domingo, 20 de diciembre de 2015

Maid alice 2

-          Como te fue contanos?
-          Bien…
-          Pero contanos!! Que hiciste.
-          Limpie.
-          Que mas?
Entre mis hermanos, y mis padres, se peleaban por sacarme información. Informacion que no iba a dar. Ni loca contaba lo que había sido mi primer dia. Sentada a la mesa, el escozor era muchísimo mas molesto por que estas eran sillas de madera y no tenían su almohadoncito como las de la mansión.
-          Fui a limpiar como siempre. Y le hice de comer.
-          No le habras dicho algo tonto no?
-          No…
-          La hiciste enojar?
-          Ya!! Déjenme tranquila.- Me queje.  Obviamente no me dejaron tranquila hasta que fui a mi habitacion. Ya en ella, me baje mis pantalones y mire mi cola. Se veía apenas rosada, aunque sentía que me ardia bastante. El ardor a veces empezaba a volverse molesto. A veces. Pero sino, andaba con mi sonrisa de oreja a oreja. Cambiandome a mi pijama, me acosté en mi cama y mire mi nueva identificación. “Que cara” pensé. Recorde un poco mi dia, y toque mi cola. “Mi primera nalgueada… fue peor de lo que imaginaba..” dije, y sentí que la de la identificación era otra chica. Guarde el carnet, y programe la alarma, preparándome para dormir.
Al otro dia me desperté con mucho sueño. Sentia mi cuerpo cansado, y observe la alarma. Pense que lo mejor era apurarme y llegar a la hora que dijo. Un poco me da morbo… recibir otro castigo. Pero me recordé a mi misma que es un trabajo, no un juego. Y me propuse tomarme con seriedad lo de : “Ser la Maid de Madam Mignonette” Viaje hasta alla en mi bicicleta y luego de ingresar, me fui a la habitacion de servicio. Me bañe, y me puse mi uniforme. Tube complicaciones en hacerlo tal y como predijo Antonella, pero con un poco de maña lo logre. Finalmente, me mire en el espejo. “Creo que exagere” pensé haciendo poses. “No es tan cursi como pensaba. El moño es lo mas llamativo sino se veria normal. Solo que muestro mucho mis piernas…” pensé estirando mi vestido. Apenas se dieron las 8 vi como mi localizador comenza a brillar. “Despacho” pensé y me apresure a ir.
-          Si madam?
-          Alice, que aplicada.- Dijo, me observo y comento: Y te ves impecable, muy bien. –
-          Gracias jajaja…. Me fije mucho.- Comente.
-          Nada mas quería decirte que cuando llegues debes realizar tus quehaceres normales y sencillamente estar atenta a tu localizador. Solamente eso si?
-          Si señora.
-          Muy bien, continua con ellos.- Comento.
Espere algo emocionante, pero el dia se volvió muy parecido al anterior. A veces limpiaba sola, y sino, me la pasaba cumpliendo tareas que el  localizador me mandaba y que me hacían sentir que era la sirvienta de una maquinita. Ya sean mensajes verdes, o mi agenda que me recordaba a cada rato tareas que mi ama me había programado para el dia. Esta vez me anticipe, y comi antes de realizar su almuerzo, para poder servirla como ella deseaba. A pesar de mis esfuerzos, solia corregirme constantemente. Siempre algo encontraba. Pero supuse que era algo normal en su personalidad y no me lo tome a pecho. Ese dia paso rápidamente, y la semana también. Me acostumbre a verme a mi misma en uniforme y dejo de avergonzarme tanto que me vean extraños. Cuando recibia algún papel, o paquete, la mayoría cambiaba rápidamente su expresión al presentar mi identificación. Eso me hacia sentir un poco importante. Pero a veces me era muy aburrido esperar tanto tiempo al lado de ella sin hacer nada. A Mignonette parecía no importarle, y debía permanecer horas parada a su lado cumpliendo esperando ordenes. Ordenes que podían ser muy simples o tontas. Alcanzarle algo, servirle un café, o alcanzarle un papel. Sin embargo yo podía notar que disfrutaba mucho mi compañía. Mignonette era una persona silenciosa, quien siempre estaba inmersa en sus pensamientos. Yo era simplemente su maid, y no ocupaba el tiempo con palabras para entretenerme. Solamente hablaba cuando lo veía necesario o quería comentarme algo. Y me hacia estar junto a ella cuando extrañaba la compañía humana, sino me enviaba a continuar con mis deberes. A pesar de su aparente frialdad, podía darme cuenta de una infinita sastisfaccion en ella, como si hubiera deseado tenerme asi hace mucho tiempo. A veces me miraba con tanto placer, que me intimidaba y me hacia sonrojarme. Por lo general, me daba una orden luego de hacerlo, como intentando distraerme. Yo continuaba fantaseando, con otra nalgueada de su parte. Pero no quería comportarme como el lunes de vuelta. Mescle un poco de mi frustración ese dia, con mi inseguridad y deseo de un castigo para agotar su paciencia. Y si bien lo disfrute, luego me arrepentí de haberme comportado tan impertinentemente con ella. Empece a comprender sus gustos para desayunar, comer y merendar. Y sentí cierto placer en complacerla. Me imagine que iba a comportarse mas bien como una dictadora, pero por momentos era realmente dulce conmigo. Y por momentos, demasiado dulce. A veces, me trataba como si fuera una niña pequeña, cosa que yo detesto. Quienes llamaban a la casa, en esos días, empezaron a reconocerme al teléfono, y me comenzaron a tratar con mas amabilidad. Todo continuo bastante bien hasta ese jueves.
Mi delantal comenzó a brillar con una luz azul. Asi que inmediatamente fui a la oficina de mi ama.
-          Alice, limpiarias mi oficina por favor?- Me dijo con dulzura. – Tu sabes, tiende a llenarse de tazas de café.
-          Si señora, con mucho gusto. – Respondi. Si quienes me conocen m vieran asi, se reirían. Pero comenzaba a disfrutar servirla. Fui por mi escoba y mis cosas, y energicamente limpie su oficina. Antonella continuaba concentrada en sus cosas. Pero de repente dijo: Alice, hoy viene a visitarme una de mis proveedoras. Es una persona de confianza para mi, y sabe que eres nueva. Sin embargo tu deber será atendernas a ambas. Es muy importante que tu desempeño sea excelente asi que vete preparando si? Ya anote en tu agenda su horario de llegada.
-          Si madam….- Dije un poco nerviosa.

