sintiendo que se burlaban de ella. Nuevamente castigada y en exposición penso en como luego de todo el año de castigos, termino internada aquí.
Los bulliciosos pasillos llenos de adolescentes hormonizadas ahora estaban vacios y silenciosos. Las pocas alumnas que habían se las veía sumamente concentradas. La noticia de como seria su domingo de gala la aterraba. ¿Sus primos y hermanos la verían asi? ¿La directora la castigaría si tiene malas notas? No sabia como pero debía irle bien.
De repente vio a Mariela, con un gesto de depresión muy grande. A Celeste, Ella se le hacia muy cool.  En cambio detestaba a la niña molesta que la perseguia todo el tiempo. “La gemela tonta” la llamaba Celeste, aunque realmente no sabia – ni recordaba – su nombre, a pesar de tenerlo escrito en su uniforme. Esto era, por que sus nombres eran parecidos, por que ambas eran idénticas, por que en ocasiones se sincronizaban y se comportaban igual. Y… por que sencillamente a celeste no le preocupaba encontrar diferencias.
“Mirala como corre alrededor de ella. Se cree que es una caricatura.” Protesto. En un momento – y como era de costumbre- Amy Hastur se tropezó enseñando todo su trasero. “Da vergüenza ajena. Espero que su hermana no aparesca sino la pesadilla se duplica.”
Claro, amy intentaba alegrar a su deprimida amiga como siempre. Pero en ese momento no servia de nada.
Si bien Celeste es timida, sintió confianza y la saludo a Mariela.
- Marie… como estas? Hola! Preparandote para el domingo de gala?
- Si… va a ser horrible. Odio este lugar. Y ahora no podemos dejar de estudiar ni un segundo… Hola celeste, perdona que no te salude. - Respondio Mariela. De ser otra persona, seguramente no le hablaria. Pero Celeste se estaba volviendo una de sus spankees favoritas, termino que el lector seguro entendera.
- No seas asi Marie!! Vas a ver que va a ser super divertido. Van a haber dulces, y juegos… y…-
- UFff… Divertidisimo. – Interrumpio Celeste.
- Jajaja…- Se burlo Mariela. Amy estaba sacandola de quicio. Hasta deseaba que la castiguen asi se tranquilizaba un poco.
Amy- Molesta y un poco celosa- contesto: Jajaja… que gracioso “miércoles”.
Celeste se sonrojo y fruncio el seño. Mariela interrumpio:
- Estas estudiando mucho? Los exámenes son difíciles.
- Aqui no es tan dificil como el instituto. Jajaja…
Amy, que continuaba celosa bromeo:
- Solo es dificil acordarse del dia no?
Celeste, adolorida y harta de tanto autocontrol se enfadado, la miro fijamente y le dijo sonoramente: ¿Me queres dejar de joder pelotuda?
- ¿Que me dijiste? - respondio Amy.
- No peleen...- Respondio Mariela… un poco despreocupada en realidad.
- Ya me tienen podrida. PODRIDA!! -
Amy, aprendio por las malas las consecuencias de pelearse en Saint Francis. Con mucho mas autocontrol que su contrincante y suponiendo que sus gritos atraerian monjas se quedo callada mientras ella continuaba quejandose.
- Al menos no soy una niña tarada que camina dando saltitos como si tuviera un problemita mental.
- KINT!!- Escucho Celeste a una voz exclamar. Volteo dandose cuenta de que era Ortiz. Celeste y Ortiz no se llevaban precisamente bien. Celeste aun recordaba todo el dolor y humillacion que paso por su culpa con muchisimo rencor.
- ¿¿Acaso esa es la forma de hablar de una señorita?? - Protesto Ortiz poniendo las manos en su cintura.
- Ella se esta burlando de mi!!!- Señalo Celeste.
- Yo para nada Miss Ortiz. - Sonrio Amy, poniendo gesto de angelita. Ortiz fruncio el seño y la cara de Amy se lleno de miedo. Las gemelas tenian fama de mentirosas, despues de todo.
- Si, es cierto!! Se burla de mi como todas!! Se quejo.
