domingo, 29 de enero de 2017

cap 41


“Muy estricta… “ se quedo pensando. Camino un poco alrededor, intentando espiar a las despistadas alumnas. No tardo mucho en ver muslitos rojos, caras de dolor, gestos incomodos al sentarse. Tubo una fuerte e incontenible erección en ese momento. “Es el paraíso..” pensó el. Al cabo de 20 minutos aproximadamente, vio pasar frente a el el grupo de Mariela. Amy y Annie se sobaban sus traseros y lloraban llamativamente, mientras que Rhonda y Jessica solo caminaban cabisbajas. Mariela se mostraba perdida en su mundo, y Alice, igual de soberbia que siempre. Oswald se rio al ver a las gemelas que parecían dos niñitas castigadas. Le recordaba castigos que alcanzo a ver de sus primitos hace mucho tiempo. Cuando ambas vieron a Oswald, se quedaron congeladas y pusieron sus manos rápidamente enfrente dejando de sobarse.  Ni siquiera Jessica quizo permanecer a la vista de Oswald, pero aun asi, era momento de dar el informe a cada uno de sus padres, y la foto mensual familiar.
Oswald, tubo que acercarse al grupo familiar de Alice para la foto. Se rio un poco por dentro, viendo nuevamente a Alice en ese vestido tan exagerado. Nunca imagino en su vida que la veria asi. Incluso, es la primera vez que la veía usando trenzas. O coletas. O listones. Las Dorm mom, no dejaron de festejar frente a sus padres, su brillante comportamiento y notas, solamente destacando pequeños destellos de rebeldía. Alice, sonrio triunfante en la foto mientras Oswald observava complice, su disfraz de hija perfecta.
Jessica, tuvo que otra vez soportar cabisbaja los regaños de sus padres y las burlas de sus hermanas. Intento alejarse de ellos – y en especial de ellas- toda la tarde, pero finalmente la atraparon y su hermanita menor la torturo con preguntas tontas. “¿Asi que fuiste al purgatorio? ¿Y como es? ¿Y fue feo? ¿Todas van ahí? ¿Y por que? “
Rhonda y las gemelas, se sacaron las fotos solo con las dorm mom. Pero annie quería estar sola. Sola con Rhonda. Cuando fue a buscarla Amy opto por ir con Mariela. Pero Mariela otra vez estaba perdida en su mundo. “Que le habrá pasado”. Penso y busco algo divertido que la distraiga de su dolor de pompis.
 Annie, perdió toda compostura y comenzó a llorar otra vez como una bebe. Hasta que finalmente Ortiz la abrazo.
- Annie, angelita, que pasa?
Annie no contesto, pero se dejo abrazar. La mujer, la alzo como una niña y la sento en sus piernas. La recostó en su pecho y la abrazo. Annie se sentía muy triste asi que nuevamente se dejo mimar.
- Extrañas a tus papis y encima te castigaron? Ya bebe… no te preocupes. Mami Ortiz te va a cuidar. – Dijo ella Maternalmente.
Mariela finalmente, fue felicitada pero a la vez advertida acerca de lo distraída, y a veces desprolija que era. Se le comento a sus padres que esto fue causa de numerosos castigos. Pero por suerte para ella, no paso de eso.
Finalmente, Mariela volvió a su mundo. Camino despacio y Oswald alcanzo a verla de espalda. “Que ridículo que es… parece que llevaran alas…” Penso Oswald. “Y esos moños gigantes. Todo el rosa…” Continuo analizándolo viéndola a Mariela de espalda. “Cuanto saldrá comprar uno… Pero… debe ser imposible… Se ve que la tela es muy cara.” Suspiro. Le puso una mano entre los olanes del hombro y pregunto: ¿Cómo te fue? ¿Te castigaron?
Oswald imagino que Mariela se voltearía sonrojada y que protestaría. Sin embargo Mariela solo contesto continuando en su trance: A mi no, a las gemelas las nalguearon sobre las piernas como dos bebitas. Se veian tan tiernaaaas… - Penso en voz alta.
Oswald, sorprendido por una confesión tan repentina intento indagar.
 - ¿ En serio?
- Si. Mira, alla esta Amy. ¿no la vez? Amyyyyy!!!- Exclamo Mariela, sin darse cuenta de que era Oswald quien el hablaba.
Amy fue corriendo hacia ella, pero al ver que tenia oswald detrás intento comportarse mas maduramente. Camino cabisbaja y entrelazo sus manos adelante.
- ¿Cómo estas? ¿ Aun te duele?
Amy avergonzada negó con la cabeza y se dando un pequeño salto apresurado. Con la crinolina, basto para que Oswald divise fácilmente la cola roja de Amy.
- Que rara… - Penso Mariela. Volteo y noto que le estaba hablando a Oswald. “que tonta soy!!” Penso poniéndose roja como un tomate. “Se habrá dado cuenta de que me gusta ver como las castigan…?” Penso preocupada. “Le habrá contado Alice???”
- Jajaja.. Estas roja de vuelta. ¿Entonces a ti no?
Mariela negó con la cabeza. Y Oswald sintió que tenia la oportunidad de indagar.
- Pero… es verdad que cuando hacen algo malo… las nalguean? – pregunto. “Cualquier chica… se molestaría con lo que dije. Pero ella es tan inocente. Seguro ni se dara cuenta de como me siento al respecto”.
- Si… las monjas y la directora son muy estrictas… Amy y Annie siempre tienen sus colas rojas por eso. – pensó Mariela en voz alta. “Por que dije eso!!” se sobresalto. “Estoy tan nerviosa que hablo en vez de pensar”. Claro, cuando Mariela hablaba de sus castigos, en verdad solo pensaba en los castigos que le fascinaba ver de las gemelas.
“Si… no se dio cuenta.” Penso el. Le dio ternura ver lo inocente que ella era. “Seguro hace todo lo que le dicen.” Penso. Mientras aprovechaban, aprovecho lo despistada que ella era, y lo corto del vestido con crinolina para espiar sus muslitos. Blancos como porcelana. “Debe ser muy obediente.” Penso con cierto morbo. “Hace cuanto estará aquí…?” Se pregunto, imaginándose la historia de una chica que desde pequeña le enseñaron a obedecer sin chistar.
- Uy… pobrecitas. Si queres podes contarme. – Dijo el. Ella lo veria mas como amigo, pero difícilmente alguna alumna estaría tan dispuesta a contar sus castigos.
- ¿puedo contarte? – Pregunto Mariela. Siempre quizo un complice, a quien poder contarle las deliciosas desventuras de las gemelas.
- Claro que si – Dijo el abrazándola. – Cuentame todo. ¿Son muy estrictas con ustedes? –
- Es….- Dijo Mariela. Pero luego pensó – por primera vez desde que comenzó la conversación – en su propia cola. No le convenia que la escuchen quejándose del internado.
- Si me escuchan quejarme… Seguro… - pensó Mariela preocupada en voz alta. – En serio quiero contarte!!- comento. Realmente necesitaba alguien con quien desahogarse.
- Esta bien, no te preocupes. Mira, si me envias una carta, ¿nadie se enterara si? Puedes contarme todo. E intentare visitarte siempre. Vivo cerca de aquí. ¿Me dijiste que dibujas? Puedes enviarme tus dibujos.–
- En serio? – Contesto Mariela contenta. Oswald vio su hermosa sonrisa por primera vez maravillado.
- En serio. – Dijo tomándole las manos. – Alice me dijo que hay un escondite secreto. ¿no es asi? Vivo cerca de aquí, te vendre a visitar.
- Harias eso por mi? Estoy tan cansada de estar encerrada.
- Por supuesto, eres muy especial. – Dijo tomándole las manos. – Ahora continuemos hablando. – Comento. Pasearon un poco juntos, mientras Oswald le contaba sus aventuras. Mariela se asombraba viendo que el príncipe azul bello y elegante era mas bien muy oscuro. Pero esto mas que espantarla la entusiasmaba. En su cárcel de reglas y castigos, le fascinaba escuchar intrépidas historias del mundo exterior. Mientras tanto, Oswald maravillado constantemente veía muestras de lo estrictas que eran con ellas. Mariela, a pesar de lo despistada que era, tenia como rutina tomar un minuto para arreglarse de vez en cuando. Cuando Oswald se lo comentaba ella decia: “Luego te lo cuento”. Oswald pensó, que Mariela era la clase de chicas bien portadas que siempre estaban con su uniforme impecable. Hasta noto como siempre llevaba su rosario, sin sospechar que era algo que uniformemente todas debían llevar.
Amy, vio a lo lejos, a su amiga hablar animadamente y de la mano con Oswald. “Mierda… se lo gano… ¿pero que tiene ella? “ Protesto. Dejo de sobarse recordando las burlas, un poco deprimida por ser nalgueada DE VUELTA al igual que una bebe frente las risas de todas. Pero mas alla de eso, Amy rápidamente reconocio que el no era de buena calaña. Algo en el, le despertaba la misma sensación que Rhonda. Se alejo, y vio a Annie sola, buscándola.
- Adoptada de vuelta? – Pregunto Amy burlona.
- Nos viste?- Contesto Annie, refiriéndose a la escena con Madre Ortiz.
- Otra vez annie? Sos vos quien permite estas situaciones. ¿Recordas lo que paso con el profesor de gimnasia?
Annie suspiro. Era normal que de vez en cuando alguien mayor que ella la “Adopte”. Y también era normal, que se lo tomen muy a pecho…
- No importa….