Intente limpiar la casa, para que se vea impecable. En mi mente había planeado una merienda para ambas, teniendo en cuenta lo que le gustaba a Antonella.
Finalmente escuche la llamada, y fui a recibirla. Era una mujer, muy alta, de cabello rubio y parecía tener 50 años.
-          Hola nena… tu… eres?- Pregunto. “Acaso el uniforme no es obvio? “ Proteste para mis adentros. Como siempre, saque mi identificación, y seriamente dije: Maid alice, para servirle.
-          Ah, tu eres quien me comento. Mucho gusto señorita.- dijo y me entrego su pesado abrigo. Lo alze con incomodidad y dije por debajo de el: Mi ama la espera, pase conmigo por favor.
Intente acomodar el abrigo para que sea sencillo de transportar y al llegar, procure ponerlo en la percha donde cuelgo los abrigos. Sin embargo era un poco pesado y la percha era….muy alta para mi. Tube que dar varios saltos hasta lograrlo. Cuando devolví mi atención a la visita, me observaba sonrientemente. Avergonzada, estire un poco mi vestido y comente: Acompañeme al comedor y póngase comoda mi ama ya estará con usted.
Fui a la cocina a preparar la merienda, y llame con el localizador a Antonella.
-          Madam, ya llego quien esperaba. Esta en el comedor. Estoy preparando la merienda.- Comente.
-          Si alice, ya voy alla. – Dijo. Prepare primero lo que acostumbra tomar Antonella. Cuando fui a dejarlo en la mesa, ambas ya conversaban acaluradamente.
-          Oh, mira Elizabeth. Te la presento. Ella es mi Maid, su nombre es Alice.- Dijo ella. Yo intente ser cordial y dije: Para servirla.
-          Al fin concretaste tu deseo de tener una. Me habias comentado que estabas muy entusiasmada. Ella es…- Dijo y me sonrio como viendo a una niña. – Ciertamente adorable… pero, ¿Cuántos años tiene? ¿Puede trabajar aquí? ¿No iras a tener problemas?
Obviamente me enfade. Intente quedarme callada y disimular mi enojo. Por lo visto no funciono y  Antonella dijo: Sepa disculparla. Siempre se enoja mucho cuando preguntan por su edad. Tiene 18 años, la conozco de pequeña. Los cumplio hace varios meses ya.
-          Uy, lo siento nena. Es que te ves tan pequeñita. ¿ Cuanto mides?
Nuevamente enojada. Intente controlar mi enojo y responder : 1metro 42…-
Antonella, intento cambiar el tema de conversación y continuo: Aun le falta mucho por aprender, pero si vieras lo rápido que limpia te sorprenderías. Es un rayo.
-          Mas bien una chispa.- Bromeo la señora. Yo me enfade aun mas. – Que pasa nena que aun no me ofreces nada?
-          Que… quiere?- Dije. Senti la mirada de mi Ama clavarse en mi como si fueran dagas. Intente controlar mi enojo y suavize mi tono de voz. – Que le apetece?
-          Traeme un te como a ella por favor.
-          Si señora. – Comente. Hice caso resignada, aunque muy molesta. Tenia ganas de meterle sal. ¿Por qué cada persona que me conoce tiene que siempre salir con el mismo tema? Cuando volvi, sentí que hablaban de mi, y parecía no importarles mi presencia.
-          … Con ese uniforme.
-          Si, lo note varias veces. Fue una muy buena elección. Y le queda tal y como vos dijiste. ¿Te salio muy caro?
-          Su te señora.-
-          Gracias nena.
-          Para nada. Obviamente nunca antes gaste tanto dinero en una empleada que apenas ingresa. Pero es mas bien una inversión.  Sabes que necesito una persona de confianza y lo mucho que protesto por eso.- Comento. Deje de ser tema de conversación, hasta que comenzaron a hablar de negocios. Y comenze a escuchar sumas con varios ceros.
-          Puedo retirarme madam?- Pregunte intimidada.
-          No. Necesito que te quedes como te enseñe.- Dijo. Me pare al lado de ella, pero aclaro. – Y procura mantener una buena presencia mientras esperas una orden. Parada derecha. Manos entrelazadas adelante. Como una buena Maid.- Ordeno.
-          Si…- dije incomoda, mirando a la molesta visita de reojo.
-          Vas a permitir que escuche nuestra conversación?- Protesto Elizabeth.
-          Necesito que ya empieze a estar al tanto de las cosas. – Respondio y continuaron conversando.
Estar tanto tiempo, en una sola posición, se comenzaba a volver muy incomodo. Normalmente solia balancearme en mis pies para mostrar mi aburrimiento, a veces Anto me dejaba ir ya que sabe que me aburre estar quieta tanto tiempo. Pero no me animaba a hacerla quedar mal frente a visitas. Cada vez que el tema de conversación se desviaba hacia mi, ella no dejaba de hablar de mi potencial y de las esperanzas que tenia en mi.
-          Alice.- dijo repentinamente. Yo estaba perdida en mis pensamientos asi que tarde en responder. S-Si? –
-          Ve alzando la mesa. Nosotras iremos al sofá. Te espero alla si? – ordeno.
-          Si madam Mignonette.- Respondi. Mientras me alejaba escuche a Elizabeth festejar mi forma tan sumisa de responder. Sonrojandome levemente, fui a lavar las tazas, observando la hora en mi localizador. En poco tiempo ya debía irme. Pero cuando volvi con ellas mi ama me hizo una triste pregunta: Alice, no podrias quedarte un par de horas mas hoy?
De mala gana respondi: Umm… si…
-          Ay, te lo agradesco muchísimo.- comento. Sin embargo, no me dio ninguna orden luego de eso y tuve que permanecer quieta a su lado. Empeze a sentirme muy cansada hasta que me pidió su pipa, y que ponga música. Obedeci empezando a darme cuenta que le gustaba presumir su control sobre mi. A veces, me daba pequeños regaños pidiendo que arregle las partes del uniforme que podían desarreglarse. Ambas mujeres parecían comenzar a relajarse mas, y hasta me pidieron que les sirva whisky a las rocas. “Tomando tan temprano” Pense.  Frente a ellas había una pequeña mesita, y estaban sentadas frente a una chimenea. No entendia muy bien la funcion de la chimenea, si hubiera frio yo no podría usar un uniforme asi. La zona donde vivíamos no se caracterizaba por tener climas muy fuertes. Mientras escuchaba la conversación empeze a disgustarme un poco con la personalidad de Elizabeth. Era muy altanera y soberbia. Yo pensaba que lo era solo conmigo, pero hablaba muchas pestes de quienes conocía. Mi ama por su parte empezaba a sentir los efectos del alcohol. Y aunque a diferencia de Elizabeth, me trataba con mucha amabilidad, empezaba a fastidiarme un poco con tantas ordenes. “Alicia, trae unos papeles de mi despacho, Alicia tráeme esta carpeta si la muestro”. A veces sentía que lo hacia a propósito.
-          Alicia, sírvenos mas brandy.- Comento. Ya era tarde y yo estaba muy cansada. Yo me incline para tomar la botella sirviéndole a ella primero. Cuando servi a Elizabeth no me di cuenta, y me agache, mostrándole toda mi cola. Mientras lo hice me percate, y bajando mi vestido avergonzada dije: Lo siento mucho!
-          Ummm… esos calzones los vi, son muy llamativos.
-          Son bloomers.- Dijo mi ama. – Alice nunca usa vestidos. Si vieras como se viste normalmente lo entenderías. Se los mande a hacer junto con el uniforme por que pensé que esto pasaría muy seguido.- Explique. Senti vergüenza frente a la afirmación y la mujer comento.
-          A ver niña, muestramelos, quiero ver como son.- Ordeno. Ordeno, por cierto alguien que no era mi ama. Me parecio una orden humillante, y voltee a mi ama quien me dijo: Has caso Alice.
-          P-Pero…- dije, y ella exclamo: son solamente bloomers, no seas tan vergonzosa.
Aun asi, yo si era muy vergonzosa. Con mi cara como un tomate y desviando la mirada, alze mi falda.
-          Son lindos y tienen un lazito rosa, que ternura!- Comento.  – A ver muéstrame por atrás.- Lo hice empezando a enfadarme. La mire a Antonella enojada, pero ella me clavo nuevamente su mirada. Desvie mi mirada y escuche a la mujer decir: - son adorables. Como tu. Ya esta, gracias. Fue muy buena idea Anto.- Comento. Solte mi vestido y me fui al lado de mi ama. Estaba muy molesta, además de avergonzada. “Me va a obligar a mostrar mis calzones a todo el mundo?” Me queje para mis adentros. La invitada, comenzó a desviar la conversación, esta vez hablando de su marido e hijos, quejándose constantemente. Me sentí muy incomoda frente a esa charla que no me incumbía. Hasta escuche en un momento que su marido le serviría mas si fuera maid como yo. Intente buscar una excusa para irme pero enseguida escuche: Alice, sabes hacer masajes?- Pregunto antonella. “Ahora me va a poner a hacer masajes?” Proteste para mis adentros.
-          No… lo siento.-
-          Bueno, ya aprenderás. Hasme en la espalda por favor. Vivir sentada frente a la pc hace que tenga dolores de espalda horribles.
-          Umm… si Madam.- Dije, sintiéndome agotada. Con una mano, revise el localizador en mi delantal “Ya son las 8…” pensé para mis adentros.
Entre masajes, música, servir brandy, prender cigarrillos, el tiempo pasaba lentamente. Y otra vez, la conversación se desvio hacia mi.
-          Antonella. Se que nosotras tenemos una relación comercial. Pero yo te considero mi amiga.- Dijo Elizabeth. Me sonreí, viendo como ambas sufrían el efecto del alcohol. Era extraño ser la única sobria. – No puedes hacer que esta niña haga se presente a firmar tus papeles en los locales. –
-          Tiene el poder para hacerlo. Ya arregle todo lo que sea necesario. Para mi es una perdida de tiempo viajar con este trafico para firmar algo.
-          Aun asi, no puedes vivir encerrada. No pienso tener una mucamita remplazándote en las juntas. Es importante que vengas.
-          Ire, pero Alice me acompañara. Ya te dije que no es solo una mucama. – Comento. Ambas comenzaron a discutir, mientras Antonella me defendia. “ojala no tuviera que estar en estas platicas” pensé. Finalmente , llego la hora de retirarse y la mujer se fue, un poco ebria, mientras yo llevaba su abrigo. 
-          Dame mi abrigo nena, que aquí hace frio. Gracias.-
-          Mi nombre no es “nena” es Alicia.- Proteste ya molesta del trato poniendo mis manos en la cintura y dando un pisotón. La mujer me miro y se rio como viendo una niña haciendo un berrinche.
-          Jajajaa…. Tenes 18 años mocosita, no te lo tomes personal. Ojala a mi me llamaran “nena”. Mira… Me pone contenta que Antonella tenga este proyecto contigo. La mantiene motivada y en buena forma. Saludos.- Dijo y se fue.
-          Que vieja insoportable…- Pense en voz alta. Me sentía absolutamente agotada. Camine a duras penas por el jardín y al llegar a la mansión vi mi  reflejo en un ventanal. Mi blanco rostro tenia unas largas y negras ojeras de cansancio. “Por que hago esto” Proteste para mis adentros. “por el dinero” me dije. Me sentí humillada, por tanta orden, y por que me hallan obligado a levantar mi vestido y enseñar mis calzones de esa forma tan degradante. Pero lo peor era que no me negué, no proteste, sencillamente lo hice. Di un largo suspiro y me sobe mi cabeza con cansancio.
-          Alicia. Por favor te he dicho que no te veas tan desalineada.
-          Si… madam…- Respondi intentando conservar mi paciencia. – Ya puedo irme.-
-          Si nena, ya podes.- Dijo ella. “Genial, otra mas llamándome nena”. – Cambiate si queres, y mostrale tu identificación al chofer asi te llevara a tu casa.” Dijo.
-          Si…- Suspire. Caminando a la habitacion de servicio tome mi liston y mi cofia con la intención de sacármelo pero ella me alcanzo rápidamente.
-          Alice, espera!!- Dijo.
-          Si….?- Pregunte con desesperanza.
-          Espera un segundo por favor.- ordeno. Solte mi liston y cofia suponiendo que no iba a tener otra opción que cumplir otra orden.
-          Empezamos con el pie izquierdo… Pero desde que te discipline note el gigantesco esfuerzo que has realizado. Cometes errores, pero das lo mejor de ti. Creeme que me doy cuenta y lo valoro. Hoy estubist impecable, y hasta te quedaste a servirnos.
-          Gracias…- respondi con una sonrisa débil.
-          Se que tu familia es muy pobre, y que necesitas el dinero. Decidi darte un adelanto de tu sueldo, y un poco mas en agradecimiento. Tomalo- dijo ella. Lo tome y abri el sobre.
-          TRES MIL PESOS!!!- Exclame sin querer.
Ella se rio mientras yo miraba el dinero impresionada. Me habían dicho mi sueldo anteriormente pero no lo creía. Al menos no hasta verlo.
-          N-No… no creo merecer tanto.
-          Por supuesto que lo mereces Alice. Se que te esfuerzas muchísimo.
-          G…Gracias.
-          De nada.- Dijo ella y de repente comente a saltar.
-          WIIIIIIIIIIII- Exclame y salte por todo el lugar emocionada. Cuando termine de festejar vi que me miraba con ternura, y me dio un poco de vergüenza, sin embargo, me empece a reir por mi reacción.
-          Te espero mañana temprano si?
-          Si madam mignonette!- Respondi contenta.
“Tres mil pesos…” pensé. Me cambie de ropa y doble mi uniforme cuidadosamente guardándolo. “tres mil pesos…” continue diciéndome. Era mi primer sueldo, y el sueldo de un mes de cualquier persona de mi edad. Y era solo por una semana, que aun no terminaba. La mitad de una semana. Inmediatamente me olvide del uniforme de payasita, de tener que seguir ordenes como un perro todo el dia y de la humillación de tener que enseñar mis bloomers. Solo podía pensar en una cosa “Soy rica!!”.
Cuando llegue a portería, presente mi identificación y nuevamente al chofer. El chofer miro extrañado la foto del carnet y a mi, como si fueramos personas distintas. Sin embargo termino por dejarme subir. El auto era una camioneta muy lujosa, no se de que marca por que nunca me gustaron las camionetas. Con singular respeto me pregunto: “Donde la llevo señorita?” . Le di la dirección de mi casa y me llevo rápidamente. Sin embargo vi en el camino que un supermercado estaba cerca. – Dejame aca, muchas gracias.- Le dije y baje. Queria festejar. Compre un champagn y mi comida preferida.
“Deberia comprar algo para todos…” pensé. “Por que voy a comprar algo para todos, ellos solo se rien de mi mientras soy yo la que esta todo el dia en uniforme con carita servicial y obedeciendo ordenes” me queje. Aun asi, la nostalgia me gano. Compre otro champagn, y en vez de mi comida favorita compre una cena para todos.
-          Wow!!!- Festejaron al unisono. Mi familia era obviamente muy ruidosa. Celebramos y comimos, mientras festejaban lo bien que me iba. A nadie parecía importarle lo que había pasado en mi trabajo, solo les importaba mi nueva cartera. Pero la verdad…. Me era igual. Era mejor que no hagan preguntas. Nos tomamos el champagn, mis padres se fueron a dormir, y yo me quede sentada en la terraza, mirando las estrellas y tomando el que quedaba.
-          Alicia…- dijo uno de mis hermanos subiendo a hacerme compañía.
-          Que quieres?- Pregunte.
-          Jajaj… siempre tan tierna. Ya se te esta acabando el champagn? Traje tequila, hay que festejar. Espero que no nos caiga mal. – Comento.
-          De donde sacaste ese tequila? No estaras llendo ebrio al colegio no?
-          Obvio que no, solo nos sobro de cuando volvimos a casa.- Protesto el.
 Continuamos bebiendo hasta que el menor subio y me pidió que fuera a jugar videojuegos con ellos.
-          Ustedes no tienen colegio?
-          Shhh… no seas soplona. Tu faltabas igual que nosotros.
-          Tienen que ir.
-          Ayyy por favor…!!!
-          Hay que festejar ali!
-          Esta bien, ahí voy yo también.
Y asi, nos quedamos hasta muy tarde. Moraleja, al oto dia me desperté con mis musculos adoloridos de tanto cansancio y muerta de sueño. Me levant frotándome mi cabeza y ojos, y vi la hora.
“Mierda, ya son las 8!!!” Exclame.