- Llamas o arrepentimiento. - Ordeno Ortiz. Amy sonrio y ella se corrigio: Las dos.
- ¿POR QUE YO??
- Me va a castigar?? ¿Por culpa de que ELLA me molesta?
Ortiz, decidida, continuo contando y al ver como el numero llegaba peligrosamente al 10, Amy adopto su posicion de castigo. Al ver esto, Celeste se unio a la competencia adoptandola tambien. Fue primero el turno de Celeste a quien le levantaron el jumper. Furiosa y considerandolo absolutamente injusto, recibio el castigo varias veces. Termino llorando mientras este se repitia una y otra vez, volviendose imposible soportar los 40 azotes. Sobandose los ojos y el trasero, no quiso perderse el castigo de quien la metio en dicho problema. Despues de todo, las gemelas tenian fama de ser lloronas e incluso celeste les sacaba una cabeza.
- ¿Por que falda levantada?!
- En silencio señorita!
- OW!!
Ortiz comenzo a azotarla rapidamente y Amy hizo su escena de siempre, llorando, pataleando, pero no moviendose de su posicion. Salto en su lugar tomando su cola al final de los 40 azotes.
- Quiero que las dos se porten bien ahora. Recuerden que el domingo de gala es esta semana.
- SI Madre Ortiz. - respondieron ambas.
Si bien ambas lloraban, Amy solo lagrimeaba, mas emberrinchada que otra cosa, protestando por el castigo injusto, y sobandose. En cambio, Celeste se mostraba frustada y deprimida, sollozando tanto por dolor, como por indignacion, impotencia y coraje. Al ver a sus dos spankees favoritas ser castigadas, Mariela no pudo evitar sentir mucho morbo. Pero tambien lastima. Sin embargo, a verla a Amy, se rio apenas se sintio a salvo.
- ¡¿De que te reis?! - Protesto Amy con un puchero.
- Ya necesitabas una estabas insoportable.
- Sos una tooooooontaaa!!- Protesto sacandole la lengua.
- Quedate asi un poco asi te dibujo. - Bromeo Mariela y Amy la obedecio bromeando.
- ¿De que se rien!!- Protesto Celeste acongojada. - Esto es horrible...-
- Pues ambas se lo merecian...- Contesto Mariela. Amy volteo los ojos y se encogio de hombros.
- ¿ lo merecia?
- Ummm… Tubimos suerte de que no nos quitaron nuestros listones… Crei que iba a poder convencerla a Miss Ortiz. Claro, si fuera mi hermana seguro me perdonaba. O al menos me daba sobre el jumper...- protesto Amy aun sobandose.
- Eso fue re injusto.
- 20 azotes por decir malas palabras no es injusto. - Contesto Mariela. - Haberte quitado un liston lo hubiera sido…
- Pense que la iba a convencer… Mi hermana tiene toda la ventaja siempre. Con ese comportamiento de niñita buena..
- No fueron 20. Fueron como 100.
- Ay, por que vos lo empeoraste. - Se quejo Amy. - Es OBVIO que si te pones a insultar a los gritos te van a castigar. Si hubieras obedecido desde el principio hubiera sido muchisimo menor. Siempre te queres hacer la mala como si fueras Gomez o Rhonda, o Jessica o no se que y te va peor. -
Celeste se quedo titubeante y protesto: En mi antigua escuela…
- Ahora estamos encerradas aquí y las cosas aca son de esta forma.
Cabisbaja, Celeste respondio: Si, pero 40 azotes… son muchos….
- Si podes resistirlos con tu cola roja luego de haber recibido como 40, podrias resistirlos desde el principio. - Insistio Amy.
Celeste se limpio las lagrimas, las nuevas ideas intentando meterse en su cabeza. “Amy es mas pequeña que yo y tampoco resiste mucho. Pero ahora ambas me miran con cara de “ES obvio que debiste intentar resistirlas desde el primer momento”. Penso. Nego con la cabeza obstinadamente “Este lugar las debe estar volviendo locas...” Penso. “Capaz el domingo de gala convenza a mis padres de que mi saquen de este infierno...”
- Hey, desperta!! Ya pareces mariela. - Bromeo Amy.