- Al menos te perdona los castigos, mientras que a mi me vuelven loca. No cambias mas…- Se quejo Amy.

viernes, 27 de enero de 2017

cap 40

- ¿Y? Al menos conseguiste a Jessica.- Dijo Alice nuevamente reunida con oswald.
- Jessica se consiguió sola.
- Sin mi nunca hubieras podido entrar. Gracias a mi estas aca.
- Igual no es mi tipo. Putitas hay muchas. – Contesto Oswald.
- Siempre tan creido. Bueno, si quieres niñitas te presento a las gemelas.
- Gemelas…- Dijo Oswald entusiasmado. Aun sentía curiosidad por los calzones, ahora que Alice reacciono tan avergonzada. Los vestidos eran tan cortos que de vez en cuando alguna chica los mostraba. Pero era demasiado rápido como para alcanzar a distinguir que decían, y Alice siempre evadia la pregunta.
Finalmente llegaron a las gemelas… que no fueron lo que el esperaba.
“Son dos nenitas… ¿Me esta cargando? “ pensó.
- Alice!! Aquí ….Hooolaaaaa- Exclamo Amy.
- Hola!! Soy Annie Hastur!- Sonrio Annie tomándolo del brazo.
- Amy, no!!- Protesto ella. Oswald observo a las dos nenitas hiperactivas. Hablaban chillonamente sin parar, competían, se peleaban, se hacían cosquillas. Intentaban ser sexys…. Sin ningún excito.
Llamaron tanto la atención que como paso con el hermano de Mariela, fueron llevadas de la oreja por otra monja.
- ¿Dicen el dia de la semana y el nombre no?
Alice sonrojada respondio: S-Son horribles…
- Te cambio una por una piedra. Un uniforme por un kilo.
Mariela aun sonrojada protesto: - Oswald, shhh!! ¿Cómo podes decir eso?
- No dije de que. –
- Aun asi!!  Espera, como te diste cuenta que…-
- Practicamente me pusieron el culo en la cara como para no darme cuenta.
Alice sabia que en algún momento le saldría con algo asi. Intentando vender a las gemelas pregunto
- ¿Y ellas no te gustaron?
- Obvio que no me gustaron. No soy pedófilo. ¿Cuántos años tienen?
- Tienen mi edad.
- ¿En serio? -
- Yo tampoco lo creería si no estuvieran asignadas a mi dormitorio. – Contesto.
Por su parte las gemelas se alejaron regañadas. Amy intentaba alegrar a su hermana con su comportamiento infantil y exagerado. Y Annie se sincronizaba imitándolas. Pero ninguna se sentía bien en realidad. Ellas no han podido comunicarse con sus padres y no aparecieron para el domingo. “Seguro están en un viaje” explicaba siempre amy a su hermana. Pero ambas estaban afligidas y querían un poco de contención paternal y contar todo por lo que pasaron. Situaciones como la de recién solo las despistaban un poco de lo que sucedia.
 - Alla esta Marie, vamos. Y también esta su hermano!!- Exclamo Amy.
- No importa…- respondio Annie. – Me voy con Rhonda, que esta sola.
- No importa? Entonces es solo para mi. – Bromeo Amy. Pero Annie se mostraba decidida y rápidamente se fue a sentarse junto a la solitaria Rhonda que esta vez no fue visitada ni por el asistente. Amy se encogio de hombros y fue con Mariela quien estaba sentada lejos de sus padres junto a sus hermanos. Mariela estaba contenta por volver a ver a su familia, pero harta de las exageraciones de sus padres, que no dejaban de festejar lo buena idea que fue haberla metido ahí ya que paso dos meses sin problemas. Dado que luego del siguiente discurso, serian llevadas a sus dormitorios para ver a la directora, Mariela se encontraba nerviosa como las demás.
Mientras tanto, Alice y Oswald continuaban juntos. Oswald de repente vio a Mariela, sentada dulcemente junto a la hiperactiva niña que recién conocio y su alto hermano mayor. La rubiecita no dejaba de provocar, abrazar y cargosear al muchacho, mientras Mariela se reia de sus boberías. Algo en ella irradiaba ternura e inocencia. Era hermosa, blanca, con pecas, con ojitos claros. Incluso usaba los mismos anteojos de Alice, pero en ella se veian como mas perfecta imagen de una colegiala.
- Y ella quien es?
- Mariela? La pobre es una loser, la tengo como sirvienta. Hace todo lo que yo le digo.  Mira – Contesto Alice sintiéndose superior. La saludo con una mano y le dio la orden de ir. Mariela obedecio rápidamente, y Alice sonrio a oswald. Mariela al ver a Oswald se sonrojo como siempre y esquivo la mirada. “Es… muy lindo” Penso. Cosa rara en Mariela, normalmente no se fijaba mucho en los chicos. Pero el efecto “encerrada en un internado de mujeres” también hacia efecto en ella. Y como todas, soñaba con que un dia conocería al hombre perfecto.
- Hola. ¿Como estas? ¿No queres venir a hablar un poco con nosotros?
Mariela asintió con la cabeza.
- Bueno, que tal si nos traes ponche asi conversamos los 3, ¿dale?
Mariela la vio molesta, sin embargo la obedecio.
- ¿ves? Hace todo lo que digo. Hey… ¿hacemos un trato? –
No le costo mucho a Alice, convencer a Mariela para que ella y oswald tengan un poco de tiempo a solas. Sentados uno al lado del otro en una banca, Oswald intentaba hablar con la timida chica. Sin embargo le era difícil. Su cara nunca dejaba de estar roja y apenas murmuraba palabras. Oswald suponía entonces que era una chica muy pura , ingenua e inocente. Capaz nunca hablo antes con un hombre que no fuera un familiar suyo. Capaz fue criada aquí mismo en el saint francis desde pequeña. A diferencia de las demás que parecían enloquecidas por un hombre, ella estaba solo quieta, cabisbaja, casi incomoda. Valia su peso en oro.
“Tonta!!! Si no decis algo se va a ir…” se regañaba a si misma Mariela.
- ¿Y que te gusta?
- Dibujar….
- Genial. Que bien. ¿Qué dibujas?
- ….. Cosas….- Penso Mariela, recordando los castigos de las gemelas, y poniéndose mas roja todavía.
“Este será un trabajo lento… pero una vez la tenga en la palma de mi mano no podrá escapar nunca.” Penso Oswald. “Una chica tan inocente, apenas pruebe el gustito… nunca lo va a soltar.”
- A-Ahora es el discurso… T-Tengo q-que ir… N-No te vallas…- Dijo ella, llendo a formar fila como el resto de las alumnas.
“Va a ser difícil, pero si esta interesada.” Penso el. Cuando ella volvió a sentarse, tomo su mano y la acaricio suavemente tocando los suaves guantecitos blancos. Mariela se puso nuevamente roja como un tomate y se quedo cabisbaja sin decir nada. Oswald pudo notar con facilidad que estaba nerviosa. Sonrio por dentro, sabia que con facilidad podría robarle un beso, pero dada las reglas del colegio eso supondría un buen castigo para la pobre jovencita. Se llenaba de morbo al pensar en lo vulnerables que ellas eran. Pero de repente, entre respuestas cortantes y preguntas indagantes, noto que no  era la única que estaba nerviosa. EL ambiente estaba muy tenso, todas las alumnas se mostraban nerviosas. A veces algunos grupos se iban, y quienes volvían se las veía de mal humor, cruzadas de brazos.
Mariela suspiro.
- ¿Pasa algo?
Preocupada por que el piense que ella ya no quería hablar, Mariela respondio: Ahora citan a cada grupo a su dormitorio para revisión… y la directora es muy estricta. Pero no va a pasar nada. Yo se que me va a ir bien.
- Muy estricta? – Pregunto inquisitivamente.
- ….Si…. – Respondio ella.