Corri a lavarme la cara, me vesti asi nomas, tome mi localizador y sali por un taxi. Nerviosa, llegue a la mansión notando que en todo el trayecto ya había pasado como media hora. En todo el camino, mi localizador brillaba azul verde azul verde. Naturalmente, me moria del morbo de imaginar que me esperaba una buena nalgueada. Me sentía excitadísima, y siento que hasta el taxista me veía raro. Pero a su vez, no quería forzar mi suerte. No quería que Antonella se decepcionara de mi. Mostre mi identificación al portero, y entre a las corridas directamente a su despacho. Al llegar Antonella se veía tranquila. Pense que estaría furiosa. Entre y dije: Lo siento madam me quede dormida!!
Ella volteo para verme con serenidad, sin embargo al hacerlo clavo una mirada en mi de disgusto. Me observo de arriba abajo y dijo, fríamente: Alice, tu uniforme. Presentate adecuadamente en mi oficina. Ya-
-          Si..- Dije. “Parece molesta…” comente preocupada. Me bañe y me puse mi uniforme, cerciorándome de que este perfecto y volvi muy nerviosa.
-          Madam ya volvi.
Al verme, esbozo una pequeña sonrisa, pero rápidamente volvió a su mirada fría. Miro a ambos costados intentando decidir, hasta que señalo un rincón a su derecha, en frente de donde estaba su pc.
-          Libera ese rincón, quita lo que sea necesario. Intenta ver si hay un lugar donde acomodar el resto, y sino apartalo hasta que sea necesario.
-          Pero… Madam, hay un mueble.
-          Vacia el mueble , muevelo y vuélvelo a llenar. Vamos, quiero ese rincón libre.-
-          Si madam…-
Lo hice, a ritmo lento ya que muchas cosas eran pesadas y otras muy altas. Me daba morbo pensar que preparaba mi lugar de castigo ya que adivinaba sus intenciones. Me demore bastante pero a mi ama parecía no importarle.
-          Ya termine madam.
-          Muy bien. Ve a el, pon las manos en la cabeza.- Ordene.
Me sonroje y me quede titubeando y tomando mi delantal con las manos.
-          Alice, ya!! Que esperas?
-          Emmm… si madam..- Respondi. Mire mi rincón recién “Fabricado” y me sentí muy tonta. “Ser enviada al rincón igual que una niña pequeña…” proteste.
-          Alice, ir al rincón, no mirar al rincón. YA!- Ordeno.
-          Si madam!- Exclame asustada. Patalee un poco en el lugar por la vergüenza y termine obedeciendo. La primera vez fue fácil, estaba recién nalgueada. Pero ahora! Recorde miles de videos de spank, y la vergüenza comenzó a darme morbo. Empeze a exitarme frente a la idea de ser nalgueada ahora, y miles de frases sugerentes comenzaron a llenar mi mente. Esas frases tan trilladas de videos de spank del tipo “Niña traviesa” “esto te pasa por portarte mal” etc. Mi excitación duro varios minutos…. Pero varios minutos es poco tiempo en comparación al tiempo que tuve que estar. Con el tiempo me comenzaron a doler mucho los brazos y la espalda además de sentir incomoda. Comenze a moverme y a pararme en un pie y el otro.
-          Alice, quieta. Estas castigada.- Ordenaba cuando me veía moverme demasiado. Intentaba obedecer, pero el tiempo pasaba. Me di cuenta rápidamente que de la misma forma que no le importaba tenerme parada por horas a su lado esperando una orden, tampoco le importaba tenerme en el rincón mientras hacia sus cosas.
Voltee varias veces a verla suplicante, pero solo me ganaba un regaño, y cuanto sentía mis brazos demasiado cansados e intentaba bajarlos enseguida escuchaba un grito.
Suspire y pensé en voz alta. – Cuanto tiempo voy a estar asi…-
-          El tiempo que yo considere necesario. Y nadie te permitio hablar.- ordeno ella. De repente sentí una melodía y mire como mi delantal brillaba de color amarillo.
-          Madam…
-          A ver alice, ven aquí.
Me acerque, estirando mis brazos adoloridos y mi espalda.
-          Sabes por que estas castigada?
-          Madam, me quede dormida, lo…
-          No te pregunte que paso, te pregunte si sabes por que estas castigada.
-          Por llegar tarde..
-          No, no es por llegar tarde. Te aclare, que a las 8 tenias que estar preparada para servirme. Y solo podes estar lista para servirme en tu uniforme impecable. Como puede ser que vengas a mi despacho sin el. Tenes tiempo de 7 a 7:30 para ponértelo. Despues de las 8 si o si debes estar en tu uniforme.- Ordeno.
La mire confundida. – Entonces.. esto es por… que no tenia mi uniforme puesto cuando la vine a ver. Pero ahora ya lo estoy usando.
-          Veo que no lo tomas con la seriedad necesaria. Pero ya me asegurare de que asi sea.
-          Si mi uniforme esta aca, como hago para llegar tarde y tenerlo puesto? Me lo cambie apenas llegue.- Me queje.
-          Tienes 2 no? Sencillamente vienes con el puesto y obedeces lo que tu localizador indique. No me importa que llegues un poco tarde, y si no alcanzas a cumplirlo por que lo hiciste pagaras las consecuencias. Pero tenes que estar preparada para servir a partir de las 8. Tenes hasta las 7 para prepararte. Ahora prepara el desayuno como lo indica tu agenda. Sirvemelo y desayuna tu también, necesitas energías. Cuando termines vuelves a tu rincón. Hoy esperaras ordenes ahí.- Ordeno.
-          Solo… por eso?- Proteste.
-          Alice, obedece ya.- Ordeno de vuelta. Termine haciendo caso de muy mala gana. Entendia lo de llegar tarde. Pero tener que estar castigada por que me vio sin uniforme? Eso es ridículo. Servi su desayuno, me servi el mio, mientras desayunaba, suspiraba molesta por el castigo. “En los videos de spank el rincón se ve tan morboso… pero en realidad es… TAN insoportable”. Proteste. Mire mi delantal brillando rojo, lo atendí, y escuche: Alice, ya desayunaste?
-          Ya termino.
-          No te hagas la tonta, tu rincón te espera.
-          Si madam, ya lo se.- Respondi de mala gana. Afortunadamente colgó. “No quiero volver…” proteste. “Pensar que tanto tiempo quise esto… y ahora… Ira a nalguearme? Cuanto tiempo me va a tener ahí?” Me queje. Aun asi, termine llendo tristemente a mi rincón. Por suerte esta vez paso menos tiempo hasta que me llamo, ya me estaba quedando dormida.
-          Alice, manten tu compostura, incluso luego de un castigo. Derechita, y arregla esas calcetas.
-          Si madam.- Dije resignada.
Ella tomo su silla y la separo, se acomodo y me llamo con un dedo: Suficiente castigo reflexivo, ahora necesitas castigo corporal.
Mi cansancio desaparecio en un instante, y mi cara nuevamente se puso roja. Me sentí abruptamente excitada, y … aliviada. Al menos ya no habría mas rincones tediosos. Camine nerviosa hacia ella y me tomo, bajando de un tiron mis bloomers hasta la rodilla. Eso obviamente me avergonzó muchísimo, e intente tapar mis genitales, no tuve demasiado tiempo para hacerlo, en dos segundos me encontraba boca abajo en sus piernas pataleando frente a las sonoras nalgadas. Sin los bloomers dolían mucho mas, no por que estos amortiguaran el golpe, sino por que sentía mi piel directamente afectada por los azotes. Nuestras pieles, la de su mano, y la de mis nalgas chocaban una y otra vez. Senti mi sexo humedecerse y me preocupe mucho de que ella también lo sienta. Patalee, e intente conservar mi posición, ya que yo en si, no quería que se arrepienta, deje de nalguearme y me devuelva al tedioso rincón. Sin embargo, Antonella parecía estar un poco mas confiada, y la nalgueada se volvió muy dolorosa rápidamente. La poderosa mujer, comenzó a darle una buena azotaina a mis pequeños muslitos, y rápidamente empeze a llenar la habitacion de gemidos de dolor. Mi cola comenzó a herbir, y yo comencé a patalear como niña pequeña. A veces paraba y yo tomaba mi cola con ambas manos en lo que ella volvia a continuar con la nalgueada. El placer comenzó a ser desplazado con la desesperación cuando la mujer empezó a nalguearme fuertemente, utilizando todas mis fuerzas. Nuevamente me trabo piernas y brazos en mi intento de defenderme.
-          No mas porfa, no mas.
-          Señorita, espero que entienda su lección.
-          No debo llegar tarde, no debo llegar tarde, AYYYY- Exclame.
-          Acaso no me presto atención?- Dijo molesta, nalgueándome severamente.
-          Lo del uniforme? Eso?- Pregunte.
Ella hizouna pausa y dijo: Hablas como si no fuera importante. Yo no respondi solo jadee y me queje del dolor.
-          Lo único que tenes que entender, es que lo que es importante para tu ama, para ti es el doble de importante. Si para mi es importante verte con tu uniforme impecable y lista para servir luego de las 8, y no deseo verte con tus ropas para ti también lo es. Y si no lo es, me asegurare de que si lo sea.- Dijo y continuo azotándome. Mi resistencia de a poco se quebró y nuevamente termine sollozando. Me dejo llorando en sus piernas unos segundos, e intentando tranquilizarme. Y nuevamente me envio al tedioso rincón. Mientras veía como mi pecho se inflaba y desinflaba por lo agitada que estaba, intentaba mantener mi posición con mis pobres fuerzas, ya que la dura nalgueada me había dejado totalmente agotada. A medida que me fui tranquilizando, me di cuenta, con vergüenza, que mis bloomers continuaban bajos. Recorde muchos videos, y sentí mucha excitación por mi castigo. El hecho de que logre hacerme desesperar y llorar me excitaba mas. Pero a su vez, una parte de mi se sentía triste por haber decepcionado a su ama, y otra parte, preocupada, por el control que ella tenia sobre mi. Facilmente podía hacerme eso cada vez que ella quiera. Escuche un sinfín de ruidos, y finalmente me dejo salir del rincón. Agotada, intente arreglar mi uniforme, recordando su ultima orden. Y vi que había ubicado cerca de su escritorio, una pequeña sillita y mesa. Ambas estaban gastadas, parecían haber pertenecido a una niña anteriormente. Eran de un color rosa muy gastado. Ella me mostro unas hojas y me las entrego: No puedes subir tus bloomers hasta que te los ordene. Te sentaras ahí y llenaras esas hojas de la siguiente frase- Ordeno. La mire suplicante.
-          Mas castigo?
-          Te adverti que si llegabas tarde y te aparecias sin uniforme tu castigo seria peor. Ya informe a todos que si no te ves como en tu identificación no deben obedecerte. Asi que la próxima vez no podras entrar siquiera.- Continuo. – Ahora sientante.
Me sente con dificultad y adolorida sintiéndome muy infantil. “Odio ser tratada como niña y mira como termino” Protestaba. A pesar de mi altura, la silla se veía ridícula en mi.
-          A partir de las 8 solo me presentare en la mansión mignonette con mi uniforme impecable puesto.-
Escribi la larga línea. Y la mire.
-          50 veces.
-          OWWWWWWWWWWWW…….
-          Sin chistar. Como una buena Maid.
-          Si madam…- Proteste. “Este estúpido banco de mierda es incomodísimo” Me queje intentando acomodarme. Mi ama me miro sastisfecha y yo la mire suplicante. Ella se sento frente a su pc donde de ves en cuando, la sentía mirarme. Yo me sentía sumamente ridícula, pero al menos solo mi ama me veía en mi terrible predicamento. Sentada direcamente sobre mi cola roja, en una banquita de niña, escribiendo líneas, castigada. El ridículo liston rojo lo veía constantemente mientras las escribia haciéndome sentir niña de kínder. A veces me percataba de eso y sentía mucha vergüenza. Vi mi localizador brillar en mi delantal, pero cuando lo revisaba, mi ama me regañaba.
-          Alice, líneas, luego te encargaras de tus tareas.
-          Si…- suspire. Vi las.. 3 lineas que llegue a escribir. A veces sentía muchísimo morbo, de estar tan castigada. Me daba vergüenza que mi ama en algún momento alcanzara a ver mi vagina la cual estaba muy humeda. Pero rápidamente el castigo comenzó a volverse, también, muy tedioso. Nunca me habían puesto a escribir líneas antes. En las historias lo describían de otra forma a como era… “Odio hacer esto!!! Cuantas voy…. 20?”
-          UFFFFFF…
-          Alice, líneas.
-          Si…- Proteste. “No la entiendo. Me dice 30 veces lo importante de ser una maid y que se yo. Y ahora…. Estoy castigada escribiendo líneas”. Tarde mucho tiempo, pero las termine y le avise.
-          A ver nena- Dijo acercándose. “Nena…”
Reviso cuidadosamente las líneas y dijo: “Muy bien, Firmalas y ya puedes pararte y arreglar tu uniforme”
-          Firmarlas? – Pregunte, pero lo hice rápidamente. Me pare sobándome muy adolorida y alze mis bloomers. Intente arreglar mi uniforme intentando verme bien como ella dijo. Sentia mi cara caliente como mi cola, no sentía si era por la vergüenza o por lo cansada que estaba.
-          Queres descansar Ali?
-          Si porfavor.
-          No te preocupes. Se que tus castigos son agotadores. Ten.- dijo y tomo de entre sus cosas un pequeño almohadoncito rojo.
-          E…eso?- pregunte. Lo puso al lado de su silla y comento: Puedes descansar ahí mientras scanneo tus líneas y arreglo algunas cosas.
La mire un poco sorprendida pero me dijo: Ven, no tengas miedo. Su forma de hablar era repentinamente amable. Me sentí calida como antes de ser tan duramente castigada, como ayer cuando no dejaba de festejarme lo mucho que me esforzaba. Me sensibilize y termine obedeciendo. Fui y me sente en el almohadoncito mientras la vi scannear.
-          No alice, arrodillada.
-          Arrodillada… asi?- Pregunte. Me sentía muy sumisa luego de mi horrible castigo.
-          Muy bien, asi.- Dijo. Se sento y recostó mi cuerpo contra sus piernas. Yo me quede paralizada pero cedi de a poco y termine aceptando lo que en si era un gesto afectuoso. A veces, acariciaba un poco mi pelo y cuello, o me hacia algún mimo mientras trabajaba. Con lo cansada que estaba, fue muy fácil arrullarme y quedarme en silencio a su lado. Lo nuestro comenzaba a ir mas alla de una simple relación de trabajo. Acepte el contrato sabiéndolo de antemano. Mientras estaba escribiendo, y soportando mi extenso castigo me sacaba de onda que se halla molestado tanto por algo tan tonto como verme sin mi uniforme. Pero ahora recordaba su frase “Si algo es importante para mi, debe ser el doble de importante para ti”. Me sentía tan calidad, arrodillada a su lado, sintiendo sus mimos, con mi cola bien calentita luego de una nalgueada, y esa dulzura con la que me trataba, que comenze a pensar que si ella ordenaba eso yo lo cumpliría sin chistar, tal y como ella lo desea. Sentir, que solo debía obedecerla me hacia sentir bien. Eso era muy fácil. Yo era rebelde, era pequeña, debía ser independiente, era la mayor de 4 hermanos, no debía ser frágil. Obedecer, era muy fácil.
“ Si mis hermanos… o mis amigos me ven en este uniforme se burlaran de mi y no me dejaran en paz” pensé, teniendo en cuenta que debería llevarlo a mi casa. “Igual sin la cofia, el delantal, y el liston, solo parece un vestido” Pense imaginándome. “Aunque el cuello…”
Continue un rato asi, hasta que finalmente me dio la orden de ir a continuar trabajando. Lo hice, no sin estar confundida por todo lo sucedido. El dia continuo con normalidad, solo que mi cola hacia que me doliera hasta caminar. Ese hecho quedo como algo anecdótico, y el viernes volvi a trabajar. Lleve un uniforme a mi casa, e intente meterlo a la casa a escondidas. No tenia muchas ganas de que se burlen de mi. Escondi los zapatos, en el closet, y el uniforme en una percha, disimulado entre ropa que no uso. Puse mi cofia, liston y delantal en una bolsa, por si un dia debía correr rápidamente hacia el trabajo. Asi solamente debería ponerme el vestido y correr. Me quede en mi cama pensativa, acariciando mi cola aun roja esa noche, y viendo todos los videos de mi celular. Era raro sentirse identificada con cosas que veias en alguna imágenes o relatos. O poder decir “Eso es mentira, o muy exagerado”.  Sonriente, me meti bajo las sabanas y me puse a dormir.