- Ya es nuestra proxima clase. - Contesto ella, ignorando la burla de su amiga.

martes, 18 de julio de 2017

Capitulo 54

En berzegui, los días suelen ser muy soleados. Incluso en invierno. Y rara vez llueve. Suele sin embargo, ser ventoso.  Sus habitantes gozan de este clima privilegiado y eso explica también que las chicas tengan un uniforme tan poco invernal.
Las chicas disfrutaban de un hermoso y soleado sábado. Y su ultimo finde tranquilo antes del próximo domingo de gala y del temido ingreso a clases.
Rhonda y Annie, como siempre escondidas, se encontraban recostadas juntas bajo un árbol. Annie, con su cabeza recostada en las piernas de Rhonda. De repente, el viento comenzó a soplar con violencia. Pero ellas estaban tan distraídas que no lo notaron. El cielo se lleno de nubes negras y quienes estaban afuera ingresaron rápidamente. Todas menos Rhonda y Annie.
Finalmente, la tormenta se volvió tan inminente que hasta Rhonda lo noto.
- Debemos entrar. – Se apresuro Rhonda. Pero si bien, ella se adelanto, Annie se retraso. ¡ Annie amaba las tormentas! Jugo un poco con el poderoso viento levantando su larga falda, dejándose arrastrar por el, y viendo la naturaleza en caos desde un primer plano. Cayeron varios poderosos rayos, pero Annie solo se divertia. Ortiz, alcanzo a verla por una ventana, a la niña jugando en medio de la tormenta.
- ANNIE!! – Exclamo y salio corriendo  a atraparla. En el momento en que la agarro, el diluvio se largo. El agua caia con violencia empapándolas mientras los truenos caian con violencia.
Como si fuera una muñeca, la alzo y la llevo corriendo a la casa de las Dorm Mom.
Ya adentro, agitadas y empapadas las dos Ortiz regaño muy molesta a Annie.
- ANNASTACIA HASTUR!!- Exclamo mientras Annie se encogia al escuchar el grito.
- ¿Me queres decir que estabas haciendo??
- Yo solo jugaba!!
- NO VEIAS LA TORMENTA ACASO? CAIAN TRUENOS!! AHORA VAS A VER!!- Exclamo. De un jalon, la recostó sobre una rodilla, levanto su larga falda y bajo sus calzones reglamentarios, revelando la dinminuta cola.
Asustada, Annie pataleo y tapo su cola.
- Madre Ortiz, ¡¡estamos empapadas y muero de frio!! – Suplico Annie. Sin embargo eso no la salvo de una buena nalgueada.         Annie comenzó a patalear y gemir mientras la enfadada monja le dejaba su cola bien roja. Cuando Annie comenzó a llorar, Ortiz finalmente se tranquilizo.
- Es verdad. No quiero que ENCIMA te enfermes. Ve a bañarte. – Ordeno. La hizo entrar en su habitacion, en su ducha. Tomo algo de ropa casual e intento secarse con una de las toallas. Luego se bañaría también, pero ahora su prioridad era darle un buen castigo a Annie. Annie, nerviosa y sabiendo lo que esperaba hizo el baño bien largo. Finalmente salio, y dijo: Mi uniforme esta empapado que me pongo??
Ortiz no había pensado en eso. “Que podre ponerle. Con lo petiza que es dudo que halla algo de su talla”.
- No hay otro uniforme aquí?? – exclamo Annie.
- Esta es la casa de Maestras. Obvio que no hay nada que pertenesca a las alumnas. – Exclamo. Hasta que recordó algo.
“El disfraz de mi sobrinita!”
Lo saco de su bolsa. No era un disfraz muy practico. Era un mameluco gris, con patas y manos de conejo el cual se abotonaba por la espalda. Tenia una capucha con orejas.
Ortiz abrió la puerta y Annie se tapo sus genitales.
- Lo único que encontré. – Dijo mostrándole el disfraz de conejito.
- ¿Eso? Es un disfraz. No, que tonto. No voy a usar eso. – Protesto. – Hasta la capucha tiene carita y mejillas rosas… -
- ¿Perdon? ¿Acaso te olvidaste de lo mal que te portaste? Y no vas a estar desnuda. No hay mas ropa aquí, y la tormenta continua.
- De donde sacas… Saco eso? – Pregunto Annie indecisa.
- Es de mi sobrinita de 11. Pero te quedara bien. -
Annie se sonrojo, molesta ante el comentario. Pero Ortiz continuo insistiendo mostrándole el mameluco y abriéndolo para que meta sus piernas en el.
- Vamos Annie. Te vas a resfriar. Hace caso. –
- Pero…- Protesto y metio sus piernas en el  hasta que sus pies quedaron adentro. Ortiz se lo subio hasta las piernas y la obligo a meter sus manos, las cuales quedaron atrapadas en los guantes que el mameluco traía incorporados junto a sus brazitos. Finalmente, la ayudo a intentar pasar su cabeza por el elástico del cuello. Este era un poco resistente, y fue difícil ponérselo, como si fuera un sueter viejo que queda chico. Luego de hacerlo, Annie solo vio oscuridad hasta que con dificultad y la ayuda de Ortiz, saco su cara por la abertura de la capucha, sintiendo como se apretaba el elástico ajustaba su cuello, y la abertura de la capucha apretaba su mentón, rodeando su cara alrededor de arriba de sus cejas y hasta sus mejillas. Para finalizar, Ortiz abotono los numerosos botones de su espalda. Finalmente vio a una avergonzada y cabisbaja annie con su disfraz de conejita.
- Me siento… tan tonta…- Protesto sonrojada.
- Te ves tan tierna!!!- Festejo abrazándola. – AWWW, HASTA TENES UN POMPON EN TU COLITA!!- comento fascinada. Pero repentinamente se puso seria. Soltandola, puso sus manos en su cintura y comenzó a regañarla firmemente a Annie.
- Annastacia Hastur. ¿Acaso usted sabe lo PELIGROSO que fue correr por medio de una tormenta? Debio haberse metido al edificio apenas lo hicieron todas. Desobedeciste cuando te llamaron y te arriesgaste. ¡¡Es una tormenta eléctrica!! –
Annie, cabisbaja, escuchaba los regaños entrar por sus oídos e ir directamente a su corazón. Las chicas del Saint Francis estaban acostumbradas a castigos, pero no a regaños. Casi nunca eran regañadas. Todo lo que sucedia, sea bueno o malo, se daba como una consecuencia directa de sus actos. Buen comportamiento = Puntos, Mal comportamiento = castigo.