- 5-D Su turno!!- Escucho y se marcho apresuradamente. 

martes, 24 de enero de 2017

Maid Rangers 5


- Los humanos son muy extraños…- Mumuraba Whisper a Sylph, mientras ambas limpiaban.
- Si, es verdad. – Respondio Sylph. – En especial los machos. Cuando estoy como maid ranger, algunos me gritan cosas muy extrañas. Según Lilith están relacionadas con el coito. –
- Eso es por que los humanos tienen una vida muy corta y por eso se reproducen muchas veces. Por eso los machos solo piensan en sexo. A mi me ha pasado lo mismo. Si supieran que en realidad soy hombre. – Se rio Whisper.
- Pero sos fértil? No entiendo de eso. Los espiritus del bosque no tenemos coito…
- ¿No? Los dragones solo podemos dar un hijo una vez en nuestras vidas. ¿Cómo se reproducen las hadas entonces?
- Somos la escencia condensada de todo el bosque. Mientras mas grande y antiguo el bosque mas hadas hay. – Explico Sylph.
- Eso es interesante. Estoy aprendiendo muchas cosas…. Es extraño. Los humanos se envuelven en estos ropajes por todo…- respondio whisper señalando su uniforme. – Tenemos uno hasta para dormir. Y vi en la ciudad que cada oficio tiene uno distinto. Parece como si significaran cosas. Lo que no entiendo es por que  las humanas son tan pudorosas con mostras sus genitales… pero sin embargo usan estos ropajes que podrían enseñarlos. – Menciono levantando su falda.
- Si, es extraño eso también!! Hasta me esta dando vergüenza a mi ahora… Cuando somos Maid rangers, los hombres humanos se desesperan por vernos debajo del vestido. – Protesto Sylph.
- Pero aun asi los humanos son muy agradecidos. A mi hasta me regalaron cosas…- Contesto Whisper.
- Chicas…- Dijo lucy agitada. – Nuestra Ama nos cita. –
Ya las 6 reunidas, la pequeña angelita se paro en el centro. Poniendo la voz mas seria que tenia dijo: - Maid rangers. Las reuni de nuevo, con una nueva misión. –
- Su nuevo vestido le queda precioso Ama. – Sonrio Lucy.
- E-En serio…? Es rosa… nunca uso rosa…  - Se sonrojo Angela.
- Se ve adorable. En serio.
- Gracias. No estaba segura de… EHemm! No interrumpas!! Es algo serio. – Protesto. Lucy bajo su cabeza en una reverencia y respondio: Lo siento mucho Ama.
Habian pasado 1 mes desde entonces. Y aunque las reparaciones de la mansión continuaban, Angela se mostraba muy entusiasmada.
- Voy a entrenar a mis Maid raaaaaaangers!!!- Exclamo.
La idea seria mas alentadora, si las maid rangers alguna vez se hubieran propuesto serlo y si no fuera ella quien tuvo la idea.
Los ojos de lilith nuevamente se pusieron en blanco y abrió un portal. Las 6 atravesaron el portal hasta lo que parecía ser un bosque tenebroso.
- Ay, ya déjeme de hacer eso!! Siento que me licuan la cabeza cuando me lo hace. – Protesto Lilith.
Angela sonrio y dijo: Cierto. Como no puedo tenerlas vigiladas todo el tiempo, ahora que el alcalde me visita, modifique un poquito su uniforme. Tranformense.
Las 5 obedecieron sin titubear. Y apenas se transformo, la cofia de Lilith comenzó a brillar junto a sus grandes listones. Uno de ellos envolvió sus muñecas, y el otro sus tobillos, luego ambos se unieron obligándola a inclinarse. La cofia, se convirtió en una pequeña paleta de luz y empezó a azotarla rápidamente.
- Ay, Ay. Que--- Ay! – Protesto Lilith.
- Tara!! Les gusta? Cada vez que alguna diga algo que NO debe decir serán castigadas por el. – Sonrio Angela.
- C-Cuando…Ay… Va…Ahhh … A detenerse??- Protesto Lilith nuevamente.
- Cuando sienta arrepentimiento en tu corazón. – respondio Angela y se acerco al resto.
- Bueno, quiero ver los poderes de….. ustedes 4. Debo entrenarlas. –
- Disculpe Ama. Yo soy un poderoso dragon.
- No sos un dragon. Ahora sos una Maid Ranger. Y una muy linda!!- Exclamo Angela e intento acercarse para palmear su cabeza. Dandose cuenta que no podia hacerlo, controlo a Whisper para que ella sola se agache. Sonrojada, continuo:
- Solo quiero decir que se pelear y…
- Seras entrenada igual. Todas. Lilith, aun no te arrepientes??
- Ayyyy…- Protestaba Lilith meneando su trasero e intentando esquivar los azotes del pequeño instrumento. – E-Es que… Ama… si usted me ordenara abrir el portal yo lo haría. –
- Si, pero no sabes donde es. En fin. Vuelve aquí. – Ordeno. Los listones y paddle, volvieron a su forma original, solo que esta vez sin coletas, ya que el pelo quedo desarmado. Angela la miro y luego volvieron los listones a brillar, formándose sus coletas de vuelta.
- Debo arreglar eso… - Penso. Lilith tomo su cola adolorida, intentando incorporarse. Se concentro en mostrarse normal e intento protestar. Pero luego sintió miedo y se quedo callada.
- Ahora todas tienen nuevos poderes, y no tuvieron el tiempo de explorarlos. – Explico angela.  -Prueben lo que pueden hacer. Recuerden que sin transformarse no pueden usar sus poderes-
Lilith creo dagas de la nada. “Antes podia crear espadas”. Las dagas las podia mover como quisiera, y hacer que estas corten las dimensiones creando portales. “Tendre que tener mas cuidado al crear portales” Penso practicando. Se había dado cuenta varias veces durante las batallas, pero eran tan simples que el margen de error no importaba. Hasta la pelea con el dragon lo fue. Antes ella sencillamente abria un portal con solo pensarlo. Ahora debía conjurar una daga especial que corte a través de las dimensiones para cada portal. Lo que antes podia ser un reflejo, ahora debía estar totalmente predemitado. Crear la daga, abrir el portar cercano, crear la daga, abrir otro portal. Al ser una daga especial le requeria mucha energía y concentración. El resto de sus poderes… parecían no estar mas ahí. Su escoba podia hacerla brillar con energía oscura… pero seguía usando una escoba de arma. “De hecho, soy mas débil que antes… mucho mas débil…” Penso. Pero ya no se animaba a contradecirla a su ama, quien le estaba haciendo la vida imposible. Lilith vio a las otras, puso una mano en su collar y pensó: “Esto va a ser un desastre…” Se hinco suspirando y se paro rápidamente al ver a su ama acercarse.