Madam mignonette trabajaba arduamente en su estudio. Observaba el localizador, y le envio una señal. – Me pregunto si volverá?- Pensaba. A veces sentía que se excedia, ella era solo una niña. Suspiro, y continuo trabajando. Repentinamente escucho el característico ruido que genera Alices cada vez que llega tarde. Pareciera que cuando corre destruyera todo a su paso. Vio a su pequeña maid, jadear en su uniforme y decir: Madam, ya llegue. Necesita algo?
Madam mignonette sonrio, intentando ocultar su alivio. – Parate al lado mio y espera ordenes.-
-          Si madam mignonette.- Respondio la jovencita sonriente. Se paro lado de Antonella, y adopto una postura humilde. Antonella siento una gran sastisfaccion solamente por eso, y se concentro de vuelta en su trabajo.


viernes, 18 de diciembre de 2015

Maid Alice

Seguramente muchos han de estar puteandome. No termino una historia que ya empiezo con otra. Pero bueno, la inspiracion es asi, muuuuuy caprichosa. Para muchos mis historias de maids no tienen demasiado interes por que se le hacen muy bdsm. Lo cual es entendible. Pero bueno, esta se me hizo divertida. Espero les guste.

Maid Alice.

-          Pero por que!?
-          Por que le rompiste una ventana. Ahora vas a su casa y le ayudas en todo.


Creo que todo comenzó cuando tenia 8 años. Mi familia cuenta con mis padres, y mis 3 hermanos. Ese dia, yo estaba jugando por la calle hasta que rompi la ventana de una casa sin querer. Parece que la casa, pertenecia a Antonella, una poderosa terrateniente segun mis padre. Mis padres le pidieron disculpas como 30 veces, y en castigo, tuve que ir a su casa, y hacer varios quehaceres.
Desde entonces hubiera crecido como una niña normal, si no fuera por un pequeño problemita. Me quede estancada en un metro 42. Nunca entendí por que, pero asi fue. Y no conforme con eso, no importa lo que coma nunca engordo. Incluso, me veo demasiado flaca… Siendo la mayor de 3 hermanos, ellos siempre fueron muchísimo mas altos que yo. Adonde voy debo llevar una identificación, y lo peor, conseguir ropa de mi talla es muy difícil por lo que a veces estoy obligada a usar ropa de niña. Igual nunca permiti que eso me detenga. Siempre fui muy energética y di el 150% para poder lograr lo que quería. Solo que… a veces me gustaría ser normal. Persona que me ve, persona que me trata como a una niña. Y por eso, procuro siempre verme lo menos infantil posible…. Pelo muy corto, pantalones negros, chamarras negras, playeras negras. Odio ser tratada como niña!!  Y por supuesto cargo con identificación a todos lados.
Pero volviendo al tema principal, al ser una familia tan grande, difícilmente tenia dinero para mi. Busque en todos los locales conocidos, pero parece que iba a tener que conformarme con un regalo una vez al año. Por suerte, Antonella y mi mama habían quedado en confianza después de lo sucedido. Y Antonella necesitaba alguien que limpie su casa, debido a que despidió a su sirvienta. Prometio pagarme muy bien, asi que acepte la propuesta.
Por suerte, no estaba tan lejos, solo 20 o 30 minutos en bicicleta. La zona donde vivía, era muchisimo mas lujosa y elegante que donde yo lo hacia. Y la mansión, era pequeña en comparación a las que estaban ahí. Pero aun asi, me propuse, hacer mi trabajo a la perfeccion.
-          Ali?-
-          Si? Ya casi termino.-
-          Nada, quería felicitarte.-
-          A mi?- Dije y me limpie el sudor.
-          Si, lo hiciste genial. Siempre limpias tu casa?-
-          A veces… Es que soy la mayor.-
-          Cuantos años tenes ya?-
Un poco molesta por la pregunta dije: 16, POR?
-          Ah…- Respondio ella. – Bueno, aquí esta el sobre con tu paga por haberme ayudado.- Comento.
Lo tome, lo agradeci, y me fui. Cuando abri el sobre me sorprendi por la cantidad enorme que era para haber trabajado solo 5 horas.Feliz, me compre un celular nuevo. Desde entonces, siempre que me permitían ir a limpiar, iba encantada. Salia del colegio, y me iba hasta alla en bicicleta, o de mi casa.
Por esa época, también, comenze a fascinarme por el spank. No me acuerdo bien cuando lo descubri, pero al hacerlo, vi infinidad de videos, y me imaginaba siendo la chica del video. Cureosee en mucho mas cosas, pero lo que me volvia loca, era todo lo relacionado con disciplina. Me sentía en exceso confusa, ya que yo odiaba ser mandoneada, y vivía peleando con mis hermanos con tal de que no me consideren débil. Aparte algunos castigos se veian tan ridículos. Pero como si fuera una adicción oculta. Veia mi celular a escondidas, y no permitia que lo toque nadie. El se habia convertido en mi tesoro, y guardaba con infitina paciencia cada video, archivo y relato de spank que veia. Pasaron los años hasta que algo inesperado sucedió.
Hace poco tiempo me había despedido de mi uniforme escolar. Pero sin embargo estaba en una situación complicada. No tenia dinero para ir a estudiar, y estaba buscando desesperadamente un trabajo. Trabajar con antonella sucedia muy de vez en cuando y no alcanzaba a cubrir mis gastos.  Buscar trabajo se me hacia tedioso y horrible. No sabia que quería hacer con mi vida, nada me interesaba. Comenzaba a deprimirme mas y mas frente a la situación.
Un dia, me llamo antonella para que limpie su casa. Contenta accedi, pero como siempre, lleve mi celular. El spank se había vuelto una adicción tan grande que lo hacia a escondidas en cualquier parte ya. Pero como limpiar y usar un celular no combinan, a veces debía dejarlo en una mesa o sofá mientras limpiaba. Ella cuando me vio, meentrego el dinero. Era un poco mas que antes y me quede fascinada pensando en lo que haría con el. Volvi feliz en bicicleta, y me puse a distribuir el dinero. Antonella me llamaba cada 3 meses, asi que lo venia necesitando. Pero cuando busque el celular, me di cuenta que me lo había olvidado en su casa! Aterrada la llame por teléfono.
-          Si, tu celular esta aca.
-          Que bien!!! – dije. – Mañana paso a buscarlo.- Aclare.
-          Si, pero ven temprano. Debo hablar contigo.
-          Conmigo…?
-          Si, contigo.
Hablar… conmigo…? – Pense confundida. Habra visto … - Pense, intentando recordar si lo bloquee o no. “Seguro vio todo y va a hacerme un sermón o algo” pensé afligidisima. Senti infinita culpa, y pensé hasta en borrar todas mis fotos, archivos e historias que baje.
Al otro dia llegue, y me espero, con una merienda que ella misma preparo.
Me entrego el celular apenas llegue y me invito a sentarme.
-          Mira Alice. Lo que quería hablar contigo era hacerte una propuesta. Hasta ahora, todas las sirvientas que me han mandado son pésimas.No importa que las contrate de empresas. Tu en cambio, eres muy energica, trabajas muy bien, y me generas muchísima confianza. Entenderas, que yo necesito una persona de confianza a cargo de mi casa y que me asista.
-          No entiendo, quiere…?-
-          Lo que estoy proponiéndote es que seas, como decimos nosotros, mi Maid. Te encargarías de limpiar mi casa.-
-          Una sirvienta? Ya limpio su casa.-
-          No interrumpas cuando hablo.- Ordeno.
-          Lo siento…- Respondi.
-          Ademas de hacer los que haceres de la casa, me haras de comer, desayunar y merendar. Entenderas que siempre estoy muy ocupada. Iras a comprar al supermercado lo que la casa necesite, me atenderas, atenderas los llamados a la casa y me informaras de ellos. Te encargare varios trabajos también y te encargaras de atender a las visitas. Entiende, yo soy una persona importante, y no puedo darle este trabajo a cualquiera.
Me sentí muy intimidada y dije: Pero… yo solo se limpiar…
-          Vas a aprender, no te preocupes. ¿Lo que mas necesito es una persona honesta y de confianza entiendes?-
-          Si… claro.- Dije. – Supongo que si.-
-          Bueno, te aclaro que esto no será algo casual. Te contratare, y estaras en blanco, con todos tus papeles al dia.-
Eso ultimo me sorprendio mucho.
-          Percibiras los mismos beneficios sociales que cualquier sirvienta de aquí. Mas bien, estaras por encima de cualquier sirvienta que halla pisado este lugar, ya que seras mi maid.-
Y eso comenzó a sonarme muy raro.
-          Ummm… esta bien.- Dije. Ella se paro, y me trajo un contrato. La observe extrañada.
-          Entenderas que esto es serio. – Dijo ella mostrándomelo. El contrato era realmente grande, y al verla, la note un poco desvelada. Me sorprendi ante eso nuevamente, e intente leerlo. Habia varios ítems que describían lo que ella decía. Habia otros extraños…
-           Debo llamarla, Madam, señora o … Ama? Que es esa locura?-
-          Continua leyendo.- Ordeno.
Continue haciéndolo y vi un párrafo extenso acerca de la disciplina.
-          Que es eso de la disciplina? –
-          Como tu misma dijiste, tienes mucho que aprender. Y si vas a ser mi mano derecha, no pretendo mas que perfeccion en tu trabajo.
-          Esto…- Dije, pero intente continuar leyendo. Se exige uso de uniforme… Pulcritud… obediencia…. Nada de esto me gustaba para nada. Nada hasta que vi el sueldo.
10mil pesos mensuales!!! – Exclame sorprendida. Senti mi corazón a punto de detenerse.
En verdad no tenes en cuenta los feriados, vacaciones, aguinaldos, seguro social, seguro medico, horas extras… Serian como 5 mil pesos mas todo eso.- Aclaro con serenidad.
Esto… es broma?- Pregunte. La observe y me sentí rara, muy rara.
En caso de que aceptes, comenzaras el lunes. Deberas llegar 7:30 para estar lista a las 8. Y te retirarías a las 6.- comento. – Salvo que te pida quedarte hasta mas tarde. No te preocupes, a mi no me molestaría en lo absoluto llevarte a tu casa en mi auto en caso de que te quedes hasta muy tarde.
Sepan entender que para mi era muchísimo dinero. Mi cerebro se decidia entre que hacer o que no.
-          Si optas por firmar el contrato, comenzare a pedirte todos tus papeles.
-          Pero… pero… que debere hacer?
-          Lo que leíste.
-          Que es eso de la disciplina.
-          Sencillamente te educare.- Explico.
-          E-Educarme?- respondi, sonrojándome al instante. No podía imaginar un contexto mas spanko en esa palabra.
-          Bueno, en todas las tareas. Y obviamente en tu disciplina personal.-
-          Emmm…- Dije, sintiéndome muy confundida. La palabra “ama”, “disciplina” y todo el resto, eran datos obvios de que era una locura. Pero los 10mil pesos…. No iba a ver tanto dinero en mucho tiempo. 10 mil por mes???
-          Tengo que pensarlo…- Dije. – Puedo tomarme un tiempo?
-          Empezaras a trabajar un lunes, tienes esta semana. Obviamente no puedo pasar mucho tiempo sin sirvientas. Asi que capaz la oportunidad se postergue.- Explico.
-          Esta bien..- Dije.
Ella se alejo, y yo me quede sola con mi te. Volvio con un centímetro y me dijo: Bueno… asumi que no existirían uniformes de tu talla asi que…- explico mostrándomelo. Me enfade ante el comentario. – En serio tengo que usar un uniforme? No puedo trabajar asi?
-          Es un trabajo en serio. No es broma esto. Ahora por favor déjame tomar tus medidas.-
Hubo complicaciones al hacerlo entre mi ropa, pero con el tiempo, tomo todas y las anoto en una agenda.
-          Ahí… también… tiene que tomar medidas?- Proteste, viendo como envolvía mi cadera con el centímetro.
-          Se obediente alice.- dijo ella. Intimidada, la permiti hacerlo.
Cuando termino, me dejo sentarme de vuelta. Lo hice, y continuo explicándome.
-          Yo estoy muy entusiasmada con que ya empiezes. Pero comprendo que necesitas tiempo. Entenderas que es el tiempo máximo que puedo darte. Voy a esperar tu confirmación, hora llévate el contrato y avísame por teléfono en la semana. Asi preparo todo. Recuerda traer los siguientes papeles asi puedo registrarte.- Ordeno, anoto en su agenda la lista de ellos y arrancando la hoja me la entrego.
-          Una pregunta! Si estoy trabajando. Y no me gusta.
-          Puedes renunciar como cualquier trabajo. Se te paga el dia y listo.- Explico con serenidad.
-          Esta.. bien…- Dije. Luego de eso me retire. Pero antes de irme, pregunte: Antonella… mi celular estaba prendido cuando lo encontraste?
-          No te preocupes, guardare el secreto. – Bromeo ella.
Roja como un tomate me aleje, con el contrato en mi mochila. Mientras volvia a mi casa en bicicleta, note que en esa rica zona de viviendas y edificios, era normal ver sirvientas. Claro, la mayoría tenia 50 años. Sirvientas y gente en traje.
Llegue a mi casa y lei varias veces el contrato.