Pocas veces había algún tipo de anticipo al castigo mas que la orden de obedecerlo. Sea que ellas estén de acuerdo o no, no importaba. Inmediatamente debían cumplirlo antes de que el castigo se duplique, o peor. Sin embargo Ortiz la estaba regañando al igual que una niña, mostrando una genuina preocupación por ella. Lo que en un principio, parecía un castigo injusto, por algo tan tonto como jugar bajo la lluvia adquiria una nueva magnitud. Realmente pudo haber estado en peligro, o al menos por como lo explicaba Ortiz.
- Usted se ha portado MUY mal señorita. ¿esta claro? Normalmente serias enviada al purgatorio, pero dado a que estamos solas me encargare personalmente de esto. Le voy a dar una nalgueada de la cual no se va a olvidar y luego se va a quedar en el rincon hasta que me bañe y arregle el desastre que hicimos. –
- Si Madre Ortiz… Lo siento… fui descuidada… - Contesto Annie, empezando a sentirse arrepentida de lo que hizo.
- No te preocupes Annie. – Dijo abrazándola. – Eres una niña. Asi las niñas aprenden ¿si? No vuelvas a hacer esto. – le explico. Vio el pomponcito en su cola y luego pensó en algo: La niña definitivamente necesitaba una nalgueada a cola desnuda. Pero desvestirla y dársela desnuda seria un problema. El disfraz, no permitia desnudar su cola. La tomo de la mano, o de la pata y la llevo a la cama. Se sento y busco su cepillo. “No es una nalgueada a cola desnuda… pero ayudara. Y será mas fácil castigarla ahora que luego de desnudarla. Debi haberlo pensado antes. “
Annie vio el cepillo asustada y la orden de Ortiz de recostarse.  Sintio las orejas de su disfraz, caer contra su cara al hacerlo. Apenas se recostó, Ortiz busco con la mano la parte “castigable” de su trasero. El mameluco y el pompón no permitia reconocerlos a simple vista. Luego de unos segundos, la fuerte nalgueada comenzó. Primero lento, hasta que progresivamente, se convirtió en un largo y doloroso castigo. Los regaños se mantuvieron de inicio a fin, con Annie pataleando y llorando mientras admitia haberse portado muy mal y merecer su castigo. Luego de una larga y muy dolorosa cepillada, Annie lloraba desconsoladamente en las piernas de Ortiz, quien a ciegas se encargaba de hacer que no vuelva a cometer semejante tontería. Al finalizar, la consolo sentándola en sus piernas, mimandola y abrazándola mientras la tierna y dulce niña prometia no volverlo a hacer. Una vez mas tranquila, la toma de la mano y la lleva a un rincón.
- Te quedas aquí, castigadita, pensando en lo mal que te portaste y en que no volves a hacerlo. –
- Si Madre Ortiz…- Responde Annie e intenta arrodillarse.
- No mi amor, de pie. – Dice, y la permite pararse. Annie intenta sobarse desesperadamente pero es imposible con su disfraz. Acomoda las orejas de este hacia detrás de su nuca y espera mirando al rincón.
Con annie castigada mirando a la pared, Ortiz se ducha, se cambia y luego arregla el desorden, cambiándola de rincón en rincón mientras se encarga de secar todo el desorden que hicieron. Mientras, con su cola hirviendo y el ridículo mameluco, Annie es paseada por cada rincón de la casa, llorando y escuchando la fuerte tormenta afuera. No le molestaba tanto haber hecho lo que hizo, pero si hacer preocupar a Ortiz. Su corazón dolia tanto como su cola en ese momento.
Era tierno ver a Annie en su rincón mientras limpiaba su desorden. La chica emanaba un aire de arrepentimiento , de conejita castigada tan grande… La paseo por los rincones de cada habitacion mientras pasaba el trapo, secaba el enchastre y ponía a secar sus ropas empapadas. Al terminar, fue hacia ella y la abrazo.
- Suficiente castigo conejita- Dijo Ortiz. Abrazo a Annie por las espalda y la volteo. Vio su cara llena de lagrimas y de incomodidad y la abrazo.
- Perdooon, lo siento, no lo vuelvo a hacer!!!! – lloro de vuelta Annie abrazándola.
- No te preocupes bebe. Ya cumpliste. – dijo limpiándole las lagrimas. Luego de mimos y abrazos, la solto. Annie fue a la ventana y vio como la fuerte tormenta azotaba el lugar. Ortiz pudo notar la gran incomodidad que sentía, constantemente intentaba sobarse su pobre trasero en vano. En un momento, se corta la luz, y Ortiz tiene que poner velas. Pero Annie no puede ayudarla en nada. El disfraz estaba muy mal hecho, y tenia guantes incluidos. Esto hacia que annie tenga dificultades hasta para abrir una puerta.
“Cuando se seque tu uniforme te lo pondrás de vuelta. No estarías en esta situación si te hubieras portado bien desde el principio.” Decia Ortiz siempre que Annie protestaba al respecto. Ortiz no tenia mayores problemas, la tierna y adorable annie necesitaba ayuda hasta para comer. Con su colita hirviendo estaba mucho mas sensible, dócil y cariñosa. Por eso se dejaba dar de comer en la boca.
- Por que bailas asi? – Se rio Ortiz viéndola.
- N-Necesito ir al baño!! Pero no puedo quitármelo. Me ayuda Madre Ortiz por favor?
- Ya te dije que podias llamarme mami Ortiz. Vamos conejita. –
Luego de un largo proceso, le quito el disfraz, Annie hizo sus necesidades y luego se lo volvió a poner. Esto se repitió cada vez que ella quería ir al baño.
Finalmente, fue la hora de irse a dormir. Sin embargo Annie no podia conciliar el sueño, y repentinamente empezó a llorar.
- Que pasa bebita? Te duele tu cola y no podes dormir?
- No puedo dormir sin mi peluche…. Y… Extraño…- Dijo llorosa Annie.