- Que pasa lili? – pregunto Angela.
- N-Nada. –
- Bueno, indaga tus otras habilidades. Aun no viste el apron shield? – Pregunto.
- S-Si… vi usarlo a Lucy. –
- Cuando pelearon no es asi? – Sonrio Angela. El rostro de Lilith se lleno de terror.
- Pronto pelearan de vuelta. Fue divertido. Pero fue injusto por que ella aun no sabe pelear. Por ahora…. – Dijo y llamo de un grito a Whisper.
- Si… emm…-  respondio Whisper acercándose. Aun le conflictuaba tener que llamarla “Ama”. Su nuevo vestido rosa de conejitos capaz era una razón para sentir tanto conflicto.
- Has probado tus habilidades? – Pregunto.
- Me cuesta mucho adaptarme a esta forma humana… - Respondio Whisper. – Al principio hasta me confundia para caminar. Desde que alcanze mi transformación a dragon, el resto de mi vida lo pase como tal. Aunque accedi a mi forma elemental, nunca la use tampoco. –
- Por que no la usaste en nuestra pelea? -
- Por que las subestime…- contesto whisper.
- Bueno, tendrán muchos siglos para arrepentirse de sus errores como mis sirvientas. – Se burlo Angela.
- – A ti no te costo acostumbrarte a tener forma humana? – Pregunto Whisper.
- Vivi …. Un par de décadas como humana. –
- Y eso? – Pregunto Whisper.
- Hey!!!- Se enfado Angela, viendo que era ignorada como una niña. – Si no quieren que las castigue préstenme atención!! Ya que ambas necesitan acostumbrarse pelearan entre ustedes!! Quien pierda cumplirá una prenda – Sonrio Angela. – Ustedes dos también!! – Señalo a lo lejos a Fio y Sylph. –
- Nosotras?? – Dijeron ambas al unisono.
- Si, ustedes!! Tendran una pelea. No se preocupen, no pueden morir. Mientras tanto…- Menciono Angela y se acerco a Lucy.
- Nosotras vamos a entrenar. –
- Me va a enseñar ama? -
 - Si!! Primero peleen Fio y Sylph. Esa pelea va a ser aburrida. –
- Si es aburrida para que nos hace pelear..- Se quejo Fio.
- Por que si! – Protesto Angela.
- Ama… pero por que no puedo tener garras? – Se quejo Fio. – Y solo tengo estas orejas. –
- Por que si tu quieres tener un arma, todas querrán una. Ten… Ahora también tienes cola. – Dijo angela, y a Fio le crecio una larga cola de gato. A Sylph no se la veía para nada entusiasmada con la pelea. Apenas Fio mostro sus orejas, se envicio con la caza como siempre. Sus pupilas se dilataban y parecía que no había otro objeto en el mundo para ella. Como la ultima vez que pelearon , corrió en cuatro patas hacia ella, salto, y en el aire materializo su escoba, dándole un fuerte escobazo. Ella intento bloquearlo… pero nunca uso un arma antes. Lastimada cayo contra el piso, y la  volvió pequeña.
- Eso dolio!! Odio esto, no me gusta!!!- Se quejo Sylph. Y descubrió que Fio ya no estaba.
“No durara dinminuta mucho tiempo…” Penso preocupada. Esparcio su polem creando muchas ilusiones. Ahora ni siquiera podia hacerse dinminuta o gigante como antes. Envolvio el polem alrededor de las distintas ilusiones, y extendió una enredadera a través de todo el piso. Sentia que un ataque inminente la sorprendería, pero no sabia cuando.
Por su parte, Lucy y Angela conversaban.
- Lucy.. te tardas mucho en invocar tus magias.
- Ya lo se.. – Se quejo Lucy.
- Pero por que escogiste aprender esgrima y magia a la vez.
- Por que me gusta pelear, pero me gusta la magia. – Explico simplemente Lucy. Quiza suene raro, pero la favorita de Angela siempre fue Lucy. Quien inspiro lo de las Maid Rangers también fue ella. Claro, desde una perspectiva muy infantil, pero a Angela le encantaba su devoción, y la cuidaba desde pequeña. Ahora… los rolles curiosamente se invirtieron, pero eso no importaba.
- Bueno, te ayudare a combinar esos estilos. Pero lo primero que debes practicar son tus hechizos. Te demoras mucho en conjurar el circulo de magia. Debes aprender a hacerlo hasta con solo una mano.
- Pero eso no volveria el hechizo mas débil?
- Si, pero no siempre tendras tiempo para un hechizo largo y poderoso. Quiero que practiques una y otra vez tus círculos de magia. Tu sola sabras como combinar eso como quieras. –
Lucy, motivada, empezó a hacerlo con entusiasmo. Con dos dedos, dibujaba una y otra vez los círculos de magia, a veces los probaba con una sola mano. La tarea era agotadora, el mas minimo defecto en el dibujo, y el circulo se desvanecia, obligándola a empezar de vuelta.
- Ya veo quien perdió. – Sonrio Angela, viéndola a Fio traer en brazos a una desnuda Sylph.
- Creo.. que exagere… No sabia que era tan fuerte…- dijo preocupada Fio, ya sin sus orejas de gato.
- Espero no tenga una contucion. –
- Dah, no te preocupes, estará bien. Suficiente entrenamiento por hoy. Mañana continuaremos. – contesto la angelita.

De vuelta en la mansión, Sylph quedo desmayada en la habitacion de Angela. Las chicas se separaron, y Angela le ordeno a Lucy que la lleve a pasear.