“La maid debera referirse siempre con docilidad y respeto a su empleadora, puediendo solo llamarla “Señora, Madam, o Ama”.

“La Maid será arduamente educada en su labor, su ama será responsable de su disciplina, dándole diversos tipos de castigos siempre y cuando estos sean necesarios.”

Sentia mariposas al leer eso. “Tonta, vos te crees lo que ves. Esa vieja bruja te va a poner a limpiar baños como castigo, no lo entendes?” Me decía a mi misma. Tube la estúpida idea de contarle a mi familia.
-          10 mil pesos por limpiar una casa!!-
-          Pero voy a tener que usar uniforme!!-
-          Me pongo el uniforme yo por 10 mil pesos!- Bromeo mi hermano.
Todos se rieron. Obviamente, no les mostre el contrato. Inmediatamente me lo prohibirían.
-          La señora Antonella es una excelente mujer. Tubiste mucha suerte Alicia, no vayas a desaprovechar esa oportunidad.
-          Pero…
-          Si queres te ayudo a preparar los papeles que vas a necesitar. –
-          Aun no dije que si.
-          Alicia, sabes que necesitas un trabajo. – Dijo mi papa. – Andamos mal d plata, y solo alcanza para los gastos de la casa…- continuo explicando. Mi mama se unio al insoportable sermón de “Que pobres somos” y opte por seguirles la corriente e ir a mi habitacion.
Volvi a leer el contrato, y suspire.
En la semana, fui varias veces a la zona en bicicleta. Solo… para ver. El resto de las chicas, eran fanáticas de ese lugar. Edificios altos, restaurantes lujosos, gente en traje. A mi me resultaba en extremo aburrido. Preferia estar en el barrio. Era sorprendente el cambio de escena, en solo 30 minutos en bicicleta. “Incluso, no entiendo como hice de niña para romper una ventana de una casa tan lejana….” Pense. Aun no me animaba a decirle a mi grupo de amigos. Era mucho mas fácil decir que limpiabas casas, a decir que ibas a ser la sirvienta personal de alguien. Sin embargo, el domingo la llame por teléfono.
-          Hola.
-          Si, Alicia! Hola!!- Dijo ella alegre.
-          Emmm si.. voy a aceptar el trabajo.
-          Genial!! Me pone muy feliz escuchar eso. Hice bien en ya encargarte tu uniforme. Ya lo tengo preparado para ti . Mañana a las 7:30. Espero que llegues puntual si?
-          Si…- respondi.
Al otro dia, me levante con mucha flojera. Guarde todos los papeles y el contrato, en una mochila. Luego de eso tome mi bicicleta y corri hasta la casa de ella. No pude evitar llegar tarde… a las 8…
-          Aquí estas.- Dijo ella protestando.
-          Lo siento, es que… me perdi, estoy un poco nerviosa.
-          No te preocupes, entra conmigo. – comento. Ingrese a la mansión nerviosa. Y ella comento: Tenia miedo de que te hayas arrepentido y no vengas, ven, acompañame.- Dijo ella.
Llegue a lo que parecía ser su despacho. Ella se veía muy entusiasmada, y para sus 42, parecía una niña con juguete nuevo. No lo mencione antes, pero era canosa, de pelo corto y bastante alta. O capaz no tanto… es que para mi todos son altos.
-          Una vez que firmes el contrato, comenzaremos con tu registro. Aquí en el despacho tengo todas las herramientas necesarias. Veras, a veces realmente necesito personal, y no puedo tomarme el trabajo de enviarlo a otra oficina para que realicen su ingreso. Mi jardinero por ejemplo fue registrado asi. Seguro lo veras los fines de semana. –
-          Los fines de semana trabajo también?- Pregunte entristecida.
-          Eso lo veremos.- dijo ella. – Ahora firma el contrato.
Firme, como 300 veces el contrato el cual procedio a firmarlo, sellarlo y muchas otras cosas. Luego de eso lo scanneo. Escanneo todos los documentos que le presente. Y me entrego varias formas mas, que termine firmando también. Tube que hasta poner mis huellas digitales en varias de estas formas. Todo esto también fue sellado, firmado, scanneado y enviado a no se donde. Podia espiar como enviaba mis fotos por email a algún lado. Nos demorábamos entre cada proceso, por lo visto esperando la respuesta del mail. Me empece a cerciorar de lo serio que realmente era todo esto.
-          Este tipo de cosas las termine aprendiendo y realizando por la urgencia. Realmente no me gusta tener personal en esta casa. Vas a ser solamente tu, el chofer, el jardinero, y el portero. A veces alguien viene a lavar mi auto los fines de semana.- Bromeo. – Y si algún dia estas muy ocupada, y la casa esta demasiado sucia, hasta contratare sirvientas que te ayuden. Veras como esta casa gigante queda impecable en un santiamente.- Explico.
-          Si…- Respondi nerviosa e intimidada.
-          No tengas tanto miedo. Vas a ver que la vas a pasar bien. – Explico. Cuando todos los papeles terminaron de ser firmados, evaluados , fotocopiados, sellados, enviados, aprovados y devueltos, me dijo:
-          Ufff, eso fue largo, bueno, vamos a presentarte tu uniforme. Primero límpiate las manos, no quiero que lo ensucies.- Explico y me entrego un papel blanco. Se la veía muy pero muy entusiasmada con eso.
Me hizo acompañarla a un pequeño cuarto y dijo: este será tu cuarto, en caso de que algún dia te quedes a dormir.
-          Ese cuarto no lo conocía…
-          Hay muchas cosas que no conoces. Ahora ya no sos mas “la chica que limpia” ahora eres mi Maid. Recuerdalo.
-          Emm… si…- Dije, sintiéndome rara por como lo pronunciaba. Al entrar vimos una pequeña cama, con televisor, y un armario. A su vez, el cuarto tenia su propio baño.
-          Toda tu ropa, puedes guardarla en el armario hasta que quieras volver a usarla. Puedes ir sacandotela.
-          EH?- Proteste viéndola sonrojada. Ella asintió con la cabeza.
-          No tengas tanta vergüenza. Ambas somos mujeres, y el uniforme es un poco complicado de poner. Te ayudare asi aprendes a ponértelo perfecto. –
-          Eso ni loca!- Proteste.
-          Bueno, si prefieres, te lo pones tu sola. Pero no tolero uniformes usados incorrectamente. Capaz empiece a darte tu disciplina apenas salgas.- aclaro. Senti mil mariposas en mi panza, pero luego me imagine limpiando inodoros sucios. Sin embargo, había cirta sensación, en el ambiente, que me incitaba a seguir. La mujer, me miraba de una forma muy especial. Sentia que había algo en mi que me hacia desear obedecerla. Comence a desnudarme, mientras veía que sacaba del ropero lo que iba a ser mi uniforme. Entre la vergüenza, me quede sentada tapándome.
-          Por que te tapas tanto?- Pregunto.
-          No… no fue buena idea haberte hecho caso…- Proteste. – Ni se por que lo hice. Odio que me vean desnuda, y odio el doble que me vean en ropa interior.- Me queje.
-          Que tiene de malo?- Dijo preparando el uniforme.
-          Que… por culpa… de mi… cuerpo, tengo que usar…- Dije mirando hacia l piso apenada. Odiaba ver mi ropa interior de niña. – En todo el estúpido pueblo no existe una sola bombacha o camiseta de mi talla! Aca todo el mundo es gigante, entonces…-
-          Shhh, tranquila. – dijo. – Alza tus manos, te ayudare a ponértelo.
Desesperada por ya no tener que estar desnuda las alze cerrando los ojos. No podía verla a la cara.
-          De la misma forma que yo necesito confiar en ti, necesito que confies en mi.- Explico. Me sentí … extrañamente aliviada.
-          Este uniforme, es un poco complicado. Como ves, se debe abotonar por la espalda. – Dijo haciéndolo con cuidado. Con una pretina, termino de abotonarme el vestido. Cuando termino, me pare y abri los ojos. El vestido negro era dinminuto, con unas mangas aglobadas con un detalle blanco, un cuello redondo blanco muy amplio, con un pequeño olan en los bordes, y un fondo, también blanco, que cubria la parte interior y alcanzaba a verse.
-          ESTO? Estas loca. Yo no voy a limpiar en esto.
-          Si no te gustan las reglas, le entrego el trabajo a otra.
-          Pero… es…- dije intentando estirar el vestido. – Es…- Dije, y me entrego unos bloomers, dinminutos, blancos, con un pequeño lazito rosa.



-          No te preocupes. Usa estos en ves de esos calzones.
Los vi, y pensé: “Es… estúpidamente cursi, y con olanes, pero al fin y al cabo son como shorts”. Los tome, me quite los calzones y me los puse rápidamente. El elástico apretaba mi cadera y mis piernas. Observandome en el espejo, puse un gesto de desagrado increíble. Hice varias poses, intentando ver si se me veía algo. Pero apenas alcanzaban a verse mis bloomers… y la verdad no me avergonzaban tanto como mi ropa interior. Eran como usar un shortcito y a veces hasta se disimulaba con el vestido y mi fondo.  “10mil pesos Alicia” me dije a mi misma.
-          Te estas ensuciando los pies Alicia. Ya ponte las calcetas.- Dijo. Me enseño, dos calzetas y unas Mary jane femeninas.
-          Queres que limpie usando zapatos?-
-          Alicia…- Dijo impacientándose. Suspire y me los puse resignada.
-          Ambas calcetas a la misma altura. A la rodilla- Ordeno.
-          Si, ya va…- Proteste, haciéndole caso. Las tontas calcetas, tenían olanes blancos en las puntas.
-          Parece que hago cosplay.- Me queje.
-          Toma.- Ordeno. Me dio un delantal, blanco, con olanes en los hombros. En la parte de la base tenia un bolsillo. Bastante amplio. – Vas a tener varios asi que no te preocupes tantos por ensuciártelos. Intente ponérmelo, pero era complicado. – No, mira, los tirantes deben ir cruzados, se unen atrás, y aquí te haces un lazo con un moño ves? Intenta hacerlo tu.
Intente varias veces hasta que me salio. Ya empezaba a verme como una mucama.
-          Tu liston- Dijo. Era gigante, y rojo. Lo unio por debajo del cuello redondo del vestido, y lo abrocho. Viendolo asi, prácticamente tapaba el cuello del vestido.