- Awww… pobrecita. No te preocupes. Dormimos juntas. – Le ordeno. Abrazandola, se metio con ella a la cama y ambas durmieron abrazadas.

domingo, 16 de julio de 2017

53

“No mas por favor!! AYYY AYY!! NO MAS POR FAVOOOR!!”
Ortiz suspiraba, mientras Stella y ella trabajaban en los informes de las alumnas.
- La mayoría de las chicas mejoro mucho su rendimiento en estas 3 semanas. El método disciplinario comienza a dar frutos. Poco a poco comenzamos a corregir sus errores hasta que ya no queden rastros de ellos. Ya no son necesarios tantos castigos como al principio. La única excepción a esto fue Gomez.
- La primer semana Gomez Violeta fue al purgatorio. Desde entonces se registran pocos castigos por desobediencia o faltas de respeto. Hubo que trabajar mucho en que las nuevas aprendan a cumplir sus reglas.  -
- Es difícil, algunas aun están muy nerviosas o asustadas. Cuando se tranquilicen cometerán menos errores.-
- Te encargo eso Ortiz. Tu eres buena para esas cosas. –
“No mas por favor!! AYYY AYY!! NO MAS POR FAVOOOR!!”
“Lo soy…?” Penso Ortiz,  y suspiro nuevamente.
- Sin embargo luego de la primer semana, Gomez Violeta mantuvo una falta de respeto constante. –
- Esa niña es terrible. Las supervisoras siempre me envían informes de ella. Y lo peor es que sus amigas la imitan. Piensan que es gracioso. Minimo reciben las 5 2 castigos al dia. Gomez ha llegado a recibir 4. – Menciono Ortiz. – Casi siempre son azotes. Pero el ultimo elige rincón. Luego de eso, vuelve a ser obediente y dócil. Se tranquiliza por un dia, y vuelve a su rutina. –
- Hay que comenzar a castigarla con su jumper levantado. Pocas veces ha logrado conseguir el uniforme de ocio. Tarde o temprano deberá cambiar. En cuanto a las otras, no parecen seguir su ritmo con la misma facilidad. Ultimamente a mi nadie me falta mas el respeto. –
- No debemos descuidar a las viejas. Presiento que en algo raro andan. – Contesto Ortiz.
- Las clases de etiqueta las están ayudando bastante. Son muchísimo mas educadas y siempre me saludan con una reverencia como corresponde. Deberiamos meterla a gomez ahí. -
“No mas por favor!! AYYY AYY!! NO MAS POR FAVOOOR!!”
Ortiz suspiro de vuelta.
- Esta chica…. Patricia Stanford. Siempre que la veo esta en uniforme de gimnasia. – menciono Stella-
- Recuerda que asignamos todas sus clases a gimnasia. Tambien esta siguiendo una dieta especial. – Explico Ortiz. Si, el internado es muy estricto incluso con eso. Cualquier chica con sobrepeso es sometida a un intenso régimen y chequeos de salud. Tambien se continúan cualquier tipo de tratamientos médicos, y se las lleva a especialistas en caso de ser necesario.
- Fuera de eso, ¿su desempeño ha sido excelente no es asi?
- Es muy educada, y respetuosa. Siempre tiene todo impecable. Pero ha recibido numerosos reportes y castigos por parte de las profesora de educación física. Es muy voluble cuando se enoja. Ha pasado lo mismo en el comedor. Una de las supervisoras la descubrió teniendo un berrinche con la cocinera. –
- Vaya…. ¿Y creo que ha bajado de peso no es asi? Pronto habrá que confeccionarle un uniforme nuevo.
“No mas por favor!! AYYY AYY!! NO MAS POR FAVOOOR!!”
Ortiz volvió a suspirar, y sacudió su cabeza. Stella hizo una pausa y la miro.
- A ti que te pasa que estas tan deprimida. –
- Celeste Kint….
- Es una de las chicas que enviaron de Saint Francis School no?
- Su informe solo dice “Falta de disciplina y malas notas.” Pero parece una buena chica. La directora tendrá sus razones… Se que ella y otras 2 reprobaron el año. – Explico Ortiz.
Ya no alcanzaron a darle clases personalmente a cada una, y tuvieron que derivarlas a las especialistas de distintas materias en sus propias aulas especiales.
- Que paso con ella.
- Se volvió a confundir de calzones, y encima tenia su cama desarreglada. Eran 3 castigos, uniforme, disciplina e higiene.
- Higiene?
- Eran calzones del dia anterior los que tenia puestos. Pense que iba a elegir rincón, y alze su jumper. Pero elegio azotes. –
- Esta bien. Le diste una buena lección?