lunes, 23 de enero de 2017

cap 38


 “Viernes”  leyó Ortiz, mientras hacia chequeo de uniformes.
- Ya esta chicas, muy bien. En especial tu Annie. – Celebro.
La semana había sido dura para ellas. Aun en uniforme de novatas las 4 estaban encerradas, sin permiso de salir al campus. Sus colas comenzaban a recuperarse, excepto las de las gemelas que continuaban con banditas luego de visitar enfermería. Banditas que podían verse ya que los calzones no alcanzaban a taparlos o se veian abultados donde estaban. Esto generaba burlas entre las demás chicas, y hasta Jessica las apodaba “culo roto” a sus espaldas. Las banditas sin embargo no alcanzaban a aliviar el dolor para nada. No hubo mas ungüento para ellas, solo un poco de protección hasta que sus heridas se cicatricen mejor.  Amy padecio la peor parte. Su pobre cola no podia soportar ni una nalgada, tubo que hacer su mejor esfuerzo para portarse bien, o elegir rincón siempre. Las clases de gimnasia que tubo fueron terribles, y ni el bloomer protegia bien su adolorida cola. Estar sentada era una tortura. Si no fuera por Mariela, hubiera sido peor, ahora que por lo visto, su hermana era tan popular.
Desde el primer dia que volvió a su uniforme de novata, Amy y Mariela lo pasaron juntas.
- Te ayudo a sentarte…- Le decia Mariela a Amy, en la sala de Ocio llevándola de la mano.
- Ay…Si… Ay…- Respondio Amy sonrojada, pero agradeciendo la ayuda. Poco sabia ella del morbo que le daba a Mariela verla asi, y ver su colita castigada asomar por debajo de su uniforme como siempre. Ahora, junto a las banditas que le habían puesto y que volvían un espectacull para ella verla. Tambien, la aprisionaba la culpa. Hasta disfrutaba ver esos castigos tan pesados por lo visto.
- Seguiste tu historia? –
- Si, la voy a comenzar. La hacemos juntas? – Pregunto Mariela. Amy entusiasmada, asintió con su cabeza. Amy vio que ya boceteo la parte de la invasión a la tierra.
- Y ahora?
- Todos los días eran muy difíciles en la tierra. Convertida en un internado gigante, no había mas remedio que estudiar, estudiar y estudiar. Casi todas las especies se habían extinguido casi no quedaban mas arboles. El mundo era frio y gris.
- Como la escuela.
- Jajaja… si, como la escuela. – Se rio Mariela, y le apretó un cachete. Amy resulto ser muy cariñosa, y al igual que su hermana, le gustaba que la mimen. Mas alla de su insistencia de demostrar que no son niñas. Solia abrazar su brazo, o a ella de vez en cuando, o caminar de la mano con ella. Ahora estaban una al lado de la otra, y Amy de vez en cuando la abrazaba entusiasmada.
- Pueden ser nuestros mismos uniformes?
- Por que?
- Asi siento… que soy yo quien se rebela. Ojala pudiera rebelarme…- Suspiro Amy.
- Mmm.. Pero si descubren esto, se darán cuenta de que nos quejamos de ellas y me castigaran… - Penso Mariela en voz alta.
- Es verdad…. Sino que sea como el de mi antigua escuela. Jumper gris, corbata y ese tonto sombrero. – Dijo Amy.
- Claro, ese es mas común…- Dijo Mariela boceteandolo. – Y que en sus calzones lleven un código de barras asi las identifican antes de nalguearlas. – Dejo fluir su imaginación.
Amy se rio frente a lo que dijo. – Como será el primer comic? Hasta ahora solo boceteaste la invasión… Aunque siempre nos dibujaste a nosotras siendo castigadas. Y muchas veces. ¿Empieza el comic con que nos capturaron?- Pregunto Amy con autentica ingenuidad sin siquiera pasar por su cabeza las ideas de su amiga. Mariela se puso roja como un tomate y dijo: Eh… Si, si… Ustedes son una de las tantas que están atrapadas. Empiezo describiendo lo duro que es. Las monjas robot pueden transformar su brazos en una maquina de nalgadas y atraparlas en el .
- JAjaja, como Stella. – Penso Amy en voz alta.
- Shhh!!- La callo Mariela. – Me vas a meter en problemas. – Se quejo. Vio a Amy hacer un puchero y le dio un abrazo. – Solo se mas cuidadosa. Mira, ustedes están atrapadas en el centro de castigos conectadas a una maquina de nalgadas. Ahí nosotras las rescatamos y les enseñamos sus poderes.-
Amy asintió con su cabeza hasta que Mariela reviso la hora en uno de los paredones.
- ¿ Luego lo escribimos juntas dale? Ya es nuestra próxima clase. Dejame ayudarte a poner de pie.- explico.
Annie, por su parte tubo un poco mas de suerte. Padecio la clase de gimnasia, y la atemorizaba la de natación. Pero Ortiz comenzó a ayudarla en todo, a armar su cama, a armar sus trenzas y a veces hasta vestirse. Tambien la citaba y la ayudaba con sus tareas. Y lo peor, solia felicitarla luego como si ella lo hubiera hecho. Esta semana ninguna podia conseguir puntos, pero Annie vivía consentida, entre apretones de cachetes, revolvones de pelo y besos en la frente. A veces hasta era sentada a upa. Lo que en los primeros días era tierno, se comenzaba a volver un poco molesto. Pero Annie no podia rebelarse, eso estaba salvando su colita de Stella, quien continuaba igual de estricta con todas, sin importar que castigadas estén. Sumado a lo anterior, esto la alejaba de Rhonda… y de lo mucho que disfrutaba estar con ella. Y Viceversa, ahora que Annie se había convertido en la “mascota” de Ortiz – como Jessica bromeaba – no tenia mas tiempo para estar con ella. Obligadas a estar dentro de la escuela, ya no podían esconderse y estar juntas. “Despues de todo, solo somos buenas amigas… ni siquiera eso. Solo estamos juntas y ya.” Pensaba Rhonda deprimida. Con su culo lleno de varazos, ahora se sentía muy sola. Sola, adolorida e impotente. Lo mismo sucedia con Jessica, solo que ella no tenia ni Annies ni Marielas. Tubo que elegir rincón varias veces, ya que ni ella se animaba a recibir mas azotes. Y tubo que esforzarse lo mas posible en seguir las estrictas reglas de Stella. Comenzo a salirle, aunque se sentía muy tonta, perfectamente uniformada y obediente. “Acaso asi va a ser mi vida…” pensaba preocupada Jessica, en un uniforme ridículo, esforzandose por seguir las reglas de Stella, revisando su uniforme e higiene a cada rato por miedo a mas castigos. La única respuesta que tenia era “si”. Pero sencillamente acostumbrarse era tan difícil, tedioso y humillante. Sin embargo por ahora no parecía haber opción. Esto, mas que enfadarla, la tenia deprimida. Termino amigándose con el uniforme de novata al final, sabia que había cosas peores.
- Chicas. – Dijo Stella, mientras todas estaban ordenadas en fila. – Para que aprendan a comportarse como señoritas, Kan, Cintio y las Hastur serán asignadas a clases OBLIGATORIAS de etiqueta este fin de semana.
- Owwww…- Protestaron las 4.
- Sin quejas. – Dijo Stella entregandolesel nuevo itinerario. – Presentense en uniforme normal a la hora descripta. –
Todo parecía solo empeorar para ellas. Pero… ¿ Y alice y Mariela?
Si bien las 6 continuaban intentando estudiar juntas - y con intentar me refiero a la friccion entre las 4 castigadas- Mariela y Alice comenzaron a pasar mas tiempo juntas, en su escondite secreto. Mas que nada por la insistencia de Alice, aunque Mariela preferia muchísimo mas pasar mas tiempo con la pobre de Amy.
Finalmente llego el sábado y las 4 temprano tuvieron sus clases de etiqueta.  Luego de un par de horas de caminar correctamente, con libros en la cabeza, sentarse correctamente, y ser azotadas por realizar las poses, reverencias y ordenes incorrectamente, las 4 finalmente pudieron descansar un poco. Amy, aun mas adolorida que antes busco por toda partes a Mariela sin excito. Cuando vio a Mariela, noto que Alice inmediatamente se la llevo. Un poco triste y cansada, reviso los cursos en los que podría anotarse.
- Si Alice?
- Acompañame. – Dijo, y se la llevo al escondite secreto. Solian ir juntas mientras Mariela observaba a Alice tomar y fumar levemente. Mariela de vez en cuando bebia un poquito, aunque a fumar aun no se animaba.
- Vi que son muy amigas con Amy no? – Pregunto Alice.
- Si!! Amy es genial!!- contesto  Mariela.
- Si, lo es. Vi que estaban muy entusiasmadas haciendo el comic. Que suerte que te salve e invente lo del comic, sino ahora estarían enojadisimas con vos no? – indago Alice. Mariela se impacto ante el comentario, tan hiriente de su amiga.
- Si… muchas gracias. Me salvaste.
- De nada Marie, ¿las amigas nos hacemos favores no es asi?
- Si, claro que si. –
- Espero que vos también puedas hacer favores por mi. Veras… yo no me llevo muy bien con la limpieza… - Explico Alice. Mariela fruncio el seño.
- A donde queres llegar? – Respondio Mariela.
- No seas tan agresiva. Tu limpias muy bien y eres muy ordenada. Me gustaría que a cambio me ayudes con la limpieza, a cambio de ocultar tu secretito. Recuerda, yo te quiero por como eres Mariela. A otras sin embargo capaz tus acciones les parescan impuras o perversas..- Explico Alice, comenzando a dar en el clavo.
- Entonces… quieres que… limpie para que no cuentes nada? –

- No… no, para nada Marie. Solo quiero que me ayudes si? – Dijo Alice y continuo explicando: – Mira, no me gusta estar aquí yo sola. Solo te quería agradecer lo mucho que me gusta que me acompañes. Y que limpies por mi mi cama, ordenes mis cosas… podrias lavar mis uniformes junto con los tuyos… ¿De la misma forma que yo siempre te ayude con tu tarea entendes? Claro, si queres que sigamos siendo amigas… Y amiga de Amy. – 