 Comenze a sonrojarme mucho y aclaro: Y finalmente, el símbolo de una maid, tu cofia.- Aclaro. Tomo la diadema, y con un gesto de solemnidad, la acomodo en mi cabeza. Me frote la cabeza, viéndome en el espejo. Yo nunca fui de usar ropa femenina, ni nada que llame la atención. Mientras me veía resignada, protestando por mi imagen y auto convenciéndome de no renunciar, Antonella me daba un sermón sobre detalles del uniforme.

(supongo que puesto debe verse masomenos asi)

-          Finalmente estas usando tu uniforme de Maid. Debes llevarlo con orgullo. –
-          Orgullo…- No pude evitar decir burlonamente. – Paresco una payasita.-  Ella se molesto frente al comentario y continuo:
-          Debes llevarlo impecablemente. La cofia siempre debes usarla ya que es el símbolo…-
-          Simbolo?- Me queje. – Al igual que el rojo del liston representa la pasión…-
-          Jajajajaj… Ay tanto, en serio- Me rei. Ella comenzó a molestarse mas y mas hasta que dijo: Esta bien, veo que necesitas tu primera lección de disciplina.
-          D-Disciplina?- Pregunte. Senti mis mariposas de vuelta y ella dijo: Si no te tomas esto en serio, no sos apta para ser mi Maid. Ya te explique la importancia de tu roll, pero parece que no queres hacer caso.
-          Es que…!!- proteste. Pero … era mi nueva jefa. Podria terminar trabajando vestida de hamburguesa por 200 pesos a la semana. Debia dejar de protestar tanto. Rapidamente me disculpe.
-          Lo siento. – respondi. Puso gesto de solemnidad y aclaro:
-          Ultima advertencia. Ya te dije, no sos sencillamente una mucama…- Continuo explicando. Supuse que aguantar sermones filosóficos iba a ser parte de mi trabajo.
-          Eres una Maid. Eres una persona que debe mostrar verdadera vocación de servir. Debes portar tu uniforme con orgullo. Tu cofia como símbolo de lo que representas. El liston rojo que implica la pasión. El delantal que indica el deseo de servir…- Continuo explicando. Intente ser mas respetuosa. Pero para mi, era una payasita. Espero que no pretenda que salga asi a la calle.
-          …. Y por eso es que es tu deber portar tu uniforme impecablemente. Todos los días te debes bañar antes de ponértelo. Tienes tu ducha aquí. A partir de las 8, quiero verte usándolo. Prefiero verte llegar tarde a llegar a verte sin el. Incluso hoy será la ultima vez que te vea sin el. Cuando te toque irte, me saludas, te lo quitas aquí, y te retiras.-
-          Voy a tener que venir hasta aquí con esto puesto si se me hace tarde?- Proteste. Se esforzó de vuelta en ignorarme y continuo.
-          Quiero verlo siempre impecable. Tienes un par de bloomers, calcetas y delantales extras por si se ensucian, asi puedes usar mientras lavas los otros. Mañana traerán otro vestido y zapatos. Y también tienes otra cofia.
-          Y queres que yo limpie, y no me ensucie? Osea, yo venia con ropa de estar por que sabia que me iba a ensuciar. Como hago para trapear con esto?- Proteste.
-          Alicia. Tu solo debes hacerme caso. Esta claro? Recuerda que todo esto figura en tu contrato. Sino eres libre de renunciar. Mientras sigas aquí, continuas con mis reglas. –
-          Es como vender mi alma…- Me queje.
-          Pronto comenzaremos con tu disciplina, ahora ven conmigo.- Dijo.
Mientras me hacia acompañarla a su despacho, yo intentaba acostumbrarme al tonto y dinminuto, rebotador, uniforme.
-          Acompañame. – Dijo, y me hizo a entrar a una sala de fotografía.
-          Esto…?- Pregunte.
-          Necesitas tu carnet. Te dije que no me gusta tener empleados aquí, pero perteneces a una empresa ahora. Te estoy dando libertades por que te conozco de pequeña, solo eso. Este podras presentarlo y sabran que trabajas para mi. Tambien podes presentarlo al portero asi no tengo que pasar y abrirte yo. Ahora parate derecha aquí…. Y sonríe.- Dijo. Intente sonreir y me saco una foto. Luego otra de perfil. Y luego ordeno: Bueno, ahora puedes limpiar la casa como estas acostumbrada, mientras yo me encargo de esto.
-          Sip!- respondi y me fui a hacer los que haceres.
Camine sintiéndome muy rara. Hace muchísimo que no usaba un vestido, y menos uno asi. Queria sacármelo, en especial el tonto liston rojo. Llegue al baño, me lave las manos de la tinta y me vi sin querer en el espejo. Sacudi mi cabeza y pensé: Alicia, solo tienes que limpiar y ya. No te ahogues en un vaso de agua por algo tan tonto.
Me concentre entonces en comenzar mis quehaceres, hasta que en poco tiempo limpiaba a toda velocidad, y ni pensaba en todo el cuento de la Maid.  Afortunadamente ya estaba acostumbrada a limpiar la casa, entonces podía hacerlo rápidamente. Tome un plumero, y me pare sobre un banquito, intentando alcanzar los lugares altos. Pero cuando me voltee note que Antonella me observaba con una sonrisa de sastisfaccion.
-          Anto….- Dije sintiéndome intimidada. Estire mi vestido notando que en esa posición le mostraba todo y sentí mi cara ponerse roja.
-          Jajaja… estas usando tus bloomers no seas tan vergonzosa. Verte tan energética e hiperactiva es revitalizante. Va a ser genial tenerte aquí.- Sonrio ella.- Bajate , necesito terminar tu registro.
Me baje intimidada.
Fuimos nuevamente a su despacho, en donde había un papel. Era como un carnet, en donde estaba mi foto, con mi intento de sonrisa, y todos mis datos.
-          Firma aquí, y pon tus huellas digitales.-
-          Otra vez…?- Pense en voz alta. Lo hice. – Aquí también. No te preocupes ya terminamos.- Ordeno. Obedeci nuevamente. – Espera un poquito aquí Alice. –
Espere pacientamente, pero comenze a aburrirme. Pense en irme a seguir limpiando e iba a hacerlo hasta que la escuche regañarme.
-          A donde vas?
-          A seguir limpiando.
-          Si tu ama te ordena esperar, esperas. Esta claro?
-          Si…- respondi, comenzando a molestarme con su tono autoritario. “ama?” Pensaba para mi misma. “No te preocupes Alicia, si te pagan por estar parada no es tu problema” me console. Pero no me gusta estar mucho tiempo quieta, o me empieza a dar mucha flojera.
La observe nuevamente corriendo de lado a lado, sellando, firmando, scanneando, y luego desaparecer. Finalmente volvió con una sonrisa de oreja a oreja.
-          Bueno Alice, finalmente terminamos. Ya estas registrada como mi Maid. Me pone muy contenta que hallas aceptado. Creo que es buen momento para guiarte a través de la casa y de tus tareas. Pero primero toma. – Dijo ella. Me entrego ahora si, el carnet. Este incluia mi foto con el uniforme puesto, y alcanzaba a verse buena parte de este. Se notaba una sonrisa forzada en mi y me daba un poco de vergüenza verlo. Ademas de mis datos, incluia mi firma y huellas. Atrás, un pequeño texto que decía: “Certifico que Alicia Carla Muñoz Jazmin es mi Maid personal y la autorizo para realizar las siguientes tareas bajo mi responsabilidad….” La lista incluia varias cosas, y al final tenia una firma y su sello. Esto estaba plastificado y unido a un pequeño aparatito negro, con forma de broche.
-          Ya me encargue de hacer todos los tramites.
-          Lo… tengo que usar?- Pregunte.
-          Puedes guardarlo en tu delantal si quieres. Pensa que es como si yo misma te acompañaría y dijera a todo el mundo que estas autorizada a realizar algo o que me representas.
-          Representarla?- Pregunte asombrada.
-          Te dije que no eres una simple mucama. Y que necesito confiar totalmente en ti. Observa el pequeño aparatito negro. Es lo que llamamos localizador. Podras abrocharlo en tu delantal, asi no tendras miedo de perder tu carnet.
-          Tengo que llevarlo visiblemente…?- Pregunte.
-          No, por eso no te preocupes. Solo si tienes que llevarlo siempre contigo. Una vez abrochado difícilmente se caera, asi que no debería ser muy estorboso.- Comento ella. – Se que trabajas muy velozmente. Pense en regalarte un celular, pero luego recordé como trabajabas, y pensé que ese te seria mucho mas comodo.
-          Aw… no hay celular entonces?
-          Si quieres uno puedo regalártelo, pero es importante que lo lleves a todas partes. Ahora observa. – Ordeno. Tomo otro similar y apretó un botón. El mio comenzó a sonar con una melodía y una luz azul comenzó a brillar en el.
-          Cuando veas esto debes venir inmediatamente a mi despacho. Supuse que seria mucho mas elegante que andar gritando tu nombre por toda la casa. – Bromeo.
-          Si se moja o se cae?
-          Es muy resistente.- Dijo soltándolo y dejándolo caer al suelo. – Acaso no conoces Texim?-
-          La tienda de electrónica?
-          No es solo una tienda, fabricamos productos también, y además importamos extranjeros. Seguro viste una por aquí. –
-          Si, hay en todos lados…
-          Bueno, yo soy la dueña. Mas bien la heredera.
-          Tu??- comente sorprendida. – Mi mama dijo que eras terrateniente.-
-          JAjaja… Tengo un edificio también a mi nombre…. Pero no soy terrateniente.
-          Wow… Eso es increíble.-
-          Ya tendras que visitarlos. Ahora escucha.- ordeno. – Que debes hacer si suena esa melodía y brilla la luz azul?
-          Ir a su despacho…
-          Inmediatamente. – Aclaro. Apreto otro botón, brillo una luz roja y sono una melodía distinta.
-          Que pasa?-
-          Apreta el botón rojo.- Dijo ella. Note que el pequeño dispositivo tenia una pequeña pantallita, con 4 flechas, y 3 botones. Uno de ellos era rojo, otro verde, el ultimo amarillo. Lo apreté y escuche su voz.
-          Hola? Me escuchas?
-          Claro, si estas al lado.- comente. Molesta respondio:
-          Con esto podre llamarte siempre que quiera. Obviamente espero que contestes en lo inmediato. Tu puedes llamarme también apretándolo, en caso de que necesites algo.- Explico.
-          Que bien…- Comente, sorprendida. Ella camino a la pc, y apretó una secuencia de botones. Una luz verde comenzó a brillar en el y yo lo observe.
-          Debes cocinar.- Lei en la pequeña pantallita gris.
-          Configure tu localizador para poder mandarte mensajes desde la pc, o mi celular. Todos son tareas que deberas realizar en lo inmediato. Sin embargo, comprendo que no las realices tan urgentemente.- Explico. - Apreta el botón amarillo. – Ordeno. Lo hizo y pude ver una agenda en la pequeña pantallita.
-          Desde mi pc puedo configurarla. Algunas de tus actividades deberán realizarse en un tiempo exacto, diariamente. Puedes consultar tu agenda. A veces la actualizare, cuando tengas alguna tarea para hacer. Entenderas que como mi maid, tu deber también es atender las visitas. Si llegan en un horario preciso, aparecerá esa tarea en tu agenda. – Explico. Me sentí un poco nerviosa ante esa y la vi preocupada.
-          No te preocupes. Entiendo que estas aprendiendo y por eso me comprometi con educarte. Con el tiempo manejaras todo a la perfeccion.- Comento. Ven conmigo. Dijo. La acompañe y comenzó nuevamente el sermón: Como te imaginaras, debes limpiar la casa. Pero eso no te lo explicare por que lo has hecho muchas veces. Aquí solo vivo yo, y la casa en realidad, a pesar de lo grande que es no se ensucia mucho. Por eso bastara con que pases la escoba y el plumero diariamente. Ademas de lavar los platos. Confio en que podras mantener la casa impecable. Vi lo rápida que eres limpiando muchas veces.
-          Gracias…- Dije.