- Cuando recuerdo sus llantos… - Suspiro Ortiz. – Lloro desde el azote numero 10. Se sacudió y se retorcio. Lo hizo tantas veces que tuve que volver a empezar a cada rato. Le habre dado como 200 entre todas las veces que se reinicio al azote 15. Y fue 2 veces. Su cola quedo muy roja e hinchada y luego caminaba raro. Sus compañeras se burlaron y tuve que castigarlas también. Quedo muy adolorida, y durante todo su castigo solo lloraba, suplicaba y pedia perdón. Pero tuve que cumplir con el castigo, sino pensarían que le dan preferencia… Exagere mucho con la pobre…. Ahora debe odiarme. –
- Hiciste muy bien Ortiz. Es la única forma de que ellas aprendan. Si comparamos su informe actual con el del de su comportamiento y notas durante su estadia en el instituto, podemos observar un incremento notable. Su desempeño escolar alcanza al de la media y por momentos lo supera. Es muchisimo mejor al que llevaba en el instituto y es gracias a nosotras. En el resto de sus aspectos vemos que aun le falta disciplina pero de a poco ira aprendiendo como todas.
- Deberia haber otra forma de educarlas. Siento que lo único que hacemos es pegarles. –
- Las estamos guiando. Y hay notables mejorías gracias a eso. Si nos tomamos el esfuerzo de realizar todos estos chequeos y controles, es para poder aprovechar las herramientas estadisticas y trabajar con ellas. Tu solo confia en el sistema.  Solo mira a las gemelas y Mariela. ¿Recuerdas lo difícil que era al principio que hagan las cosas bien? Hasta Jessica aprendio y era la mas problemática. Ellas no lo saben pero si les hacemos mucho bien.
- Si tu dices….-  contesto Ortiz, se limpio un poco el sudor de la frente y Stella continuo:
- Annie Hastur…. Por lo visto se ha estado por tando muy bien. Nunca veo reportes tuyos, y siempre obtiene puntos. Pero sin embargo las supervisoras y yo la vemos comportarse igual que siempre. ¿No le estaras dando preferencia no?
Ortiz no respondio. Las imágenes y llantos de la chica con la que se excedio continuaban en su cabeza.
- No me quites a Annie. Es la única en quien siento que puedo hacer una diferencia. – Suplico Ortiz.
- Creo que estas muy estresada. – Respondio Stella cerrando el libro de informes. – Que tal si te tomas el dia libre? Venimos trabajando mucho. Hoy tu, y el otro dia yo.
- Y las niñas?
- Pues hay suficientes supervisoras. Yo me encargare, no te preocupes. Ve, y relájate un poco. –
Ortiz hizo caso. Tomo su auto y se fue a pasear. Intento relajarse mas y olvidarse del horrible recuerdo. Fuera de las paredes – y rejas- del internado, Ortiz gozaba de un alto nivel social. El internado daba una mas que excelente paga, ella gozaba de una pequeña mansion muy cerca del internado, y un departamento en el centro. La pequeña mansión, aunque pertenecia a la familia, tenia su hermosa apariencia gracias a la inversión de Ortiz. Aun asi era poco frecuentada debido a lo alejada que era, y usada mas bien como casa de campo. Casi siempre la usaba Ortiz, cuando quería alejarse del internado. El departamento era mucho mas pequeño, pero muy bien ubicado. Sus hermanas, sin embargo eran simples amas de casa. Que para la época era a lo que normalmente una mujer aspiraba. Una de ellas, tenia una hija de 11 años, alta y un poco gordita. La otra, una niña de 10. Salio a pasar y visito una de ellas a quien justo estaba visitando la otra.
Escucharla hablar a ambas era fascinante para Ortiz, por que gozaban lo que ella – dada su devoción – no podrían tener. Hijos y un marido. Siempre escuchaba fascinada las aventuras y desventuras de sus hijos. A su vez, cizañosas, ellas le presumían siempre y le resfregaban por la cara estos. Sentian envidia de la independencia de la que gozaba Ortiz, y del gran nivel económico.
- La próxima semana, mi niña tendrá una fiesta de disfraces. Aun no se que le comprare. – presumia su hermana. Ortiz amaba a sus sobrinitas y siempre les hacia regalos. Eran su única oportunidad de dejar salir su lado maternal. Pero sufria frente a como sus hermanas le reprochaban no haberse casado, dedicarse a eso, y la constante presunción de la felicidad que le traían sus niñas. Aun asi, las consentia.
Intento como sorpresa, comprarle un disfraz a su sobrinita. Busco locales y finalmente le compro un disfraz de conejita. Lo guardo en el auto y luego fue a dormir a su casa. Al otro dia, volvió al internado, a la casa de dorm moms. ¿Mencione que las Dorm Mom tienen su propia casa? Esta hasta incluye un departamento individual para cada dorm mom, aunque la cocina sea comunal.