jueves, 19 de enero de 2017

Maid Rangers 4

Las 4 volvieron, con el dragon inconciente. Lilith, nerviosa y cabisbaja, vio como el dragon sufrio el mismo destino que ella. Un latigo de luz, salio de la mano de la niña, envolvió el cuello del dragon, y pronto estaba convertido en una chica de cabello corto verde. Sus heridas se curaron al instante.
- Llevenla a su habitacion. – Dijo Ama. Las 4 obedecieron, pero el collar de Lilith se materializo hasta la mano de Ama.
- Tu vienes a seguir jugando conmigo.-
El terror invadio de vuelta el rostro de Lilith.
- N-No ama…- Protesto mientras la llevaban del collar. – Por favor… prometo portarme bien. No quiere jugar a otra cosa? NO quiere mejor que le prepare algo? –
Lucy se rio, mientras la pobre demonio era arrastrada. Llevaron las 3 a la chica su habitacion y la metieron en sus sabanas. Luego de destransformarse, Sylph y Fio prefuntaron que hacer.
- No se preocupen. Ustedes solo sigan con las tareas de la casa. Yo me encargare de ella. – Respondio Lucy.
Entusiasmada por tener una nueva compañera, busco un uniforme para ella. Y pacientemente la espero a despertarse.
- D-Donde estoy… Por que soy una niña humana. – - Dijo viéndose a si misma. Toco sus senos y su pubis con cara de extrañada.
- Este es tu uniforme. Pontelo asi visitamos a nuestra ama. -
- Nuestra ama?... Fui capturado? Recuerdo que unas ridículas guerreras me atacaron.
- No nos llames ridículas!!- Protesto Lucy. – Seras parte de nosotras ahora. Ponte tu uniforme, comenzaras a servir a nuestra ama ahora. Y ella se enojara si te retrasas.
- Ya veo…- Suspiro la chica.
- Cual es tu nombre dragona? –
- No soy hembra. Soy macho. Me llaman whisper los demás dragones. Acaso los humanos se enfadaron por que azote sus aldeas? –
- Si, mi ama ha sido misericordiosa. Ahora podras servirla por la eternidad en vez de morir. –
- Y-Ya veo…- Dijo whisper. – Supongo que podre hablar con ella. Pero según se, es irrespetuoso para los humanos no llevar ropa. Sin embargo creo que esta es ropa de hembra ¿no es asi?
- Nuestra ama tendrá sus razones para ello. Cambiate. Seguro ella querra ver a su nueva Maid. -
- Espera… No se ponerme este extraño ropaje humano. – explico whisper.
- Oh… a Sylph le paso lo mismo. Yo te enseñare. – Sonrio Lucy. Minutos después, era escoltada hasta la habitacion de la ama. De lejos escuchaban risas infantiles y una chillona voz que protestaba. Luego ruidos de azotes. Finalmente entraron y la ama jugaba al igual que una niña, arrodillada en el piso, rodeada de peluches y muñecas.
- Ama, Su nueva Maid.
- Oh, llegaste. Lilith, suficiente juego por hoy. – Dijo la Ama. Una luz envolvió a una muñeca hasta que Lilith crecio hasta su forma normal.
- Odio jugar a la comidita.
- Perdon?
- Gracias Ama… - Suspiro Lilith cabisbaja .
- Tu ama… - Pregunto Whisper.
- Nuestra. – Sonrio Lucy.
- Es una niña? – Pregunto whisper.
- Se nota que no sabes nada de angeles jajaja…- Se escucho reírse a Lilith detrás de la puerta.
- La verdad que no. ¿Es una venganza humana esto por las aldeas que azote?
- Nuestra amada ama solo quizo recuperar sus hechizos de sumisión luego de renacer. Fuiste elegida y seras esclava para siempre. Felicitaciones!!- se burlo Lilith. Ama y Lucy clavaron sus ojos en ella, Lilith, molesta por los jueguitos de su ama se cruzo de brazos, y luego sobo un poco su trasero sabiendo que su ama se vengaría por su ironia.
- Entiendo…. Es verdad… Los humanos son crueles. Pero usted es misericordiosa. – respondio Whisper. Lilith se agarro la cabeza, dándose cuenta que pensaba igual que la tonta hadita. Lucy asintia contenta con su cabeza.
- Supongo que esta es la vestimenta permitida para los esclavos… Pero por que uso ropa de hembra. Yo no soy un cachorro tampoco . – Protesto.
- Ah, ¿¿tu crees que yo si soy una niña humana que le gusta convertirse en muñeca de vez en cuando?? Se nota que no conoces los poderes de un angel. – Se rio Lilith.
- Pero… si, no son niñas. Parecen de mi edad. – Dijo lucy.
- Por eso somos niñas…- Dijeron ambas al unisono.
- cuantos años tienen?
- 115 años. – respondio Lilith.
- 200. – Respondio Whisper.
- Y Sylph tiene realmente 100 años. – Sonrio la Ama. – Pero ahora todas tienen la misma edad. Asi pueden ser amigas. Ya deje hablar lo suficiente a Lilith. Lo cual es genial ,por que voy a tener muñeca de vuelta. Whisper, deja que Lucy te explique todo. Pero antes ven aquí. Seras castigada. – Castigada? Pero permaneceré en este cuerpo de niña humana?
- Acostumbrate…- Suspiro Lilith caminando de vuelta hacia su ama.
Varios azotes después, y una larga conversación por parte de Lucy, las 5 fueron convocadas para hablar con su Ama.
- Las costumbres humanas son tan raras. Aun no entiendo la función de estos ropajes. O su obsecion por el polvo. Dedicar tanto tiempo a remover tierra de un lugar a otro. Pero.. mis poderes están suprimidos. – Se quejo Sylph.
- Viste? Es muy raro- Respondio Sylph. – Lo siento por ese golpe que te dimos.
- No importa. Se que Ama las controlaba. Recien yo… hice varias cosas sin siquiera poder controlarlas….- Suspiro Whisper cabisbaja.
- Finalmente estamos las 5 juntas. – Sonrio Lucy. Fio se acerco tímidamente y finalmente llego también Lilith.
- Ustedes dos. Cuales son sus edades? – Pregunto Whisper. – Yo tengo 17, y ella tiene 15. – Explico Lucy.
- Por eres tan tonta. – Se rio Lilith.
- Eso explica mucho. – Penso Sylph en voz alta.
- Como pudo capturarte 2 niñitas…- Se burlo Lilith de Sylph.
- Me distraje. No era todo lo que podia hacer. Aparte nunca había visto algo tan extraño, quería jugar con ellas. – respondio Sylph. – A ti como te capturaron acaso? –
- Me distraje… crei que ya había muerto. – Se quejo Lilith.
- Jajaja – Se burlo Whisper.
- Oh… y como pudo ser vencido un poderoso dragon? – Se burlo Lilith.
- Solo las subestime. No conocen el poder de un dragon de viento. – Contesto Whisper.
- Dragon de viento??- Escucharon decir a una voz infantil.
- Ama..- Respondio Lucy, viéndola entrar mientras comia una paleta de caramelo. Se Paro frente a ellas con autoridad y sobervia… lo cual era raro, apenas llegaba la cintura de ellas.
- Finalmente, mis 5 Maid rangers se han reunido. – Dijo seriamente.
- Maid rangers? Que significa eso. – pregunto whisper.
- Una locura de ella. – Respondio Lilith.
- Somos como payasitas de la calle…- Contesto quejándose Fio.
- Eso ni a mi se me hace divertido. – Se quejo Sylph.
- Basta chica. Nuestra ama es una niña ahora y…-
Ama inflo sus cachetes y dio un pisotón con un berrinche.