-          Aun asi, te recuerdo. Este es el cuarto de limpieza.- me mostro. - Ya debes saberlo. Pero no esta mal recordarlo.- Explico. Continuo mostrándome lugares de la casa, que ya conocía y dándome especificaciones.
-          Esta es mi habitacion. Como ya sabes, deja todo dentro de los cajones y dentro del armario. En la semana, solo has la cama, barre, y pasa un plumero salvo que yo te pida otra cosa. -Explico.
Llegamos al comedor y me mostro un teléfono. Continuo explicándome.
-          Entiendo que eres nueva y me tienes confianza. Pero recuerda que para ti no soy antonella. Ahora soy Madam Mignonette. Atenderas el teléfono diciendo: Mansion Mignonette. Habla con usted Maid Alice, en que puedo servirle?
Me rei un poquito y dije: Y por que no digo, habla la mucama?
Ella se molesto, y ordeno: Ahora repite lo que te enseñe.
-          …… Mansion Mignonette. Habla con usted Maid Alice, ¿En que puedo servirle?
-          Muy bien.- Dijo seriamente. Mientras caminábamos pensé: “ Crei que iba a ser un dictadora. Pero en verdad no es tan grave esto. Parece que en verdad solo lei demasiadas historias de spank”. “Alicia, esto no es un juego. Si se enoja perderas el trabajo. Hasle caso y listo” me regañe a mi misma.
Llegamos a la cocina, y me enseño todos los instrumentos.
-          Sabes cocinar?
-          No soy buena cocinera… Aunque siempre le cocino a mis hermanos.
-          Bueno, confio en que aprenderás. En la agenda te lo anote, pero te lo aclaro nuevamente. Me gusta tener mi desayuno a las 9, almorzar a la 1, merendar a las 5. Yo soy una mujer muy ocupada, asi que a veces no tengo tiempo de almorzar en la mesa. Tu solo llamame y pregúntame donde entregar mi comida. ¿Tienes hambre? – Pregunto.
-          Un poquito…-
-          Nena, ahora seras mi maid. No se que hace que comas tan poco, pero necesitas tener energías. Solo deberas respetar mis horarios de almuerzo, pero cuando tu decidas comer, solo avísame y tomate esa hora para descansar y comer. Puedes comer lo que desees del refrigerador. Asegurate de alimentarte bien por que…
-          Ehhh… Anto…- La interrumpi. Estirando los brazos me queje: Yo no soy asi de flaca por que quiero… como mas que mis hermanos. Osea, me gustaría tener senos y cola… Tampoco soy asi de enana por que me guste, aunque tome leche todos los días.- Me queje. Ella me miro seriamente, y sentí que le falte el respeto. Sin embargo se rio y dijo: Jajaja, no te preocupes, te llevare a una nutricionista algún dia a ver si podemos solucionar ese problema.
Una luz amarilla comenzó a brillar en mi delantal. Era tan fuerte que se notaba a través del bolsillo, iluminando el delantal blanco. – Chequea tu localizador. – Dijo. Aprete el botón amarillo, y vi en la pantallita: 1 PM. Almuerzo.
-          Almuerzo…-
-          Has algo de comer, te esperare en la mesa.- Dijo ella dejándome sola.
Algo de comer….- Pense. Busque en el refrigerador, y lo único que se me ocurrio fue hacer milanesas. Hice varias, y luego intente servirselas en una bandeja.
-          Impresionada, muy bien.- Me elogio. – Traeme agua, y servilletas porfavor.- Ordeno. – Cumpli con la orden trayendo vasos también.
-          Muy bien. Cuando sea mi horario del almuerzo, te quedaras parada al lado mio esperando una orden.- Dijo ella, y comenzó a comer en silencio. Yo obedeci, pero comencé a impacientarme. – Recuerda que tu eres responsable de la casa. Deberas ir al supermercado a llenar las despensas. Te dare una lista de los alimentos que deseo que compres, pero tu deberas avisarme cuando ya no hayan. Cuando lo hagas, le dare la orden al chofer para que te lleve de compras. Cuando seas mas experta, hablaras tu directamente con el.
-          Tengo… que ir de compras vestida asi?- Proteste.
-          Por supuesto que si.- Dijo con frialdad. – Y no te empiezes a quejar.- Ordeno molesta. – Debes permanecer en silencio esperando alguna orden de tu ama, no quejándote por tonterías.- protesto. “ama…” proteste. Impaciente comencé a balancearme en mis pies. Verla comer con tanto entusiasmo me genero mucha hambre.
-          Mueres de hambre no?
Asenti con mi cabeza.
-          Esto debes evitarlo esta claro? Hoy te doy permiso para ir a comer. Pero la próxima vez o te tomas tu hora antes de mi horario de comida, o te la tomas después. Pero cuando yo como quiero verte servicialmente al lado mio esperando ordenes. Esta claro? –
-          Si…-
-          Si que?-
-          Si anto.-
-          Es “Si Madam Mignonette”.-
-          Si… Madam Mignonette.- Respondi de mala gana. Note que empezaba a impacientarse mucho.
-          Muy bien, puedes retirarte. Hay una mesa en la cocina para que puedas comer ahí. – Ordeno. Me retire y tome un par de las milanesas que hice. No calcule la cantidad. Me servi mi comida y me sente, suspirando. Enseguida, sentí una luz verde en mi pansa. Observe el localizador y lei: “Recoge los platos y lavalos”. Molesta con tantas ordenes suspire. Me vi reflejada sin querer en el refrigerador. “Ese moño ridículo y esa… cofia” Proteste. Sentia que me apretaba la cabeza, y me hacia sentir tan incomoda. Aprovechando que comia, me los saque y los guarde en el delantal. El uniforme se veía un poco mas normal sin eso… Lastima que no podía sacar el cuello redondo gigante. “No seas tan exagerada Alicia. No es tan grave. Aparte recuerda que es muy buen trabajo” intente consolarme. Sin embargo, el uniforme, sellos, firmas, y la identificación. Me sentía muy extraña. Definitivamente si era mas que solo limpiar la casa. No se cuantos mails habrá enviado con mis datos y mis fotos certificando que ahora era su empleada. Normalmente me pondría contenta, finalmente tener un trabajo en blanco. Pero continuaba sintiéndome extraña. Termine de comer, y nuevamente me acelere. Limpie mis trastes y recogi los de Antonella. Luego de eso limpie la mesa. Y comencé a limpiar la casa nuevamente. De repente, escuche un pisoteo en el piso.
-          Alicia!- La escuche regañarme.
-          EH!!- Exclame. – Me asustaste- Dije tomando mi corazón. Me miro seriamente, parecía estar muy molesta. Mire hacia el piso intimidada y note una luz azul en mi delantal. “Ir inmediatamente a su despacho…”
-          L-Lo siento, es que estaba desconcentrada.
-          Señorita, su uniforme!!! Sus medias desalineadas, digame donde están su cofia y su liston!
-          Es que… me incomodaban…- Respondi intimidada.
Ella intento tranquilizarse, suspirando. Timidamente, tome el tonto liston, y me lo puse. Tambien la cofia.
-          Señorita venga conmigo.- Ordeno.
La segui y me hizo caminar hacia la que seria mi habitacion. Bueno, la habitacion de servicio, no era exactamente mia.
-          Alicia. Sientate.- Ordeno. Me sente, pero ella permaneció de pie.
-          Comprendo que eres nueva, y he intentado ser paciente. Pero tu comportamiento hoy deja mucho que desear. Trabajas muy bien, pero necesitas cambiar tu actitud.- Dijo. – Entiende que este es un trabajo serio. No puedes utilizar tu uniforme de forma tan incorrecta, no puedes referirte a mi de esa forma, y muchísimo menos, burlarte de las cosas que digo. ¿Esta claro?
-          L-Lo siento… es que…- Dije, pero insistió.
-          Como te enseñe a responder?
-          Si…. Señora Mignonette.
-          Como ya te explique, ser mi Maid personal es una gran responsabilidad. Necesito confiar plenamente en ti, y necesito que te prefecciones cada dia. Para esto es necesario la disciplina. Normalmente hubiera tomado medidas disciplinarias por la primer falta que cometiste, pero te he tenido especial paciencia hasta ahora.- Continuo regañándome. – Alicia, tus calcetas, arreglalas.-
-          Si… señora… lo siento!- Exclame asustada.
-          En otras palabras, para que tu disciplina mejore, necesitas un castigo. Quiero que comprendas que si aceptas ser mi Maid, los castigos serán comunes ya que solo asi llegaras a la perfeccion.
-          C-Castigo…?- Pregunte nerviosa. “Capaz te baje el sueldo..” me dije consolándome.
-          En el contrato aclare, que como mi maid serias sometida a medidas disciplinarias y a mi educación. Entiendo que para una jovencita es difícil de entender, por eso es que dejo en ti la ultima palabra de aceptarlo. Obviamente, si no lo aceptas tu trabajo aquí termino y solo te llamare para que limpies. Aceptas que necesitas un castigo?
La idea, no me entusiasmaba. Obvio, mi mentalidad morbosa me imaginaba en las rodillas de la mujer autoritaria. Pero sabia que no seria verdad. Resignada, supuse que lo mejor era aceptar cualquiera que fuese el castigo.
-          Si… señora..- respondi.
-          Muy bien. En esta Mansion nuestros castigos son de 3 tipos. Castigos Corporales, de Reflexion, o castigos humillantes. Por tus faltas te corresponden un castigo corporal y un castigo de reflexión. ¿Esta de acuerdo con que se tomen estas medidas para reforzar su disciplina? -
Ahí si que mi cara se puso roja como un tomate. No sabia que responder. Todo lo imaginaba y fantaseaba era cierto. Paralizada, asentí con mi cabeza.
-          Muy bien, si bien esto figura en el contrato, era mejor cerciorarse. – Dijo ella. Se sento al lado mio, y me ordeno.- Recuestate en mis piernas asi comenzamos.
No me anime a responder nada. Sencillamente me recosté en sus piernas hasta que mi cadera quedo en ella. Mi cuerpo colgaba al igual que mis piernas, debido a mi corta estatura. Cuando me sentaba en la cama no tocaba el piso de todas formas. Senti como quitaba del camino mi corto vestido y aclaro: Este tipo de medida disciplinaria será la mas frecuente, ya que es la mas rápida de ejecutar y la que menos interferirá en tus labores. Pero la aplicare solamente sobre tus bloomers ya que comprendo que tu resistencia no debe ser buena.- Explico. Apoyo la mano sobre mi cola, y sentí un par de palmadas. Note rápidamente que los bloomers no ofrecían tanta resistencia como imaginaba. Si bien eran como shortcitos, eran como shortcitos ajustados, y medianamente holgados en las nalgas. La primera nalgada cayo fuertemente y yo gemi: OW!
“Es verdad, esta pasando!!” pensé, mientras todo mi cuerpo se excitaba ante la sensación. La mujer comenzó a nalguearme, con nalgadas fuertes y suaves. Algunas no dolían, otras si, otras me hacían saltar y sorprenderme ante lo mucho que podía doler una nalgada. Sentia ganas de protestar, patalear, y taparme… pero me dio miedo de que dejara de hacerlo. Aun asi no pude evitar gemir frente a cada nalgada demasiado dolorosa. Senti en mi cola, que Antonella experimentaba. Probaba nalguearme con distinta fuerza en distintos angulos, y en un momento descubrió que a pesar de mis bloomers y su elástico con olanes, los azotes en mis muslos eran muy dolorosos.
-          Owwww owww owww- Proteste. “No digas ya no mas” me decía a mi misma. Queria que me nalgueara, y me diera una buena lección. Comence a entender rápidamente todo lo que había pasado. El uniforme, todo el tramite, el llamarla “ama”. ¿Acaso ella será spanker? Obviamente, esta seria una situación de abuso en un trabajo normal. Pero este no lo era. La nalgueada fue bastante larga, con momentos de dolor intermitentes. Algunas nalgadas eran suaves, otras fuertes. En un momento dijo: Bueno, voy a darte el final. Espero estes preparada.
Escuche cierta preocupación en su voz. Intente animarla respondiendo: Si Ama. Lamento mi comportamiento.