Al bajarse del auto, recordo que aun llevaba el disfraz en el. Por las dudas, lo llevo consigo y lo guardo en el armario.

sábado, 15 de julio de 2017

Capitulo 52 Y saint francis origins.

Esa mañana comenzó con un acostumbrado chequeo de uniformes y orden. Las primeras ya estaban recibiendo sus azotes matutinos mientras otras se sobaban intentando aliviar el dolor de su trasero. Estas, pertenecían como siempre al grupito de Gomez quien parecía aun terco con aprender su lección. Ortiz termino de azotar a la ultima chica hasta que al final, la espero una ultra nerviosa Celeste Kint. Ortiz notaba que la chica siempre estaba asustada y por eso se despistaba y cometia muchos errores. Aun asi, aun le quedaban agallas para revelarse de vez en cuando. Firme, Kint esperaba mientras revisaban su uniforme.
- Cama desordenada… y uniforme desprolijo. Y estas Trenzas. Señorita Kint. Todos los días lo mismo ¿no? Llamas o arrepentimiento.
Celeste inmediatamente se inclino imitando a sus compañeras. Ortiz, que venia de azotar chicas con mucha resistencia, intento ser mucho mas leve con kint. Según los informes es muy sensible y tiene muchos problemas para soportar los castigos. Celeste, quien quería imitar al resto de las compañeras, y quien estaba siendo nalgueada frente a todos apretó los dientes y su falda con sus manos, cerro los ojos y pudo soportar los 20 sin ni un solo  gemido.
Frente a esto, Ortiz pensó que capaz estaba siendo demasiado floja. La niña siempre comete errores y no puede vivir nerviosa. Celeste volvió a elegir llamas, y esta vez Ortiz comenzó con un fuerte azote que hizo saltar y sobarse con ambas manos. Al hacerlo, su jumper también reboto revelando su ropa interior.
- … Espera un segundo…- Dijo y luego de que celeste se inclinase de vuelta Ortiz alzo su falda.
- Celeste, Otra vez calzon del dia equivocado!! – Protesto.
Celeste se puso roja como un tomate y se paro tapándose. Toda la habitacion estallo en risas, y mientras intentaban callarlas Celeste se excusaba. –
- N-No me di cuenta!!
- Te bañaste hoy? Tenes que lavar todos los días tus calzones. Mira si te lo vas a olvidar puestos. ¿Usted necesita un buen escarmiento no es asi? Te ganaste otro castigo luego de este. – Exclamo y le dio un fuerte azote en el centro de su cola. Celeste volvió a saltar mientras escuchaba a sus compañeras burlarse.
- L-Lo siento…- Suplico Celeste, empezando a llorar, no tanto por el dolor sino por la humillación.
- A tu posición. – Ordeno Ortiz. Con su alumna inclinada, atrapo el jumper asi siempre enseñaba sus calzones. Molesta, y pensando que capaz la chica la probaba pensó en darle los 10 azotes directamente en sus muslitos. La tomo y al decimo azote la niña comenzó a sacudirse , patalear e intentar tapar su cola.
- Celeste!! Empezamos de vuelta.
- Waaaa No mas por favor…- suplico.
- Tenes que aprender tu lección!!- Protesto Ortiz. Nuevamente concentro los azotes en los muslitos. Celeste hizo todo su esfuerzo pero para el decimo ya estaba retorciéndose del dolor, llorando, saltando y tomando su cola.
- Duele duele, no puedo mas. Por favooooor
- De vuelta señorita!!- Ordeno, reclinándola. Intento sin embargo dar los azotes en la parte mas carnosa de su cola asi ya terminaban. Pero al azote 10, Celeste nuevamente lloraba desconsoladamente y frenaba agachandose y tomando su trasero.
- Si seguís moviéndote esto va a ser eterno. Concentrate en recibir tus 20 azotes. Aun te queda otro castigo.
Balbuceando entre lagrimas y meneando su trasero intento soportarlo mientras Ortiz la azotaba bajando un poco la fuerza. Pero otra vez, Celeste termino haciendo su baile saltando y tomando su trasero al quinceavo azote. Viendola nuevamente inclinada con sus piernitas temblando, no era necesario ni bajar su calzon para ver que su pobre colita comenzaba a hincharse notablemente. Debia arderle como el infierno ya. Mientras Stella manejaba a las burlonas, Ortiz pensaba que hacer con su alumna. Con ella quieta, intento tomarla firme y darle los azotes bien espaciados, débiles y en toda su cola para que el dolor no se acumule. Celeste finalmente pudo resistirlos, e intentando continuar firme Ortiz insistió.
- Tu próximo castigo. Llamas o arrepentimiento? . Pregunto Ortiz intentando continuar con su terquedad.
La niña se tapo la cola y negó con la cabeza. Y Ortiz la hizo ir al rincón y ponerse en su posición. Sintio mucha culpa al ver por el castigo tan terrible que la hizo pasar por solo equivocarse de calzon. La revisión termino, con una llorosa Celeste castigada en su rincón. La pobre otra vez no podia concentrarse en terminar sus rezos. Ortiz la vigilaba pero ella estaba muy perdida en su llanto. Mientras las alumnas comenzaban su dia y se preparaban para sus clases. Celeste yacia arrodillada en el rincón, sus calzones equivocados a la vista lo cual generaba muchas burlas de quienes pasaban y la veian.
“Que lindo martes que es hoy no?”
- Waaa Basta!!
- Celeste, concentrate en tus rezos. Empezas tu rosario de vuelta. Estas castigada no podes hablar.
- P-Pero me estan molestando…
-  Niñas, no la molesten mas. - Ordeno Ortiz. “No puedo creer que la este haciendo pasar por tanto solo por un calzon… Pero debo seguir con el protocolo de castigos. Sino las demas diran que le doy preferencia.”
Luego de un largo tiempo Celeste finalmente termino. Parandose debastada, se tomo su cola hirbiente y se la sobo sin parar parandose en un pie y el otro e intentando hacer que el horrible dolor desaparesca. Ortiz la vio sintiendo lastima e intento abrazarla. Pregunto debilmente “Aprendiste tu leccion?” Pero cuando la intento abrazar, Celeste se libero del abrazo y salio corriendo.
- N-No podes correr por los pasillos!!- le exclamo y vio que se encerro en el baño.
“Ya deberia estar en clases…. Si no van las demas protestaran. Aparte… esto se volvera mucho mas comun cuando empiezen las clases en el instituto”. Ortiz se acerco al baño y vio que estaba encerrado. Observo como la pobre niña lloraba desconsoladamente. Luego se lavo la cara e intento mojar su hinchada cola con agua fresca.
- Celeste, tienes tus clases ahora. Por favor veni de vuelta.