- Basta de burlarse!! Si yo quiero que sean Maid Rangers lo van a seeeer!!!- Exclamo. – Van a aprender a no burlarse tanto!!!- Se quejo. Penso en unos segundos y dijo: Ya se!!
Su dedo brillo con una luz y de repente las 5 sintieron un intenso ardor en su trasero.
- AY AYYY!!!- Exclamaron las 5 saltando y tomando sus colas. Ama quedo enfadada de brazos cruzados protestando y haciendo puchero: Maids tontas… se burlan de mi idea… ¿Qué les importa si yo quiero que sean maids rangers…? Aparte son mucho mas lindas que unas tontas guerreras…
- Es muy buena idea ama!! -Exclamo Lucy.
- Mentira.
- Si, es genial!!!- Exclamo Fio.
- Solo quieren que les quite el ardor. Se lo merecen. Azotaria a cada una pero da mucho problema, asi que solo modifique sus calzones para que la parte de atrás las queme con luz. Eso les va a enseñar.
- Por favooor!!!- Suplico Lilith.
- silencio!!! Tu hoy vas a ser castigada por bebe mala!! – la regaño la ama.
- Bebe? Jajaja… AYYY… Por favor Ama, su idea es genial!!- Suplico Lucy.
El dedo de la Ama dejo de brillar, y las 5 descansaron sobando sus traseros.
- Espero que ya dejen de molestarme! – protesto poniéndose de espaldas.
- Eso… dolio… - se quejo whisper.
Lucy camino hacia ella y puso las manos en sus hombros.
- Esta llorando?
- No estoy llorando, tonta!!!- Exclamo y levanto su dedo, haciendo la cola de lucy arder.
- Ayyy…- Protesto Lucy y la abrazo por la espalda. – A mi me encanta su idea, y el vestido de combate es precioso.
- E-En serio?
- Si, parecemos doncellas. Como mystical ranger? Recuerda cuando la vimos en los teatros cuando fio y  yo era una niña.
- Si!! – Sonrio la Ama.
- Parece que para eso sirve… - Murmuro Lilith.
- Ama y ella son muy unidas… - Explico Fio. – A ella… la quiere…- Suspiro y bajo su cabeza. Ya con la ama tranquila de vuelta y lucy de vuelta en las filas, Ama explico:
- Gracias a ustedes, finalmente he recuperado parte de mis poderes. – Cerro los ojos, y unas pequeñas alitas de angel se materializaron.
- Increible!!!- Aplaudio Lucy. Aunque solo ella.
- Nuestra siguiente misión hablar con el alcalde para reconstruir la mansión y proteger la ciudad. Se que… se preguntaran por que las envio a ustedes y no voy yo sola… ya que soy tan poderosa. – Protesto, como si hubiera leído la mente de alguien. Lilith, Sylph y Whisper desviaron la mirada.
- La razón es simple. Para ustedes es imposible morir ahora que me sirven. O sentir cualquier tipo de herida grave. Solo sienten dolor, pero nada mas. Sin embargo, yo si puedo morir. Y obviamente, si yo muero ustedes mueren. – Explico tranquilamente.
Sylph, Lilith, whisper y Fio dilataron sus pupilas.
- Estoy… obligada… a ser una esclava… por siempre??- Protesto Lilith cuyos planes fueron frustrados.
- Con este cuerpo… dudo poder soportar demasiado. Pero las tengo a ustedes, mis Maid Rangers!! Pronto les dare un entrenamiento y les preparare una presentación! – Sonrio contenta. – Ahora transfórmense y vamos a hablar con el alcalde.
Las 5 se transformaron, el color de Whisper resulto ser el verde.
- Acaso estos ropajes son tradicionales del pueblo? – Pregunto Whisper.
- Luego te explico…  Vamos Ama. – dijo Lucy, tomándola de la mano. Caminaron por el pueblo lentamente. El cual estaba desolado, y en caos. La gente asaltaba tiendas, robaba alimentos, era un caos.
- Luego le compraremos ropa nueva, y mas juguetes quiere? – Dijo sonriente lucy.
- Siii!!! – Exclamo Ama. Hasta que llegaron a la casa del alcalde. Con la ciudad desolada, el estaba atrincherado con todos sus soldados rodeando el edificio.
- Quienes son ustedes?! – Exclamaron los soldados.
- Yo soy Angela Gold, y ellas son mis Maid Rangers!!- Exclamo la Ama.
Los soldados se murieron de la risa hasta que una voz de adentro salio.
- Angela?? –
- Alcalde, estas niñas …
- Dejelas pasar. – Se escucho decir de adentro. Las 6 , finalmente ingresaron a la mansión.
- Angela… Renaciste. – Dijo el señor.
- Si… ella me mato…- Dijo señalándola a Lilith.
- Ya veo. Veo que esta recibiendo su merecido también. – Sonrio el alcalde viéndola de sirvienta. Lilith avergonzada desvio la mirada.
- Quiere ver la identidad secreta de ellas? – Sonrio Angela.
El alcalde rio. Era el problema de los angeles, al renacer son niños de vuelta. Capaz era su oportunidad.
- Claro que si, sino como las reconoceré de civiles?
- Maid rangers…- Ordeno Angela, y las 5 volvieron a sus apariencias normales.
- Una dragon de viento, una hada del bosque, una demonio, una chica bestia y una humana…- Dijo seriamente el alcalde.
- ¿ No es genial mi idea?
- Si, aunque con su muerte murió también mi Royal Knight..- Suspiro el alcalde. – Tan leal que era.
- Las Maids rangers nos protegerán!! Ellas son simples sirvientas de dia. Pero cuando el peligro llama!!! Boom!!! Se transforman en Maid Rangers!!!
Fio puso una mano contra su cabeza, y los ojos de su ama se clavaron en ella, luego volvió a ver.
- … Pero… capaz los demás razas vean mal que tenga una esclava de cada raza existente. Capaz lo vean como una declaración de guerra.
- Estamos en guerra no es asi? – Sonrio Angela y levanto el dedo. – No quiere ver algo divertido? – Pregunto levantando un dedo.
- No por favor…- Suplicaron Fio y Sylph.
- Jajaja… no es necesario. Pero podrias prestarme una algún dia.
- Pfff… son mis muñecas no tuyas. Devolvamos la ciudad a su estado natural. Despliega a los soldados, y envía albañiles a reconstruir mi mansión. Si hay algún problema enviare a las maid rangers a pelear. Cuando todo vuelva a la normalidad… me comunicare con el reino de cristania. – Ordeno angela. Luego tomo de la mano a Lucy.
Y eso fue lo que sucedió. Con la ayuda de las Maids ranger fue fácil devolver la calma a la ciudad. Albañiles trabajaron ahí, y pronto la mansión estaba llena de empelados nuevamente. El alcalde regularmente visitaba a Angela, y las chicas se comportaban normalmente, solo siendo llamadas de vez en cuando. Sylph, Lilith y Whisper de a poco, comenzaban a acostumbrarse a su nueva vida. Limpiar, servir, obedecer, ser castigadas. Y a usar ropa humana. Para Whisper, era confusa ser ahora una hembra, pero también comenzó a acostumbrarse. Ya inmersas en una sociedad humana, hasta sentían el mismo pudor que las otras humanas. Excepto Lilith quien desde un principio parecía estar muy acostumbrada a ser una humana. Fuera de eso , las misiones apenas podían ser llamadas misiones. Eran simples y rapidas, pero las maid rangers ya empezaban a tener fama en la ciudad. Aunque no sabían si era precisamente buena fama.