Capaz eso hacia que continue sin miedo. No quería que pare y se sienta culpable de repente. Quería terminar con mis nalgas hirviendo. Sin embargo, mi deseo se cumplio demasiado rápido. Comenzo a darme nalgadas fuertes por toda mi cola. El dolor empezó a acumularse, y rápidamente empeze a desesperarme. Patalee y sacudi mis brazos, intentando no frenarla. Pero cada vez se volvia mas difícil. Me agarro con firmeza y dio muchos azotes muy fuertes en mis pobres muslitos. Senti que iba a llorar y solte un largo quejido.
-          Ayyyy dueleeeeeee…- Proteste sin querer. Ella sin embargo no se detuvo, y comencé a sentir la necesidad de que pare. Mi cola ardia mucho y sentía que no iba a poder soportar mas sin frenarla. – OWWWW AYYY- Proteste hasta que no aguante mas y puse mis piernas, e intente tapar mi cola.
-          Duele muchoooo- Proteste. Pero para mi sorpresa, trabo mis piernas con la suya, y trabo mi brazo en mi espalda. Esa técnica la había visto pocas veces, en videos de spank. Ya estaba indefensa, y me dijo: Nada de interrumpir su castigo señorita. Se ha portado muy mal y no quiero que este comportamiento se repita.
-          Si madam mignonette, lo siento!!
Me azoto fuertemente, y sentí mis ojos llenarse de lagrimas. Ya no quería mas castigo.
-          Como debe llamarme?
-          Madam, Señora o Ama… No mas porfa!!!
-          Como debe usar su uniforme?
-          Impecablemente, AYYYYY!!!-
La nalgueada continuo hasta que termine llorando. Me hizo pararme y me dejo en el rincón. La escuche darme ordenes de como pararme, derecha, y con la nariz entre las paredes. Me sobe mi cola por encima de mis bloomers mientras limpiaba mis lagrimas.
-          Este será un castigo de reflexión. Permanecera aquí pensando en su comportamiento hasta que su ama la llame y sea necesaria de vuelta. Esta claro?
-          Si Ama Mignonette… owww…- solloce.
Luego de eso me dejo sola en mi habitacion. Tome mi cola agachándome y baje mis bloomers notando que había quedado bien roja. La sobe asi y pensé: “No imaginaba que dolia tanto… ni cuando me nalgueaba a mi misma dolia asi”. Sin embargo, con los bloomers bajos, note que estaban manchados por mi flujo. “mi primera nalgueada…” pensé tocando mi cola delicadamente. Senti una sensación de alegría en mi pecho. Y sentí mucho cariño hacia Madam mignonette. No podía describirlo. Naturalmente, me sentía confundida y aturdida. Claro, fantaseaba con esto, pero no podía creer que se halla cumplido. Observe el rincón de reojo, y recordé la orden de Antonella. Luego de eso, me saque mis bloomers e intente esconderlos. Tome otros limpios y me los puse. Note como envolvían mi cola, y casi no se notaba mi irritación con ellos puestos. Solamente en mis muslos. Suspire, y resignada, volvi a pararme en el rincón para cumplir con mi castigo. Mirandolo, intente acomodar las calcetas a su altura, estire mi vestido, y acomode mi cofia, liston y delantal. Empece a entender la insistencia de Antonella, y a arrepentirme de mi comportamiento. Para ella yo realmente era su Maid personal. “Capaz vio mi celular y de ahi decidio hacer esto” pensé. Senti una sensación de calidez inimaginable por haber sido corregida… por Ella. La sensación era muy rara, y me sentía sumamente dócil de repente. Hasta me preocupaba dejar de ser yo misma. Espere en el rincón un largo tiempo, hasta que la sensación de felicidad disminuyo, y volvi a ser la misma amargada de siempre. Sentia la necesidad de cumplir con su castigo. Pero era realmente aburrido. Senti la puerta abrirse y hundi mi nariz en las 2 paredes. La escuche acercarse, detenerse, y luego de unos segundos bajar mis bloomers. Senti mi cara ponerse roja como tomate y escuche: No tengas miedo, necesito ver los efectos de tu castigo. Por lo visto esta bien.- dijo y me los subio nuevamente.
-          Espero hallas aprendido tu lección. A referirte a mi apropiadamente. Se que no te gusta pero pronto te acostumbraras. Esta claro?
-          Si madam Mignonette.- Respondi dócilmente.
-          Siempre dedica uno o dos segundos a revisar tu uniforme. Es importante que te veas impecable si?
-          Si madam mignonette. – Respondi de vuelta. Me sentía una maquina.
-          Muy bien. Y por favor, ya deja de burlarte de las cosas que te digo o me vere forzada a darte un castigo mas severo. Todo esto es muy serio esta claro.
-          Lo siento mucho…- Suspire cabisbaja. Vi mi enorme liston rojo al hacerlo y la escuche decir: Dime que representa tu cofia.
-          Simboliza mi condición de Maid y mi deseo de servirla.
-          Y tu liston rojo?
-          La… pasión por hacerlo.
-          Muy bien señorita, veo que ya aprendio su lección.- Dijo. Me permitio salir del rincón y la vi con rostro de preocupación. Limpie mis lagrimas y la abraze fuertemente. No quería que sienta que me lastimo ni nada por el estilo.
-          Quiero que me acompañes a mi despacho y te quedes paradita al lado mio si?
-          Si señora Mignonette.- respondi.
Fuimos a el, y efectivamente yo espere al lado de ella dócilmente. El escozor fuerte continuaba en su cola, pero repentinamente sentí un fuerte deseo de servirla.
-          Madam mignonette, puedo ayudarla enalgo?
-          Por ahora no Alicia.
-          Puedo ir a limpiar?
-          Alicia, te ordene esperar al lado mio.
-          Es que…para no desaprovechar el tiempo.
-          Yo elijo como aprovechar o desaprovechar tu tiempo. Usted haga caso.
-          Si… madam mignonette.- Respondi. Suspire un poco, e intente no ponerme inquieta. Pense en que la casa no quedaría limpia.
-          Alice.
-          Si Ama?
-          Hasme un café por favor.
-          Si, ya mismo.- dije. Energicamente fui a la cocina e hice un café. Volvi también apurada pero no pude evitar que se volqué un poco en el camino.
-          A…A-qui esta…- dije, dándome cuenta del desastre que había hecho.
La mujer sonrio y lo tomo. Espere al lado de ella y dijo: debes controlar tus energías, ser energica no es siempre bueno.
-          Es que… me impacienta estar tanto tiempo quieta.- Respondi. Senti que había sido irrespetuosa de vuelta y baje mi cabeza. – Lo siento Madam mignonette.-
-          No te preocupes, ya aprenderás.- respondio. Continuo en silencio por un largo rato, y luego ordeno. – Llevate el café y limpia la taza.-
-          Si madam!- Respondi. Rapidamente fui y mientras la lavaba escuche una llamada. Atendi el teléfono y dije: Mansion mignonette. Habla Maid Alice. ¿En que puedo servirle?
-          Alice… me comento de ti. Hace poco me llego tu identificación. Empezaste hoy no es asi?
-          Si.. señor.- Dije intimidada.
-          Bueno, podrias pasarme con tu ama.
-          ¿De parte de quien?
-          De Manuel Lestrade.
-          Si señor ya mismo.
Lleve el teléfono al despacho de mi ama y dije: Señora, Manuel Lestrade desea hablar con usted.
-          Muchas gracias alice.- Dijo ella. Sonrei sintiéndome eficiente y espere de vuelta. De tanto esperar, comenzaba a cansarme. – Alice, puedes continuar con tus quehaceres.-
-          Si madam.- Dije, y enérgicamente fui a continuar con ellos. Sentia una calidez que nunca había sentido, y hasta me concentre en arreglar mis calcetas cuando las veía desalinearse. Limpie muy rápidamente hasta que vi la luz azul en mi delantal. Rapidamente fui al despacho de mi ama.
-          Alice. Ten.- Dijo dándome un sobre. – Entregaran un paquete en unos minutos. Guarda ese sobre en tu delantal. Cuando escuches que toquen la puerta iras a atender. Presentaras tu identificación y te harán firmar. Entregaras este sobre y te darán un paquete que me entregaras a mi. Entendido?
-          Si madam mignonette.- Respondi.
-          Muy bien. –
Continue limpiando hasta que escuche llamar a la puerta. Camine por el jardín de prima y le mostre mi carnet al portero el cual me permitio salir a atender. Cuando vi al hombre que venia a entregar el paquete se rio para sus adentros.
-          Niñita, esta tu mama?- Dijo. No se si bromeaba o lo decía en serio. O si lo decía por mi altura o por mi ropa. Me enfade, pero recordé la orden de mi ama. Saque mi localizador con mi identificación y se la mostre seriamente. Su rostro se transformo inmediatamente y se corrigio: Mil disculpas señorita Alice, le entrego este paquete. Firme aquí por favor.
Me sorprendi muchísimo ante su reacción, y la sensación de coraje se fue. Firme y le entregue el sobre.
-          Saludos a su ama.- Dijo el hombre y se fue. Triunfante volvi al despacho de mi ama y le entregue el paquete.
-          Muy bien, ¿como te fue?
-          El.. señor que me lo entrego me hizo un comentario estúpido…- proteste. – Pero se cayo cuando le mostre la identificación.
-          Para que veas lo importante que es tu roll. No te preocupes, suele hacer comentarios estúpidos. Si vuelve a agredirte hare que lo despidan.
-          No, no es necesario!- Aclare.
-          Si tu lo dices. Pequeña, has merienda para 2. Asi meriendas conmigo.-
-          Si madam. – Dije. Y rápidamente fui a preparar merienda. Mientras lo hacia sentí una luz verde en mi pansa. Termine de prepararla y lei en mi localizador: Merendaremos en el comedor. Prepare el comedor y como no supe que hacer espere parada. Ella llego y se sento. – Sientate.- Dijo ella. Lo hice obedientemente, aunque sentí el escozor nuevamente en mi cola. Esa sensación no la conocía tampoco, y mas que doler me hizo sentir placer.
-          Alice, como te has sentido aquí?
-          Muy bien madam…- dije. Pense que el uniforme podría ser mejor. Pero solo lo pensé.
-          He notado que la disciplina tiene un efecto muy positivo en ti. Trabajaremos mas en ella esta claro?
Sonrojandome, respondi: Si Madam.
-          Tu educación será un proceso complicado. Pero tendras grandes avances ya lo veras. – Aclaro. Y continuo merendando en silencio. Cuando termine de merendar la mire titubeante y dijo: Puedes alzar tus cosas. Y deseo que te quedes a mi lado esperando ordenes cuando termines. Lo hice, mientras ella lentamente tomo su te. Luego, me ordeno servirle de vuelta. Mi ama disfrutaba los momentos de silencio.
-          Alice, ve al estéreo. Selecciona la canción numero 15.
-          Si madam.- dije y obedeci. Rapidamente comenzó a sonar una sinfonía de música clásica. La mujer cerro los ojos con gran placer, y la pude observar mi lado, blandir sus dedos en el aire. Disfrutaba cada sorbo de te y me ordeno traerle su pipa. Obedeci dócilmente, y lo traje. Parecia de esos cigarrillos largos que usaban las damas. Largaba un pequeño humo molesto y tuve que pararme del otro lado a continuar esperando ordenes. Empece a aburrirme, pero note que mi ama no se aburria para nada. Ella disfrutaba muchísimo. Tanto que estuvo una hora asi. A las 6, me saludo y me dijo: Te espero mañana. Esta vez llega temprano.

Fui a la habitacion y me quite mi uniforme pomposo, volviendo a mi ropa normal. Sentia que al hacerlo, dejaba a la chica servicial también, y volvia a ser la de antes. Llegue con el portero y le mostre mi identificación, permitiéndome asi salir. Vi en la identificación al tomarla de vuelta al a chica de uniforme cursi y sonrisa falsa. Sonrei y me fui a mi casa en bicicleta.

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Acerca de los bloomers. Hace poco vi este video:


Y aunque la musica y el baile se me hizo demasiado infantil para mi gusto me sorprendio como podian saltar, correr, bailar, caerse y todo eso con una faldita tan corta sin enseñar los calzones. Hasta que lo descubri, bloomers!! Y por eso Alice los usa, y asi se le debe ver el uniforme, Y el que piense que no, lo mato. Ea :D