La niña salio cabisbaja. Ortis la tomo del brazo y la llevo consigo. Ortiz observo como la pobre tenia muchisimas dificultades para sentarse, y no podia disimular el dolor. Se sobaba constantemente, y a veces lagrimeaba. Siempre que se sentaba o paraba gemia y caminaba con mucha incomodidad. Las otras alumnas se burlaban frecuentemente de ello y la pobre Celeste se sentia muy humillada. Castigo en un par de ocaciones a las rebeldes, pero como ya mencione anteriormente, ellas resistian con facilidad los azotes sobre la falda, y no evitaban que deje de molestarla a Celeste. Penso entonces, dar castigos mas severos. Obligandolas a inclinarse, levanto su falda y dio los 20 en los muslos obligandolas a salir de su posicion y reiniciar el castigo. Pero al hacer esto, y ver como cedian ante la disciplina, Ortiz se pregunto: “¿que estoy haciendo?”


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Com mencione anteriormente hize una larga modificacion a la historia. La cual dentro de poco comience a subir. Pero como seguramente de flojera a ustedes leerla la resumi aca. Aunque dentro de la historia esta distribuida a lo largo de los capitulos. Ah, la abuela de las gemelas fue a Saint francis.

Rhezo angele es un país que desde afuera, fácilmente puede ser criticado. Rhezo Angele se puede traducir en su lengua antigua, como nido de angeles.
Se ha sabido que multiples gobiernos han interpretado las distintas practicas religiosas a sus propias conveniencias, y han hecho estas representar sus ambiciones.  Rhezo Angele son un perfecto ejemplo de estos. Historicamente se ha concebido a los “Angeles” (como se denomina a los habitantes de dicho país)  como precisamente, descendiente de los angeles. Historicamente según los habitantes de dicho país ya que los otros países no lo comparten en absoluto, y de hecho se refieren de forma totalmente opuesta a ellos. Paises que no comparten tal verdad no cabe otra según los valores de Rhezo Angele e inmediatamente van a la guerra. Asi Rhezo angele se consigue sus riquezas. Es un país sin lugar a dudas primer mundista, vive de lo saqueado. Sus 80 colonias siguen sus mismas y exactas creencias, solo que gozan de menos privilegios. Es un país de clima caluroso y seco, con ciertos lugares de muy baja temperatura. De cuanto a sus habitantes, ¿Qué se puede decir? Viven en unos eternos 50 americanos…. En un clima estricto y de disciplina. De pantalones cortos hasta los 18 años. El 80% de los hombres al cumplir los 18, entran en el servicio militar y a sus 21 ya participan en su primera guerra. Asi, viven de guerra en guerra hasta su muerte. Dada la situación, en esta sociedad las mujeres remplazaron el roll del hombre  manteniendo la sociedad mientras los hombres dependían del país. Dado que los hombres poseen mayor masa muscular eran naturalmente considerados como guerreros. Pero dada la necesidad y las demostraciones a través de la historia, las mujeres eran consideradas muchísimo mas inteligentes. De este orden y necesidad, surgio precisamente la universidad católica. Era raro, ver a un hombre “salvaje” luego de los 18. Tal tipo de atracción natural hacia aquellos mayores de 18 generaba el caos, y por eso la universidad necesito ser católica. El tabu con el sexo apareció con esto. Un país asi, aspiraba totalmente al excito, y por eso es que este era prácticamente un derecho. Las mujeres eran “descendientes de angeles”. Por eso estaban destinadas a la grandeza. Esto las volvia extremadamente competitivas y por sobretodo necesarias. El valor de vida estaba directamente asociado a la cantidad de dinero producido.
En dicho contexto, nacio Saint francis. Acompaño a Rhezo Angeles desde sus mas remotos tiempos… Desde el casi 1800… Su fin, era por sobretodo, devolver a la sociedad los ítems perdidos de las mas alta sociedad. El promedio de vida de una mujer entonces no era muy elevado. Quiza no vivía mas de los 18. Los reformatorios eran algo absolutamente necesario ya que aquellas jomas no podían perderse. Era muy poco el tiempo de vida útil, y era necesario detectar y reformar a tiempos aquellas que pudieran descarriarse. Lo de Saint Francis podría considerarse un milagro. Y quien sabe como un reformatorio cualquiera en medio de la nada paso a convertirse en una institución tan importante que hoy en dia el mismo gobierno la subsidia y el 40% de la universidad católica pertenecio alguna vez a Saint Francis. A la edad de 15 años, toda jovencita descarriada era llevada al saint francis y a sus 21 años devuelta a la sociedad como una profesional con una eficiencia del 90%.
Era a la edad exacta en la cual hombre generalmente asistia a su primera guerra. Tal nivel de éxito es prácticamente imposible y existen muchas teorias al respecto del por que. Se invita al lector a inventar una teoría al respecto, y seguramente falle tanto como el mismo autor al hacerlo.
Quienes ingresan de afuera – y sobreviven- afirma que es la tortura sistematica de sus alumnas.
Los pueblerinos… opinan distinto. Su nivel de excito es tal, que muchas familias pobres ahorran toda su vida para inscribir a su hija y cumplir su sueño. Despues de todo, con un 90% de probabilidad, y una – obviamente - hija cooperativa, ya tendrían garantizado a su acceso a otra clase social. Desafortunadamente para sus alumnas… Saint Francis era una antigua antigua institución. Y bajo un nivel de efectividad tan alto, era natural suponer su miedo a modificar algo y perderla.
Dada la situación, no es necesario decir que los métodos de educación de Saint francis eran definitivamente anticuados. Decir eso es quedarse corto… Pero además de numerosas horas de estudio, reglas, y un tortuoso sistema de premios y castigos… las alumnas debian pasar una ultima prueba. Usar el famoso uniforme de Saint Francis. Uniforme que cuyos métodos parecían estancados en el tiempo. Quiza el lector ahora se cuestione que tan importante podia ser un uniforme pero para el contexto cultural del país era realmente mucho. Las adultas de hoy en dia recuerdan su estadia en el Saint Francis con bastante rubor en las mejillas y bastante cariño. Despues de todo, gracias a eso obtuvieron su titulo. Para todos los habitantes, el uniforme era sinónimo de un futuro exitoso. Sin embargo, y siguiendo las reglas de Saint Francis, también quienes lo usaban eran consideradas “Niñas en crecimiento”.  ¿Recuerdan mi ejemplo de usar pantalones cortos hasta los 18? En las mujeres sucede algo similar o distinto. A los 12 años se festeja como la niña abandona su niñez y pasa a su vida adulta. La costumbre incluye que las niñas estrenen su primer vestido largo a sus 12 años en la fiesta de su cumpleaños. Este indica, al igual que los hombres con sus shorts, el pase a la vida adulta. En el caso de las mujeres era antes por que – como ya mencione- son necesarias.  El uniforme tradicional incluia, además de un corto jumper un largo set de ítems que parecían sumergir a la internada de vuelta a su infancia. Lo mas llamativo de esto es que cada prenda esta identificada con la alumna y su aula asignada, incluyendo a esto un llamativo cartel en su jumper. Y lo peor, un peinado tradicional peinado consistente de dos obligatorias trenzas con listones. Siguiendo su concepto de “Re-educar” , tanto chicas ricas problematicas como jovencitas de familias pobres eran ahora vistas como “Niñas en crecimiento”, en un periodo de mucho esfuerzo, aprendizaje y disciplina. Por sobretodo, Disciplina. Saint Francis gozaba era bien conocido por ser amantes del castigo corporal. Esto no era necesariamente algo común del saint francis. En las casas era moneda corriente, aunque en las escuelas eran mucho mas frecuentes los azotes en las manos. En la milicia abundaban los varazos, sin embargo eran cambiados frecuentemente por ejercicios forzados. Pero el corto uniforme, dificultaba ocultar las marcas, y por so existían rumores exagerados.
 Explicar la vergüenza y el miedo que significaba estrenar el uniforme de Saint Francis es por lo tanto, prácticamente imposible.