martes, 17 de enero de 2017

cap 37


- Ortiz.
- Si stella?
- EScuchame…- Dijo Stella. Suspiro y la vio a los ojos. – Debes convencer a las castigadas para que hagan su tarea. Falta poco para la hora de comer y no quiero nalguearlas de vuelta.
Ortiz odiaba que su compañera se considere su jefa.
- Ya lo se.
- Se que no te animas a verlas. Este castigo fue muy fuerte para ellas y tu eres muy sensible.
- Por algo elegi este trabajo Stella. – Se quejo.
- Esta bien. Recuerda que ahora puedes castigarlas como quieras. – Menciono Stella. Un click en la cabeza de Ortiz se activo. – Ve con ellas, asegúrate que la hallan terminado. Deben acostumbrarse para cuando comienzen las clases. –
- Si, ya ire. – Respondio Ortiz. Ella marcho, preparando mentalmente el discurso hasta el dormitorio de las niñas.
Mientras abria la puerta dijo fríamente: Las castigadas espero que ya hallan hecho su tarea. Sino las llevare conmigo para que la hagan.
Hasta que finalmente vio a las chicas en uniforme de castigo. “AWWWWWWWWWW que tiernaaaaaaaas” Penso al instante. Ya había visto chicas en mameluco de castigo. Pero no a SUS niñas. “Rhonda esta consolando a Annie… y mira lo chiquita que se ve amy con el puesto. Hasta le queda grande. Hasta jessi se ve re tierna…”
- Niñas. Traigan sus tareas. Vamos a revisar si están hechas. –
Todas pusieron rostro de pánico y lentamente, entregaron sus cuadernos. Finalmente Annie lo entrego, con los ojos llenos de lagrimas.
- Que pasa Annie, por que vas llorar?
- N-No voy a llorar…- Se quejo Annie limpiándose las lagrimas.
- Te duele la colita y tenes miedo? – Pregunto Ortiz. Annie se quedo roja como un tomate.  Finalmente reviso los cuadernos y dijo: Ninguna hizo su tarea. Vamos al salón, las ayudo a terminarla.
- Afuera? – Preguntaron las 4 al unisono.
- S-Si, afuera. A pasear un poco esas colitas castigadas.
Rhonda la siguio de prisa, y Jessica, un poco titubeante las acompaño. Annie y Amy titubearon, pero Ortiz las tomo de las manos y las hizo caminar. La caminata era sumamente vergonzosa para todas. Sentia como los ojos se clavaban en su hirviente trasero. A su vez, con la cola tan roja, y la friccion de la tela, costaba un poco caminar. Sobarse, no era menos vergonzoso. Y finalmente….
“Otra vez se desabotono…” Penso Amy, intentando abotonarlo de vez, sintiendo vergüenza. “Cuanto tiempo abre caminado asi… Pero si los botones son tan grandes, por que estarán falseados los ojales… AY!! “ Continuo pensando hasta que Ortiz le desatapo la cola de un tiron, desabotonando todos a la vez y le dio una sonora nalgada.
- No te atrases ni te distraigas Amy.
- S-Si…- Respondio muerta de vergüenza. “Ya entiendo por que los ojales están rotos…” Penso mientras volvia a abotonarlos.  Ortiz ya tomo por costumbre aprovechar esos pijamas y darles un jalon dejando la cola lista para unas nalgadas a cola desnuda. Le recordaba mucho al que ella y su hermana usaban de niña, o al que sus sobrinitas usan. Era difícil no verlas nuevamente como niñas, con una apariencia tan adorable. Finalmente, ya en el aula, y luego de la tortura que fue para todas poder sentarse, ayudo a cada una con sus tareas, dejando el pijama abierto de las que daban mas problemas para poder darle nalgaditas de vez en cuando. Luego de eso, llevo todas a comer. Y finalmente, arropo a todas en sus camas, asegurando las cobijas debajo de los colchones.
- Mi conejito…- Se quejo Annie, al ver que lo habían llevado.
- Extrañas tu peluche bebe? Mañana va a estar de vuelta con vos si eres buena niña.- Dijo Ortiz, luego de darle un beso en la frente.
Las 4 se durmieron apenas fueron obligadas a acostarse, totalmente agotadas luego del largo dia.
- Como te fue con las chicas? – Pregunto Stella preocupada. – Ahora revisare que las otras estén en camison ya.
- Muy bien. No te preocupes, tu encárgate de las otras, yo me encargo de las castigaditas. – Sonrio Ortiz. No solo se veian muy tiernas, también estaban mucho mas dóciles y sensibles. Se dejaban tratar como niñas, a diferencia de antes. En especial Annie a quien hasta pudo ponerle un repasador alrededor del cuello mientras comia para que no se ensucie. Ortiz, no consideraba el momento por el que las chicas pasaban, a pesar de dar un par de nalgadas a culitos vareados. Al contrario, disfrutaba lo sensible que estaban sus colitas ahora. Y una ligera nalgada y hasta Jessica daba un salto y se sobaba. Lo mejor, ya no debía seguir esas tontas reglas. Podia educarlas como quería, como las niñas que eran. Esto no alegraba demasiado a las alumnas, que querían tener 15 años de vuelta, y no 8 como las trataba Ortiz. A todas menos Annie… quien extrañaba a su mama.
AL otro dia, todas despertaron a la orden de Ortiz. Quienes estaban castigadas, se podia ver con facilidad lo adoloridas que aun estaban. Todas menos Annie, quien fue despertada como de costumbre, pero que esta vez solto un solllozo.
- Pobrecita bebe. Duele mucho no es asi?
- Si Madre Ortiz…- respondio Annie con un puchero.
Enternecida, Ortiz la alzo como la miniatura que es, y con facilidad la sento en sus piernas, envolviéndola en un abrazo. La mimo varios minutos, mientras todas observaban la escena de reojo , en especial Amy quien suspiraba mientras armaba su cama.
- Deja que Madre Ortiz te enseñe a armar tu camita Annie. – Explico la monja. Juntas, armaron la cama. Luego de eso, se las llevo, haciéndolas marchar como antes, para que desayunen, y se bañen. Mientras, Stella chequeaba a Mariela y Alice. Y le daba puntos a Alice, mientras castigaba a Mariela. Nuevamente, Mariela estaba inspirada y por eso distraída. Se moria de morbo viéndola a Annie ser tratada asi. Y las caras de humillación que ponían las chicas, lo roja que estaba la cola de Amy y lo lindo que se sintió tocarla.
Ortiz, las hizo desayunar, y bañarse. Ya cambiadas, las devolvió a su habitacion para esperar su clase. Alice presencio a sus compañeras en mameluco de castigo por primera vez, estando ellas ya cambiada. “Esto… cambiara mis planes…” Penso Alice. Le alarmaba mucho saber que podría pasar por lo mismo si su plan era descubierto. El mameluco permitia ver sus rojos y marcados traseros, además de verse muy humillante de usar.  Era distinto ver que eran sus compañeras, y no una alumna cualquiera. Hasta Jessica se mostraba deprimida, mas que enfadada.
La clase comenzó, con las 4 aun en mameluco, mostrando grandes dificultades para sentarse. Mariela y Alice se sentían mas relajadas, ya que toda la atención se centraba ahora en las castigadas. Estas parecían no tener respiro ya que Ortiz amaba las nalgadas sorpresivas y jalonearle la parte trasera del mameluco, exponiendo sus traseros castigados. Durante los recreos, eran llevadas por Ortiz a su oficina o a sus dormitorios. Era tedioso y aburrida para las 3, salvo para Annie quien vivía sentada en las piernas de Ortiz.
- Yo no soy mi hermana! – Se quejaba Amy, cuando Ortiz se confundia y la alzaba. Pero annie se acercaba y gustosamente recibia los cariños.
- Madre Ortiz tiene una nueva bebe..- Murmuraba a veces Jessica, un poco molesta viendo como para ella esta tortura era un paseo. Si antes la escuela era mala, ahora era peor. Debia pavonearse, humillada de esa forma… su trasero aun herbia y no la dejaban ni hablar sin unos azotes. Debian dedicar todo su tiempo a “Estar arrepentidas”. Amy muchas veces era advertida debido a que le costaba quedarse quieta a pesar de la friccion que la tela generaba en sus nalgas al moverse. Las únicas que parecían estar tranquilas eran Rhonda y Annie, quien Ortiz vivía cargándola como si fuera su muñeca. Aparte ahora estaban vigiladas todo el tiempo.
La tarde se acercaba peligrosamente, y cuando comenzaron a preocuparse por el purgatorio, finalmente a todas, se les devolvió sus listones.
- Nunca crei que me sentiría contenta de poder usarlos de vuelta…- Bromeo Jessica.
- Y los mios? – Pregunto Annie.
- Tu vienes conmigo a mi oficina.
Ya en su oficina y a solas, se sento y la hizo pararse en frente.
- H-Hice algo malo?
- No hiciste nada malo. Annie, eres una chica muy especial. Se que las chicas aquí son muy rudas. Pero tu eres una niña muy buena. Prometes portarte bien?
- Si Madre Ortiz… prometo portarme bien… - contesto Annie.
- Muy bien, mira quien esta aquí. – Dijo, y saco el conejito de peluche de Annie con los dos listones puestos.
- Mis listones!!! Gracias!!- Exclamo Annie abrazándola.
- Te los mereces. Aquí ya tengo tus uniformes listos para cambiarte. Te ayudare a devolver tu mameluco, y llevar tus uniformes asi tu continuas tranquilita con tus cosas si bebe?
- Si Madre Ortiz…- Dijo sorprendida.
- Ven, te ayudare a cambiarte. – Dijo quitándoles los botones. Esto naturalmente activo una alarma en Annie quien retrocedio.
- Vamos, no tengas vergüenza, estamos solas aquí.
Suavemente, Ortiz las desnudo, y observo su cola aun roja, llena de banditas. Con mucha suavidad le puso el uniforme de novata y luego le armo sus trenzas con sus dos grandes listones. Finalmente Annie volvió al uniforme de Saint Francis. Annie intento resistirse… pero en vano. Amaba ser peinada y cambiada, como amaba los mimos y el trato cariñoso… que realmente necesitaba ahora.
- Ahí estas preciosa. – Dijo agarrándole los cachetes. - Tu ve a jugar ¿si ternurita? Yo me encargo de devolver esto a su lugar. – Dijo Ortiz, refiriéndose a su peluche, uniformes y mameluco de castigo.

- Si Madre Ortiz!!- Sonrio Annie y luego sonrio nuevamente con el beso en su frente. Finalmente dejo la oficina y se alejo. Mientras se alejaba, en uniforme de novata nuevamente, Annie volteo a ver la oficina. Dio un largo suspiro y pensó: “Otra vez lo mismo…. ¿Cómo voy a hacer?”